Querido octubre.
Te he echado de menos.
He conocido gente nueva, he dibujado nuevos rostros, he sentido nuevos nudos y me he vuelto a ilusionar.
Pero nunca he dejado de pensar en tí, en tus ojos, en tu mente, en tus hermosos hoyuelos cuando sonríes. Es que no es normal que alguien tan imperfecto me haga sentir cosas tan hermosas, tan lógregas, tan perfectas.
Me ha faltado el coraje, octubre, el ser capáz de decirte esto persona, pero prefiero escribirte, me siento más escuchada así. Cuando tenga valor de amarte, iré a ti, te besaré la mejilla y te recitaré todo mi amor mientras te miro a los ojos con júbilo, sin ningún secreto.
Me podré enamorar muchas veces, pero mis letras siempre te preferira a ti como musa, mi hermosa trágica historia.
He estado fantasenado mucho contigo octubre, ahí tú eres mío, nos pertemecemos. Sin embargo al despertar vuelvo a pisar tierra, en donde perteneces a alguien más. Así que vuelvo a esperar poder soñarte, nuevamente bajo mi almohada.
Fuiste relevante en mi vida, octubre.
