Algo-algo-inador

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Ferb fue el último en irse de la escuela. Era tarde y sus amigos debían irse, él se quedó junto al salón esperando a su hermano. Alzó la cabeza cuando sintió la puerta abrirse, Phineas salió secando sus ojos. Ferb no dijo nada, solo lo abrazó repentinamente sin darle tiempo a reaccionar. Phineas se había tomado su tiempo para calmarse, pero estar en los brazos de su hermano lo hizo romper en llanto de nuevo, sabiendo que Ferb lo protegería de todo. Los hermanos se abrazaron tan fuerte como pudieron, no querían separarse del otro nunca mas.

El camino de regreso a casa fue en silencio, esta vez provocado por la tristeza y la pena. Ferb caminaba al ritmo lento de Phineas y aprovechó para enviar mensajes a sus amigos diciendo que ya volvían a la casa. El pelirrojo penas levantaba los pies al caminar, sentía el cuerpo pesado y sus ganas de siquiera estar de pie habían desaparecido, pero cuando pasaron frente a la heladería apresuró el paso. Tensó la mandíbula y hundió las manos en los bolsillos en lo que intentaba pasar sin dirigir la mirada a aquel lugar. Ferb divisó el rastro seco de un charco, podía adivinar que un cono de helado fue derramado allí.

Phineas fue el primero en atravesar la puerta y fue directo a la habitación, se dejó caer sobre la cama donde rebotó ligeramente y se quedó observando el techo con las manos entrelazadas sobre su estómago. Ferb apareció minutos después con un vaso de jugo que dejó en el suelo junto al pelirrojo, algo dulce le levantaría el animo.

-Envía un mensaje si necesitas algo

Cambió su chaqueta púrpura por una negra y dejó el cuarto. En la sala se cruzó a Perry y le dio una palmadita en la cabeza antes de irse. Fuera de la casa lo esperaba una motocicleta negra, el conductor vestía del mismo color; se acercó al vehículo y formó una sonrisa en cuanto el casco fue retirado.

-Hola,Ferb

-Hola,Ness

-Ten, sube o llegaremos tarde

El chico se puso el casco que anteriormente Vanessa estaba usando y subió tras ella, rodeó su cintura con los brazos para sostenerse y ladeó la cabeza para no chocar con la cabeza de la chica. Se escuchó el motor y el vehículo arrancó. A la velocidad que iban llegaron antes de lo previsto a la pintoresca casa, dejaron la motocicleta contra la pared con el casco colgando del manubrio y entraron.

-Hola, mamá. Estaremos en mi cuarto

-Hola,Vanessa. Bienvenido, Ferb

El chico asintió con la cabeza y siguió a su novia hasta la habitación. Tomaron asiento en la cama, Vanessa con las piernas cruzadas y Ferb con las suyas colgando por el borde.

-¿Y bien? ¿Cómo estas? ¿Cómo está Phineas?

-Diferente

-Entiendo, algunas relaciones son un asco. También lo son algunos chicos. ¿Hablaste con ese tal Perry?

-Le dije que no se acercase a Phineas

-Sabia decisión. No es por nada, pero parece que los hombres siempre son el problema. Quiero decir, mi madre terminó con mi papá por culpa de él y la primera relación de Phineas también acabó por culpa del chico

-Prometo jamas hacerte enojar

-Vas bien

Vanessa tomó la mano de Ferb con cariño y la apretó

-¿Hay algo que pueda hacer para ayudar?

-No hay nada que hacer mas que esperar

Ferb acomodó su cabeza sobre las piernas de Vanessa y le dejó acariciar su cabello, él estiró una de sus manos para entrelazar los dedos con los de ella.

-Tu cabello huele a pasto mojado. Es agradable

-El tuyo huele a chocolate

-¿Lo hace?

Ella tomó un mechón de su cabello y lo olfateó

-Yo creo que huele a gas

-Toda tú emanas adrenalina, no me sorprende

-Bueno, tú tienes la palabra nerd escrita en la frente

Vanessa se inclinó hacia su rostro

-Pero acostumbro a tratar con ellos. Aunque eres único

Plantó un beso en su nariz y siguió peinando su cabello con los dedos.

-¿A qué hora es la cena?

-Cuando mi padre llegue. Lo cual sera dentro de un par de horas, está trabajando en un nuevo algo-inador

-Los viejos hábitos nunca mueren

-Y que lo digas. Si tarda más la cena nos interrumpirá el maratón de peliculas de miedo

-Podríamos verlo en mi casa

-Prometiste cenar con mis padres

-Solo era una idea... Ness

-¿Qué?

-¿Phineas debería darle otra oportunidad?

-Solo él lo sabe

Vanessa alcanzó un reproductor de música con audífonos y le prestó uno a Ferb. Mantuvieron el silencio mientras escuchaban distintas melodías y recibían caricias de parte del otro. Ferb creía que estaba mal estar relajado cuando su hermano pasaba por un mal momento, pero no tenía muchas oportunidades de verse con Vanessa por los estudios de ella. Cerró los ojos y respiró profundo, disfrutando la compañía.

Eres real [Human!Perry x Phineas]Where stories live. Discover now