—Evan, ¿Realmente te vas a ir? —me preguntó, levantándose del sofá a como pudo y corrió detrás de mí, a decir verdad mi coordinación estaba hecha una mierda y logró tomarme del brazo. —Oye, usemos la ración de Camille.

—No gracias —dije, arrastrando lo más que pude los pies para alejarme.

—Anda, a ella no le importa. —rió entre dientes, disfrutaba que yo quisiera huir, incluso le proporcionaba más fuerza que a mí, era increíble que una chica tan pequeña pudiera retenerme a mí. De repente sin verlo venir, echó sus brazos a mi cuello y me impidió girar mi cabeza hacia otra parte pero como era de baja estatura, era difícil que alcanzara mis labios.

—Tori, basta, aléjate de mí —insistí a que me soltara, esta vez traté de usar un poco más de fuerza para quitármela de encima.

Ya estaba molesto de que no lo hiciera, que incluso fuera terca, estaba cruzando la línea por completo cuando se esforzó por atraer sus labios a los míos y lo logró pero mi enfado pudo bastante que la alejé. Tuve la sensación de que alguien nos veía, sentía que los ojos de alguien en el pasillo nos veía, y así fue, Camille observaba, tenía la boca abierta pero sus ojos reflejaban una clase de ardor.

Tori estaba demasiado aturdida que se fue sin saber por qué el ambiente se había tensado, estaba seguro de que Camille lo malinterpretó porque ella no vio que Tori insistía ya que yo le daba la espalda al pasillo.

Intenté hablar pero ella lo hizo primero.

—Tú celular está sonando. —susurró, se cruzó de brazos, nunca la había visto así, últimamente se estaba comportando raro estos días, con una clase de indiferencia, lo entendía, tal vez me odiaba por lo de Amber, ella creía que estaba con ella por despecho.

Caminé hacia la habitación que compartíamos y entré para responder mi celular, lo que era completamente extraño pues no había nadie que me hablara desde hace semanas, los únicos que me contactaban estaban en este departamento; vi con atención el número y lo reconocí de inmediato porque todavía la tenia registrada, mis ojos se dilataron un poco, realmente esperaba que lo que me mostraban mis ojos era real y no efecto de la droga.

Parpadee las veces necesarias para poder hacerme entender que era real y para hacerlo aun más creíble, decidí contestar, estaba realmente en pánico, hiperventile porque lo que me daba más miedo era de lo que pudiera decirme o que hubiera conseguido ayuda de un abogado para quitarme lo que era mío.

—¿Diga? —susurré, me senté en el borde de la cama, vi hacia la puerta y supe que Camille se había ido, quizá al baño pero me dio mi espacio.

—Evan, necesitamos hablar, ahora mismo. —su tono de voz era demandante y se le podía ver ligeramente que también estaba enfadada. —Es asunto legal, si no decides venir, llamaré a la policial.

Me puse algo furioso cuando dijo lo último, no había necesidad, pero aun así debía darle la razón si quería proteger mi parte de la herencia.

—De acuerdo, ¿Quieres que nos veamos ahora?

—Mañana a primera hora, necesito saber todo, incluso lo de Amber.

—Ella no tiene la culpa de nada, Karen, si quieres odiar a alguien es a mí.

—Eso ya lo decidiré yo. Mañana a las ocho de la mañana.

Parpadee pero ahora confundido, hacia planes como si estuviera aquí en Chicago y no en Seattle.

—Eso quiere decir, ¿Qué vendrás a Chicago?

Hubo un largo silencio en la llamada, creí que me había colgado pero todavía escuchaba su respiración al otro lado de la línea.

Mi Tormento Favorito©+18  [MCF#2]Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang