Escuela Moonbroken

Capítulo 7. ¿La conociste de verdad?

Ya es demasiado tarde, tendrá que ser mañana, trato de dormir, mis ojos se cierran pero no puedo evitar estar en estado de alerta, de alguna forma viene a mi mente Kenneth, decido marcarle, estará dormido pensé, responde, oigo su respiro, ¿bueno?, bueno contesta, ¿Kenneth?, si, ¿quién habla?, soy Orody, ¿estas ocupado?, no, a decir verdad no, lamento la hora, ¿te desperté?, no aún seguía despierto estaba estudiando, pero no me concentro, y tú ¿cómo te sientes?, me pregunta, mal, destrozada, hueca, necesito compañía en este momento, te entiendo, me responde y ¿necesitas algo?, ¡no!, le digo, no comprendiendo bien a que se refiere, puedo ir a verte en menos de tres minutos, sonrió, acepto tu visita estoy muy nerviosa, bien, estaré ahí en un momento, cuelga.

Se oyen golpecitos en mi ventana, me levanto sin pensarlo de un brinco, temo asomarme, pero aun así lo hago, respiro, es Kenneth, le abro la ventana y entra, ya estoy aquí, pensé que necesitarías esto, me enseña un bote de helado y comida china, como supiste que no he comido, bueno estuviste toda la tarde con nosotros, y en la mañana te dieron la noticia, solo lo concluí, gracias, ni siquiera tengo hambre, tienes que comer me insiste, pero tengo que enseñarte a hacerlo bien, abre el helado y sirve dos platos, me da uno, ¿no comerás primero?, no, no, no, la vida es muy corta para vivirla sin locura, yo siempre empiezo por el postre y luego como, sonrió, que curiosa forma de pensar.

Sedo, comemos, ambos estamos sentados en mi cama, pareciera que nos conocemos de años, apenas un día de saber que existes y ya empiezo a necesitarte, ríe, es solo por lo que hoy pasaste, pero me gusto conocerte, y no estás sola, de hoy en adelante tienes dos amigos, gracias, me consuela saberlo.

Sabes Tricha era mi mejor amiga, la primera vez que nos conocimos fue en esta habitación, no sé qué hare sin ella, no puedo imaginarme una vida sin ella, tantos recuerdos, tantas fotografías, tantas risas y secretos que esconde este cuarto, secretos, que incluso yo desconozco.

Poco a poco la carga pesara menos, (me dice Kenneth, tratando de animarme) he perdido a mucha gente, debo decirlo, pero aprendes a entender que es un ciclo normal en la vida, no para Tricha, le interrumpo, no, para ella, ella ya no tendrá oportunidad de nada, se acabaron sus opciones, no la dejaron decidir, no era justo morir, pero te prometo llegaremos a atrapar a quien lo hizo, ya basta, me interrumpe ahora él, duerme un poco yo aquí me quedo, lo veo, sus ojos no tienen malicia alguna, y estoy tan cansada, empieza a cantar una canción de cuna, sonrió, mi madre solía cantarla, y sin pensarlo, ni sentirlo caigo dormida.