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— ¡Maldita sea! — Expresó Wooseok al entrar a su apartamento, pateando lo primero que se atravesó en su camino que resultó siendo una silla de madera, que terminó lastimandole el pie. Genial, nada le saldría bien en ese maldito día.

— ¿Qué ocurrió, Seokie? 

Oh, mierda. Había olvidado que tenía compañía… y que compañía, eh. El chico salía de su habitación, con una toalla rodeando su cintura y su cabellos negros mojados cubriendo apenas un poco sus ojos. Gracias a la hermosa vista se olvidó de su enojo apenas por unos momentos en los que se acercó al chico quien no dudó en recibirle con los brazos abiertos, dejando mimos en su cintura, esperando una explicación a su repentino berrinche.

— Seungyoun, ahora mismo no quiero hablar de eso, prefiero que volvamos ahí adentro y--

No hizo falta mayor explicación, los labios del más alto cubrieron los del castaño en un beso necesitado, como si no hubiese estado probándolos durante toda la noche anterior. Tenían unos años conociéndose, casi cuatro para ser exactos, y eran así de cercanos desde el año nuevo, así que ya no era muy difícil saber lo que el otro necesitaba sin mucha palabrería de por medio. 

Y es que Seungyoun tenía ese efecto sobre él que lograba nublar su mente y poder olvidarse de todos los problemas, de todo el estrés. Sabia donde tocar, donde morder, donde pegar. Era algo mágico e ilógico a su vez, considerando que solo eran amigos.

— ¡Ah, Seungyoun!

Si, solo amigos.

Gimió el nombre de aquel hombre que se encargaba de morder su cuello con ímpetu, se podría decir que se le notaba incluso más ansioso que la noche anterior, cuando dijeron verse para ayudarse con un reportaje que el peli negro debía hacer en unos días. Si, claro, siempre era la misma excusa, nunca se reunían con la directa intención de follar, como finalmente hacían en cada momento que se encontraban solos en su apartamento.

— Vi tu entrevista, Wooseok.

Bastó ese simple susurro para que todo parase de repente, como si le estuvieran despertando de una realidad alterna. Incluso la erección que comenzaba a formarse en su pantalón no demoró en esfumarse por completo en segundos. Irritado, el más bajo empujó al chico que le miraba con un rostro de genuina preocupación, sentándose en aquella cama mientras pasaba sus manos por su cara con fuerza.

— Entonces sabes bien lo que me pasa, sabes muy bien quién es ese bastardo, ese maldito, ese, ese-- —

— ¿Aún te gusta? — Fue lo único que salió de la boca del chico semi desnudo a su lado, sin ningún tipo de tacto, incluso se podría decir que con un tinte de enojo, más esto no lo notó el pequeño enojado a su lado.

— No, me da asco, lo detesto, es una escoria en mi vida. Y hoy solo hizo lo único que sabe hacer, destruirme con sus simples palabras. — Se levantó de la cama, buscando algo en su clóset para poder cambiarse, aún seguía en aquel ceñido traje que debía usar cada vez que entrevistaba a alguien "importante". Si tan solo la gente supiera la calidad de persona que era ese idiota, era lo único que pensaba.

— ¿Estás seguro de eso, Wooseok? Te conozco, y sueles aborrecer a la gente que odias, no te alteras de esta manera. — Algo se quebró en su cabeza al escuchar aquello por parte del chico que se vestía sin más. Luego de ponerse una camisa gigante que le había robado a un viejo ligue tiempo atrás, se sentó a ver como Seungyoun terminaba de arreglar sus ropas, en silencio, pensando bien en esa pregunta. 

— No… 

Captó la atención del más alto, quien se giró a verle, ahora con un semblante serio, tan serio que si las miradas matasen, habrían perforado los ojos del pequeño castaño que comenzaba a acumular lágrimas en sus ojos.

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⏰ Last updated: Oct 08, 2019 ⏰

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enigma - seungwoo X wooseok / seungseok Where stories live. Discover now