SENSACIONES

Si me pones los cuernos, al menos dímelo tú

Nunca entendí por qué me hiciste eso, fue el desengaño más grande que posiblemente me haya dado con una persona, te tenía en el pedestal más alto, presumía de ti como nadie antes lo había hecho... Y de pronto, una llamada todo lo cambió. 

Fueron dos años intensos, de quedar día sí y día también, posiblemente eso hizo que la magia desvaneciera apoteósicamente, aun así, tras las crisis que atravesamos, salimos hacia delante porque si algo teníamos claro, era que el amor que nos teníamos, estaba por encima de cualquier bache. Bastante casualidad fue encontrarnos como para tirarlo todo a la borda de un día para otro, no queríamos eso y no íbamos a permitirlo. 

Me prometiste cosas que nunca cumpliste, aunque es difícil ver cuando te tapan los ojos y te ciega tanto ¨amor ¨

Confié en ti, y nunca me preocupó abrir el instagram y verte abrazado a tus amigas, porque siempre pensé que nunca sobrepasarías el ecuador entre lo correcto y lo hiriente. 

Por eso me dolió tanto esa llamada, sentí como si un ardor en el cuello fuera deslizándose por el pecho terminando en una crisis de ansiedad, no podía entender como podía hallar en mi tanto dolor... 

Esa chica no me conocía , no tuvo por qué contármelo, aun así lo hizo, y es una de las cosas por las que aun sigo tormentándome, el cómo pudo tener más compasión una desconocida que la persona que te juraba amor eterno día a día. 

Pensaba que tan solo yo era la mujer de tu vida, que los ojos siempre los tendrías puestos en mi, y que ese sosiego que ambos creábamos, habitaría en nosotros toda una vida. 

Pero está claro que cuando piensas que tienes tu futuro en las manos, cuando crees tener tu vida encarrilada... algo pasa, y lo que no pasa por algo, se provoca, y eso hiciste tu, provocar este acto completamente voluntario pudiendo tener cabeza y mantener lo único que te aportaba estabilidad en tu vida. 

Me pediste perdón, y no dudo que realmente lo sintieras, pero créeme que el truco no está en valorar a una persona cuando le rompes el corazón, ya que a mí nunca me hizo falta besar a otro hombre para confirmar que a la única persona que necesitaba en mi vida eras tú. 

Te escribo esto puesto que nunca nos gustó dejar las cosas en el aire... Aunque después de todo, ya no sé lo que es real y lo que te inventaste para aparentar lo que no eras, solo sé que cada palabra que desprendías de tu boca, fue construyendo la mascara que envolvió tu rastrero ser. 

Ya lo sabes... a mi no vuelvas a buscarme, si apareciste en mi vida con  tal de enseñarme a desconfiar de las personas, créeme, lo has conseguido.