Despierto (Ozzy pov)

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Hay algo acogedor en la oscuridad.

Después de un tiempo acunado entre los pacíficos brazos de su olvido, el despertar incomoda. Incomoda de la misma forma que ese escozor en mis ojos al salir de la penumbra que ha sido mi hogar durante seis meses. Parpadeo ante los rayos del sol que se cuelan entre las hojas de los árboles. Reconozco el bosque tras la casa de los Armstrong.

Tori me frota los hombros por encima del albornoz que me han colocado y que se pega a la sangre de mi piel. ¿Cuántas veces he perdido la piel? ¿Cuántas veces ha vuelto para cubrir mi cuerpo como si nunca se hubiera ido? Dejando solo la sangre como prueba del despojo.

No deja de maravillarme ser parte del mayor milagro de la historia dámara. El poder volver de la muerte una y otra vez por el toque de una mano.

Esta vez no ha sido Karen la que me ha traído de vuelta, sino su hermano. Como copycat es capaz de aprender los poderes de otros dámaros y su hermana ha debido enseñarle el suyo.

Estoy más desorientado que otras veces. Sin duda porque nunca había pasado tanto tiempo seguido como despojado. Tori me susurra que no me preocupe por nada hasta al menos darme una ducha y quitarme toda esa sangre.

Cuando salgo del baño me siento mucho más alerta. El rostro que veo en el espejo está exactamente igual que hace seis meses. Ni siquiera he palidecido por la falta de sol. ¿Y por qué debería hacerlo? Al fin y al cabo, ni siquiera tengo piel cuando estoy en ese estado. La conversión a despojado me deja exactamente con el mismo cuerpo, lo que quiere decir que soy seis meses más joven que el resto del mundo que recordaba. Soy seis meses más joven que mis amigos.

Están en el salón esperándome. Tori está de pie, frente al sofá, paseándose en círculos mientras se retuerce las manos y Kyle está repantigado en el sillón con el cuello doblado, contemplando el techo. Drake está a su lado con los antebrazos apoyados en las rodillas, mordiéndose las uñas. Cuando me ve aparecer, sus ojos se ensanchan y me pregunto si aun siente algo por mí o si esos meses junto a Kyle han borrado mi huella en su corazón.

—Siéntate, por favor —me pide, señalando el sofá frente a ellos. Sé que está ocurriendo algo. Evans me ha despertado. Karen no ha venido a recibirme y se supone que Kyle Dobrev y yo nunca volveríamos a vernos. Además noto la tensión en sus cuerpos. Menos en Kyle, por supuesto. Kyle nunca se estresa con nada. Se mueve para sentarse en la punta del sillón y alcanzar mi mano.

—¿Por qué estamos ambos vivos a la vez? —le pregunto sin más rodeos.

—¿No es maravilloso? —dice Kyle y deposita un beso sobre mis nudillos.

—Por supuesto, ¿pero cómo es posible? —insisto a sabiendas de que algo anda mal—¿Dónde está Karen?—. Hago la pregunta pero ya sé la respuesta.

 Karen le ha enseñado su poder a Evans para que este la convierta en despojada por mí, para quedarse en mi lugar, y que Kyle y yo podamos estar vivos a la vez. Tiene que ser eso.

Tori se moja los labios y Drake parece furioso. Pero Drake no soporta a Karen y no tiene sentido que se muestre enfadado con su sacrificio.

—¿Qué ocurre?¿Vais a decírmelo de una vez? —insisto.

Los tres intercambian una mirada y Tori asiente.

—Veras, Karen nos mintió a todos —comienza y frunzo el ceño—. Resulta que sí podía enseñarle su poder a Evans y traer a dos despojados de vuelta a la vez.

Abro la boca.

—Pero...¿por qué iba a mentirnos?

—Bueno, ella quería mantenerte durmiendo un tiempo.

¿Un tiempo?

Me doy cuenta entonces de algo que ha estado ahí todo el tiempo pero que no había notado hasta el momento. Lo cambiados que están los tres. Tori tiene el pelo más corto y en un estilo diferente. Drake y Kyle parecen haber perdido cierta redondez en sus rostros.

—¿Un tiempo? ¿cuánto tiempo? —pregunto, y un sentimiento de aprensión comienza a pincharme la boca del estómago.

Tori no me responde.

—¿En qué año estamos?

La chica asiente.

—Así es, no has estado durmiendo solo seis meses —me confiesa.

Frunzo el ceño y sacudo la cabeza confuso.

—No habéis querido traerme de vuelta tras los seis meses —deduzco.

—¡Nosotros no! —grita Drake y da un golpe en la mesa que hace resonar las cucharillas contra las tazas de té—. Ha sido tu muñeca diabólica.

Karen. 

Muñeca diabólica es mi apodo para la niña. Pero no tiene sentido, Karen me aprecia y se enfadó mucho cuando le pedí que me intercambiara con Kyle para que él pudiera volver a la vida durante unos meses.

—¿Por qué iba a querer mantenerme como despojado? Soy más amigo de ella que Kyle —inquiero confuso.

Tori suspira.

—Verás, Ozzy. Karen es una persona muy complicada. Ella tiene un mente distinta a la nuestra y sus sentimientos... —Tori hace aspavientos con las manos como si no encontrara las palabras correctas—. Y no debemos olvidar que ha sido criada por Parker Armstrong.

—Evans también fue criado por Parker y no se comporta como un psicópata caprichoso —protesta Drake airado.

—¿Disculpa? —le chilla Tori indignada— ¿Estamos hablando del mismo Evans que me metió en la cárcel para protegerme de su padre?

Drake alza ambas manos al techo.

—Lo que quiero decir es que Karen, los Armstrong en general, tienen una forma particular de amar que no es muy ortodoxa y...

—Ozzy, Karen quiere follarte —la interrumpe Kyle con practicidad.

—Electric —protesta  Tori indignada.

—¿Qué? —responde el rubio, encogiéndose de hombros con expresión inocente—. Parecías atascada, solo quería ayudar.

Trago saliva empezando a irritarme.

—No digas eso, Kyle, es solo una niña —lo amonesto.

Kyle se echa hacia delante y me mira directo a la cara.

—No, no lo es, mi amor —me corrige—. Llevas cuatro años durmiendo y ahora Karen tiene tu edad. Lo que era su plan desde el principio.

El golpe me deja sin palabras.

—¿Han pasado cuatro años? —mi voz sale demasiado aguda, y me rasco la frente un tanto mareado—. ¿Karen tiene mi edad?

—No deberías habérselo dicho tan de golpe —oigo decir a Tori, mientras Drake masculla palabrotas por lo bajo.

—Cuatro años —es lo único que puedo repetir en un murmuro sin aliento.

—Mi amor —me llama Kyle apretándome la mano—. No pasa nada, eres más joven ahora. Además han sido cuatro años aburridísimos. No ha habido ciudades masacradas, ni asesinatos de miembros del parlamento, ni guerras... un aburrimiento total.

Me muerdo el labio demasiado chocado como para apreciar el peculiar humor de Kyle.

—Así que Karen tiene mi edad —. Por alguna razón, imaginármela con diecisiete años es lo más chocante de todo. Lo que me demuestra el tiempo que ha pasado.

—Sí—responde Kyle y me acaricia la mejilla —. Prepárate mi amor, porque es más inteligente e hija de puta de lo que recuerdas.

ESCENAS EXTRA DE MI PIEL DAMARADonde viven las historias. Descúbrelo ahora