—Hola, soy el Profesor Venomous, y yo tengo hambre de poder— Su boca se sentía extraña de pronunciar esas palabras. No estaba agusto diciendo todo eso, pero debía hacerlo, debía dejarlo salir. —Todo empezó cuando era joven, en ese momento era un héroe— —¿Qué clase de héroe de vuelve villano?— Lo interrumpieron cortando su valor. Era verdad ¿Qué clase de héroe era? Un nudo se formó en su garganta.
—Bebe, aquí no juzgamos, y Venomous está hablando. Continúa— Las palabras se atoraron en el nudo que le obstruía la respiración, tenía que hablar. Tenía que ser honesto por una vez. —Cuando era héroe, no tenía suficiente con los poderes que poseía, quería más— Tragó saliva esperando que el nudo de su garganta se soltará, intento inútil. —Por culpa de esas armas perdí los poderes que ya tenía y ahora tengo que valerme de inventos, armas y una infante secuaz para no sentirme— Los rostro de todos los presentes estaban sobre él como en el momento que se llenaba de dudas y miedos, ese miedo. —Débil—
Se hizo el silencio entre la personas presentes. Venomous miró sus rostros uno por uno, nadie lo veía con admiración, pero tampoco le mostraban irá, era algo más empático, era, tristeza. No quería seguir viendo eso. Cubrió su cara con sus manos.
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—Con tal de tener poder, acepte cederle el control a una entidad maligna que convirtió a mi hijo en un mostruo— Venomous continuó. —Al final, él regresó a la normalidad, pero ahora su madre no me deja verlo y mi novio, bueno, exnovio, no quiere saber nada de mí. Tengo que atacar el lugar de trabajo de mi hijo para poder estar un poco con él a pesar de que él deseó un planeta para que yo lo atacará. Es un buen niño, mejor de lo que yo lo pude haber criado.— Venomous descubrió su rostro y miró sus manos púrpuras. —He visto que mi secuaz está siguiendo mis pasos, ya no sale de casa sin un glorb, cada vez consume mayores cantidades de glorbs y... No quiero que termine como yo, sola y sin poder estar con quiénes ama. Necesito ayuda—
Varios aplausos se escucharon en la reunión dentro de la habitación.
—Gracias por compartir con nosotros tu historia, Venomous, el primer paso para tu liberación es admitir que necesitamos ayuda, para eso estamos aquí, para ayudarnos— Dijo el moderador del grupo para sedientos de poder anónimos.
