LOVE POTION ✧ sayomoca

᭝ TWO : saber pero no entender

Ahora Sayo estaba sentada mientras esperaba en el Hazawa café, escondiendo su cara en uno de los menús mientras no podía despejar su vista de la chica que estaba hablando con Tsugumi en el mostrador.

No podía dejar de admirar como se movía al hablar, como sus labios se veían tan perfectos y sus manos tan delicadas mientras hacía gestos que acompañaban sus expresiones; Sayo pensaba que no tenía mucho en común con ella, se mordía los labios cuando se molestaba mucho con algo y sus manos estaban llenas de heridas por exigirse de más al tocar la guitarra.

No veía ni una sola razón por la cuál se enamoraría de ella, ¿será algo que le dijo Tsugumi? ¿o tal vez Hina? Si fue su hermana le parecería extraño que no se enamorará de ella, ya tenía en mente lo superior que era su gemela menor y siendo honesta que la prefiriera a ella tendría mucho más sentido conociendo su forma de ser.

¿Por qué Sayo?

Parpadeó un segundo y cuando se dió cuenta Eve estaba a su lado, algo que le dió un leve escalofrío pero mantuvo la compostura como si nada hubiera pasado.

—¡Hola! ¿qué vas a llevar?

—Un cappuccino, por favor.— la menor le sonrió y fue a preparar su orden, mientras, la pobre guitarrista recostó su cabeza en la mesa mientras seguía pensando y haciendo todo tipo de teorías sobre lo que pasaba.

En su mente pasaban pequeñas escenas sobre que pasaría si le hablará, daba vueltas y vueltas pero aún así siempre terminaba haciéndose la pregunta de: ¿qué pasaría si ambas comenzarán a salir?

¿Qué tipo de pareja serían? bastante chocante seguro, se preguntaba si es que Moca bromearia con ella mostrándole su forma de dar afecto, como sería tomarse de la mano, tal vez podrían tocar juntas...

—Espera... ¿ella me ve tocando? ¿acaso le gusta?

Irónicamente, esas eran las cosas más perversas que podía pensar la densa mente de Sayo, mientras hablaba para si misma entre múltiples susurros llegó el cappuccino que había pedido y tomó un par de sorbos mientras intentaba distraerse. Estuvo una hora allí hasta que se levantó y pagó por lo que había pedido.

Semanas pasaron y ella no podía quitarse el mismo pensamiento de la cabeza, generalmente preguntaba de forma discreta a Hina si es que se encontró con ella en algún momento o algo, se ponía nerviosa al pensar que podía verla en otra práctica, su corazón latía con rapidez cuando iba al café y la veía a lo lejos.

¿A Sayo le gustaba Moca? posiblemente.

¿Sayo lo entendía? claro que no.

E iba a tardar en comprenderlo, en darse cuenta de que su cara estaba ardiendo ahora mismo por pensar que en aquellos ojos solo se encontraba su reflejo, sin darse cuenta de que eso mismo le ocurría a ella ahora cuando se quedaba hipnotizada viendo a la albina.

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coso cortito u.u