—¿Cómo lo hiciste?. —Esto era tan asombrante para mí.

—De la misma manera que lo intente hacer con Dios pero no lo logre. Amo la lujuria, la vanidad, la soberbia y la envidia me tomaron, siempre deseo tener más de lo que tengo y por mi cuerpo y mi hermoso rostro lo logré. Lucifer, el dios más maligno se enamoró de mí y aproveché esa oportunidad para quedarme con todo, ¡Uff! Aún siento esos recuerdos vagando en mis pensamientos, ese imbécil hacia todo por mí. Es algo increíble ¿No? ¿Quién lo diría? Hasta la persona más mala se enamora y a la final termina perdiéndolo todo, ¡Claro! En este caso hablo de Lucifer. —Se levantó de la silla acercándose más a mí, su belleza me cautivaba pero no podía permitir que me venciera. —Y esto te lo cuento a ti, porque tú no me caes tan mal. Se podría decir que puedes ser mi esclavo personal cuando acabé con la maldita. —Me besó.

—Aléjate de él zorra...



****

Marilyn—



—Aléjate de él zorra. —Grité al ver que lo tenía contra la pared y lo besaba.

—No te pongas celosa Marilyn, solo fue un beso de amigos. —Sonrió.

En ese momento él cayó al suelo, las dos lo miramos, intenté acercarme pero esta no me dejó, la miré y ella sonrió maliciosamente.

—¿Qué le has hecho?.

—No te preocupes. Solo duerme. —Sus palabras no me convencían.

—¡Despiértalo!. —Grité autoritaria.

—Te dije que me vengaría de ti o ¿Acaso no escuchaste el teléfono?.

—¿Qué? ¿Tú lo hiciste?.

—Rió. —¿Y qué creías? Yo fui quien te marcó al celular la primera vez, yo fui quien atendí y yo fui quien hizo este plan para que cayeras en la trampa.

Corrí hacia ella y la tomé fuerte, de cabello, le di una patada que la tiré al suelo, fui a tomar un cuchillo pero esta me tomó del pie lanzándome, comenzó a arrastrarse hasta estar encima de mí, empezó a golpear mi espalda, se levantó un poco y allí logré voltearla haciendo que cayera, me levanté y agarré el cuchillo cuando de pronto.

—Hija no lo hagas. —Ella tenía a mamá pegada a su cuerpo, tomó un cuchillo que estaba a su costado y se lo colocó en el cuello.

—No le hagas nada a mi madre. —Dije asustada.

—Yo hago lo que se me de la gana ¿Ok?.

—Hagamos un trato ¿Si?. —Pregunté.

—¿Qué clase de trato?.

—Vamos a tu mundo y peleemos, si yo gano me devuelves a Zack y a Joe...

—¿Y si yo ganó?. —Preguntó.

—Te entregó mi alma.

—Mmm eso me encanta, hagamos... —No terminó la frase.

—Espera. Primero quiero un convenio de sangre.

—Ella abrió los ojos por el asombro. —¿Convenio de sangre? ¿Cómo sabes de eso?.

—No soy tan estúpida como crees, conozco de eso, además, se que si gano no querrás nada de lo que pedí, en cambio con el convenio de sangre se que si sera seguro.

—Pero estás al tanto de que si pierdes tu alma ya sera mía ¿Verdad?. —Sonrió.

—Si, lo se y si pierdo aceptaré las consecuencias que vendrán.

Apareció un pequeño demonio de entre las paredes junto con un papel el cual entregó en mis manos, este era el convenio de sangre, lo leí para confirmar que todo estaba bien y por lo que vi lo estaba, ella firmo del lado izquierdo y yo del lado derecho, nos hicimos unas pequeñas cortaduras en las manos y al caer en la otra aparecimos en otro lugar.

—¿Qué es esto?. —Pregunté confusa.

—Acá es donde quiero pelear contigo.

Estábamos en una isla pero esta no era normalmente como las que se ve, la arena de esta isla era de un color rojo oscuro, las puntas de las palmeras se encontraban fijas hacia arriba y los cocos tenía pequeñas espinas por todos lados, había un volcán gigante que lo rodeaban desde el cielo muchos cuervos, el agua era de un color azul oscuro y era de noche en este lugar.

—Aquí me tienes así que pelea. Sonrió.

Corrí hacia ella pero me golpeó fuertemente en el rostro tirándome al suelo, no sabía de donde había sacado tanta fuerza pero no me iba a dejar vencer, me levanté para tomarla pero esta me tomó primero y estrello mi cabeza contra una de esas palmeras, me tiró al suelo y caminó hacia atrás mientras se reía de mí, me levanté ya mareada pero esta me lanzo un golpe en el estomago sacándome el aire.

—¿Por qué no puedo hacerte daño?.

—Estás en mi mundo estúpida ¿No lo recuerdas? Acá puedo hacer y deshacer todo lo que quiera.

Con razón me lograba vencer, debí ser más astuta y pelear en mi mundo. Ella quebró una rama la cual tomó forma de cuchillo al instante.

—Entrega tu alma de una vez sonrió.

Al ya casi enterrarme el cuchillo una apareció y me movió de lugar, fue algo increíble.

—¿Qué? ¡No! Esto no puede ser posible. —Intentó enterrar el cuchillo nuevamente.

—Tomé el cuchillo antes de que lo hiciera. —Ahora me toca a mí disfrutar el momento.

La tomé de cabello y la puse a comer tierra, golpeé su rostro tan fuerte que deje unos cuantos moretones en esta y para terminar arranque el cuchillo de sus manos.

—Ahora si vas a morir estúpida.

Balance el cuchillo hasta que se lo enterré en su cuello, tenía muchas ganas de hacerlo desde siempre, verla sangrar, verla morir, verla como sufría, eso me lleno de alegría.

—Ahora dime ¿Dónde están los chicos?.

—En el volcán. —Susurró como pudo y cerró los ojos...

No te metas con ella [Borrador]Where stories live. Discover now