Maldición III. En las garras del pasado

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Shaina los observaba en un día más de su vida. En ese instante, Ty aparcaba la motocicleta frente a la entrada de la mansión; Dairine iba agarrada a él y al bajar del vehículo se quitó el casco. 

-¿Por qué te castigas mirándolos, mi querida hermana? -susurró Eremus al oído de la Diosa. Ella frunció el entrecejo e intentó ignorarlo. Pero su hermano se paseaba por aquellos pasillos como si aún fuera un gran señor y tomó asiento a su derecha-. Pensé que ya habías olvidado al menor de los Mallister. 

Eremus, al igual que Shaina, también mostraba apariencia humana. En su caso la de un muchacho alto y delgaducho, de cabellos dorados. Llamaba la atención la feminidad de sus rasgos y también sus ojos azul cobalto.  

-Nunca podré olvidar a alguien tan vital como Tyrel -su voz era un murmullo. La mirada de la divinidad seguía fija en la pareja, que divertida hablaba en la amplia cocina de la mansión-. Y aún no sabemos cuándo lograremos salir de aquí. Sé que hemos hecho avances... -e inevitablemente miró las anillas que inmovilizaban sus muñecas. El tiempo del gobierno de Eremus en las entrañas siempre sería recordado por los avances tecnológicos que realizó. Las pulseras eran uno de tales progresos. El Dios las creó para controlar a aquellos que trasformaba; les sellaba su fuerza y los convertía en ejemplares muy serviciales. Cuando Remiel despertó de la tristeza que durante siglos lo apartó de la realidad, no dudó en beneficiarse del avance creado por su hijo para castigar a Shaina. Esos grilletes mantenían a raya sus poderes, pero Remiel desconocía que Eremus dio el cambiazo por unos que no limitaban su fuerza. 

-El cráter que nos permitirá visitar a Almos es cada vez más grande -prosiguió Shaina-, pero cada avance que hacemos es detectado por Remiel y Arima. Mientras tanto Tyrel y la rubia viven la vida que yo quise arrebatarles -enfurecida se puso en pie e hizo frente a Eremus-. Hasta hoy he guardado mis energías porque me lo has pedido, porque necesitas mi magia unida a la tuya para abrir el cráter, pero ¡se acabó! He de castigarlos por el daño que me están provocando, por castigarme a vivir bajo tierra. 

Eremus suspiró, cuando su hermana actuaba de esa manera lo único que podía hacer era complacerla o fingir que escuchaba su sermón. En este caso optó por la segunda opción. La Diosa, rabiosa por el gesto de su hermano, se agachó frente a él y deslizó sus dedos por la garganta del Dios. 

-Deseo desquitarme, lo anhelo. Nuestro plan por liberar a Almos se está retrasando. Necesito una razón para seguir viviendo. ¡Ansío vengarme aunque sea desde este agujero! 

La divinidad le lanzó una mirada fulminante y su mano se cerró sobre la de su hermana. 

-¡Estoy cansado de que recurras a mí cada vez que quieras un chute de energía! Si quieres castigar a esos humanos, ¡hazlo! Pero no me utilices como fuente de vitalidad -a continuación se puso en pie-. ¡Ya te has valido de mí durante mucho tiempo! Eres una Diosa muy poderosa. Una parte de ti puede castigarlos, asustarlos; al fin y al cabo estuvisteis muy unidos debido a la maldición -hizo una breve pausa-. Pero si he venido a verte es para informarte de que nuestros progenitores han salido. Están visitando los hongos gigantes, observando con meticulosidad que la fauna y la flora crece en las condiciones que debe ser -puso los ojos en blanco y prosiguió-. Hoy es el día para unir nuestros poderes e intentar abrir el cráter. Están muy lejos, no sabrán qué estamos haciendo y los guardias que han de velar por nosotros fueron mis más fieles súbditos. No nos cortarán la salida -habló aprisa y con enfado en la voz-. Hemos de marcharnos. 

-¡Te aseguro que un día pagarás muy caro tu desprecio! No olvides quién soy, ¡una Diosa Menor!, hija de Remiel y Aislin -replicó entre dientes-. No obstante, hoy, te obedeceré y también cumpliré mi venganza -de nuevo se giró hacia el espejo-. Conozco todos los secretos de Dairine, quién le asusta o incluso qué anhela. Ella es la culpable de que me lo hayan arrebatado todo... 

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⏰ Última actualización: Nov 01, 2014 ⏰

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