| 2 |

93 13 1
                                    

Abrí mis ojos lentamente aun sin moverme de la posición en la que me encontraba, divise, lo que supuse era el techo (blanco) de una habitación ,me senté, y mire la mesita que se encontraba a un lado de la cama, ahí estaban mis lentes los agarre y me los puse, luego destape despacio mis piernas.

Al ya no estorbarme las colchas, pise el frió piso y camine en dirección a una gran ventana.Ya estando ahí, mire a través de esta, el gran portón color negro y mas allá un frondoso bosque, no parecía como en las películas animadas, parecía mas como uno de terror.

Me recorrió un gran escalofrió al ver que no me encontraba en la planta baja como hace un rato, antes de caer dormida, sino en el segundo piso de esta gran casa, me aleje un poco y me dirigí a la puerta lista para escapar de este cuarto, justo antes de alcanzar el picaporte un mareo me hizo presencia, haciéndome agarrar lo primero que estaba a mi alcance, una gran alfombra que colgaba en la pared.

Ya un poco mas tranquila, pose mis ojos en lo que agarraba mi mano "la alfombra". Se notaba desde lejos que estaba tejido a mano, en el estaba una familia de tres integrantes. Una mujer rubia con ojos rojos, un hombre de cabello castaño y entre ambos un niño con las mismas características de la mujer.

-Se parece ah...- se puso a pensar unos cuantos segundos, hasta que se dio cuenta- el chico rubio?!- como un acto de reflejo se tapo la boca y se regaño mentalmente por su imprudencia.

Aun con la cara sorprendida dirigió su mano derecha y acaricio la tela justo en la figura del niño. Ella, sin quitar su mano de la tela sonrió bobamente, dentro de un minuto continuo así hasta que aparto la mano rápidamente, como si la tela la hubiese quemado y dirigió su mirada a la puerta.

-Tengo que salir de aquí- susurro para si misma, abrió la puerta y se encontró con un oscuro pasillo.

Camine lentamente sin saber en que dirección ir, topan dome y chocando con algunas cosas, parecía como que el pasillo no tenia final, algo que me aterraba. Seguí caminando hasta que algo agarro fuertemente mi brazo haciéndome doler. De un momento a otro me encontraba recargada en una puerta con la respiración agotada y con alguien encima.

Aterrada intente quitármelo de encima empujando con mis manos su pecho, pero este en un rápido movimiento agarro mis manos poniéndolas al costado de mi cabeza. Tenia unas enormes ganas de llorar y creer que esto era un sueño. Pero no todo esto era real.

-¿Que mierda haces afuera de tu habitación?-pregunto una voz que ella muy bien conocía, "el chico rubio".

Respiro aliviada y dejo de forzar su agarre. Pasaron unos minutos o tal vez segundos y ella no respondió.

-¿Acaso quieres morir?-volvió a hablar pero esta vez irritado.

-N_no-hablo nerviosa y algo asustada.

-Pues si no quieres, no salgas de tu habitación

-P_porque?

-Porque ellos rondan por las noches

-¿Q_quienes?

-Las personas que desean tocarte, poseerte y finalmente...tener tu alma

Ochako guardo silencio asustada y cerro los ojos con fuerza. Cuando los abrió el ya no estaba. Con algo de miedo volvió a caminar, pero esta vez en dirección a la habitación en la que se encontraba momentos antes.

Nunca olvidaría las palabras de aquel hombre.

.

.

.

Respiraba una y otra vez en la habitación oscura ahora un poco iluminada gracias a su celular. Intentaba enviar mensajes y llamar a taxis para que la llevaran devuelta ala ciudad...pero nada.

Se sobresalto al sentir unos golpes en su puerta, asustada se tapo con las colchas como si estas la protegieran, se quedo muy quieta y dejo de respirar al escuchar como la puerta se abría.

-Señorita Ochako, la están esperando para la cena- rápidamente la castaña se destapo y observo a la chica que tenia en frente.

Alta, cabello negro , ojos grises y un gran cuerpo.

- Discúlpeme por no presentarme- hablo la pelinegra haciendo una reverencia-mi nombre es Yaoyoruzo Momo...su sirvienta.

-M_mucho gusto-hablo finalmente la ojimarron-mi nombre es-fue interrumpida por la voz de la ojigris.

-Se quien es usted......si no le importa el amo Bakugou le envió este vestido-dijo extendiendo sus brazos y depositando la ropa en el borde de la cama.

-Gracias

Uraraka se levanto de su lugar y agarro el vestido en sus brazos, el cual era de color negro, y se dirigió al baño a cambiarse. Unos minutos después salio vestida y sin sus lentes.

-Vamos señorita-hablo Momo extendiendo un brazo a dirección de la castaña

-S_si

.

.

.

.

Y que les pareció el cap? no olviden votar y comentar

bye




Lo Que Nos Depara El DestinoWhere stories live. Discover now