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— Tony, no olvides de cerrar la puerta del patio — cepillaba mi cabello con los ojos cerrados mientras pensaba Steve, Steve, Steve, ¿dónde estuviste todo este tiempo? ¿Por qué no volviste? — Tony amor, hazlo, ¿si? Prometo que mañana lo haré yo — sentí unos brazos acariciar mis brazos, luego mi cuello y sonreí — No creas que esto te salvará amor — abrí mis ojos y todo lo que veía eran esos ojos oceánicos — Steve... — me puso en pie y me observó, mientras sus manos recorrían mi cuerpo — Luces igual de hermosa desde el primer día que te vi.... odiaba el hecho de haber despertado 75 años tarde, quería ir a casa pero contigo aprendí que el hogar no es un lugar físico, es la persona a quien amas y tu eres mi hogar Mad — Tony llegará en cualquier momento, sal de aquí Steve — no iba a caer devuelta en su juego o eso quería creer
Tanto tiempo pasó para que pudiese entender que amaba a dos hombres pero ellos me amaban de maneras diferentes Tony era apasionado, fiel y protector Steve era dulce, tierno pero libre Y yo quería tener a ambos
— Pídeme que me vaya y lo haré — sus manos se quedaron sobre mis mejillas, obligándome a que lo mirase a los ojos — No es necesario que te lo pida, siempre terminas yéndote — me solté y trate de salir pero me lo impidió — No me volveré a ir, tú eres todo lo que quiero cariño pero si tu no quieres que esté aquí me iré — No sabes cuánto deseo que te quedes Steve, quiero una familia contigo, quiero despertar y verte, tal como lo hacía antes... pero tengo miedo a que un día despierte y no estés aquí — Te amo Mad — besó mis labios vorazmente y así mi dominio cayó, toda la barrera que había creado se destruyó, amaba a este hombre y no quería que me deje, ya no más Sentí otras manos rodear mi cintura, besos cortos en mi cuello, sobre mis hombros mientras Steve tomaba posesión de mi boca, volteé y allí estaba Tony — Hola nena, ¿en serio creíste que dejaría que Rogers sea el único en disfrutar contigo? — lo besé sin importar nada, estaba junto a los hombres de mi vida, los amaba sin importar nada La ropa sobró Las palabras también Pero de amor y lujuria nos llenamos Finalmente me sentía llena, dormí en medio de los dos
Agua y tierra Unidos por mí Azul y rojo Formaron púrpura por mí Éramos una familia bonita ¿Por qué la vida nos separaría?
