🌺30 dias otp🌺 Gardienne x Ezarel *Eldarya* (Re-escribiendo)

▪■Día 2.0■▪

■▪Caricias/toques en cualquier parte▪■

La castaña estaba sentada en el acantilado viendo el mar desde ahí, sus ojos se posaban en las olas golpeando la roca fuertemente mientras el sonido que producían la calmaba.

Aunque esa relajación duraba poco al recordar que ya no podría regresar a su casa. Habían pasado ya 2 días desde que Miiko hizo que usara su energía y recuerdos de la tierra para una supuesta poción inhibidora de presencia, pero fue una completa mentira.

Sentía rabia contra la kitsune, contra el C.G. a pesar de que algunos fueron realmente amables con ella, solo podía pensar en que quería ir a su hogar.

Se levantó y caminó a la orilla del acantilado, extendió sus brazos juntando sus piernas en el borde, respiraba ese aire salado mientras las lagrimas bajaban por sus mejilla, levemente se inclinó hacía el frente dejándose llevar por la gravedad hacía la muerte.

Despertó sudando frió soltando un leve jadeo.

-¿Erika?-giró su cabeza en dirección al elfo-¿Qué te pasó?

-Ah, e-es que-carraspeó levemente-fue solo una pesadilla.

-¿Pesadilla, otra vez?

-¿Qué esperas que tenga ahora? ¿Sueños lindos? No lo creo-dijo entre amarga e irónica, Ezarel solo miró hacía abajo con culpa.

Si sucedió lo de la poción, pero Ezarel fue el que la hizo beberla, aunque fue por ordenes de Miiko sentía rabia hacía los dos, pero el elfo fue a su habitación a arreglar las cosas, entre llanto incontrolable la chica inevitablemente se quedó dormida, el elfo al notarlo solo la recostó en su cama y se quedó a su lado.

Tomó su mano juntando las entre sus dos palmas, la castaña solo se quedó viendo las manos del elfo dándole calor, pero no uno agradable o confiable, era más bien por compromiso, o al menos ella lo veía así.

-De verdad, no tengo palabras o acciones para arreglar mi error, el peor que cometí, pero quiero que creas en mi palabra cuando te digo que te protegeré de todo y de todos.

-¿Porqué confiaría en ti?-preguntó sin ocultar su rabia al elfo-ya no soy nada para nadie.

-Para mi lo eres.

-¡Por favor! Tú me odias, o al menos me menosprecias, te importo tan poco que no pudiste tener ni una pizca de compasión hacía mi por pensar en que extrañaría mi mundo, a mis amigos o familia, que tal vez no quiero quedarme aquí.

-¡Entiéndenos también tú por favor! Estábamos asustados, nos amenazaban no solo a nosotros, a todo el cuartel. Se que eso no es una excusa para lo que hicimos y que estuvo muy, muy mal...pero no eres la única que tenía mucho que perder.

-...-Erika lo miró tratando de entender su situación, pero no. Que se jodan- Ya déjame sola, no se por qué aún sigues aquí.

Ezarel suspiró viendo el suelo, después fijó su vista en la mano de la castaña, que temblaba levemente aún con los pequeños rastros del sueño. La tomó delicadamente y pasó su pulgar por sus nudillos haciendola ver confundida su mano.

-No me iré de aquí hasta asegurarme que estás bien- Ezarel esperó un poco antes de tomar con más seguridad la mano de la chica- Después de todo, prometí protegerte ¿Lo olvidas?.

-No hablabas en serio- rodó los ojos.

-Claro que si, así que ya no me discutas, Erika.

Erika dejó que Ezarel tomara su mano para luego que se sentara a su lado, recargó su cabeza en su hombro bajando levemente la guardia. Ezarel aprovechó ese momento para acariciar su cabeza y peinar levemente su cabello.

Desenredaba su cabello y su otra mano pasaba por sus hombros, para calmarla de la pesadilla y de la discusión. Erika dejó de estár tensa para cerrar sus ojos dejandose llevar por la calma que le brindaba ese momento, a pesár de ser con la persona que causó principalmente su perturbación.

Pasados unos momentos el elfo notó que la respiración de Erika se relajó, demasiado.

Al mirarla notó que esta volvió a dormirse, la recostó nuevamente y se levantó para ir a la puerta.

La miró por última vez.

-Descansa Erika, estaré aquí para ayudarte a salir de esto...entre los dos lo haremos.

Y salió de la habitación.

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Blee

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Molletes

Byee