Al ver a Frank Castle la única palabra que se viene a la cabeza es "delincuente".
No es que lo sea, pero para las personas es fácil suponer que si, su vestimenta no ayuda mucho, siempre vistiendo de negro, con sus chamarras de cuero, sus cadenas en el cuello, todo un cliché de "chico rebelde".
Al salir a caminar la gente lo evita, pues su rostro a menudo tiene moretones o pequeñas heridas, como hoy su labio inferior esta partido, pues había tenido una pequeña pelea con un idiota.
Y Matt Murdock era lo contrario.
A pesar de su ceguera siempre quería lo mejor para los demás, se preocupaba por todos. Sus calificaciones eran las mejores, se llevaba bien con todos.
"Un pan de Dios"
Ambos eran polos totalmente distintos, no podían haber dos realidades distintas en el mismo mundo.
Eso es lo que se creía.
Matt salía de sus clases, se despidió de Foggy su amigo y se encaminó hacía la misma banca de siempre. Sabía el camino de memoria.
Tomo asiento y se dispuso a esperar.
Pasaron unos minutos hasta que sintió que alguien se poso frente a el, enseguida sonrío.
-Llegas tarde - El peli rojo se puso de pie.
Un par de manos lo tomaron por la cintura.
-Tuve unos inconvenientes, ¿nos vamos? - Frank le sonrío a su chico, este solo asintió de igual manera.
Ambos caminaron tomados de la mano hacía el departamento que habían comprado, era pequeño, pero perfecto para ellos.
El camino fue tranquilo.
Al llegar Matt fue directo al sofá, estaba cansado de tantos exámenes.
Frank cerro la puerta, rió al ver como su Rojo se tiro como si nada al sofá.
El de mayor estatura camino hacia donde estaba su novio, se sentó sin llegar a molestarlo.
Matt se acomodó mejor, su cabeza ahora estaba en las piernas de su pareja. Frank acariciaba los cabellos de su peli rojo.
De un momento a otro Castle se acerco a Matt para besarlo, este obviamente correspondió.
Frank gimió cuando Matt mordió donde su labio estaba herido.
Cuando se separaron el peli rojo tenía una ceja alzada.
-¿Esta vez con quien? - Preguntó interrogante.
Frank suspiró.
-Fue solo un idiota, no tienes por que preocuparte - Le respondió, para ese momento Matt ya se había sentado.
-Frank... me lo prometiste - Se escuchaba un poco decepcionado, el mencionado se sintió mal. -Al menos dime a quien golpeaste - Matt insistió.
Frank no quería decirlo, pero tampoco quería que Matt le dejara de hablar por sus estupideces.
-Te lo diré, pero no te enojes... Por favor - Pidió.
Tomo aire.
-Dexter - Soltó casi sin quererlo.
-Ay no puede ser...- Matt se cubrió el rostro.
-Si... -
Hubo un momento de silencio.
-Por favor dime que no fue por que me coqueteo - Matt hizo un puchero.
El solo recordar eso hizo que Frank volviera a molestarse.
-¡Fue su culpa! Se lo advertí demasiadas veces, el no hizo caso, no es mi culpa - Frank se cruzo de brazos molesto.
Matt suspiró y abrazo a su novio.
-Yo debería de estar enojado - Susurró en el hombro del otro.
Frank seguía igual, no movió ni un dedo.
-Oye, sabes que el jamas me llamaría la atención - Matt llevo sus manos al rostro de Frank, obligando a mirarlo.
-Sabes que te amo, ¿cierto? O lo dudas - El rostro de Matthew demostraba inseguridad.
Frank rápidamente lo abrazo dejándolo en su pecho.
-Nunca dudaría de ti, de los demás si, de ti jamas - Castle aflojó un poco el abrazo, para ver a su chico mejor.
-Entonces, ¿por qué...? - Matt tomo su mano para darle confianza.
Frank no sabia si decirle, pero si esa era la manera de alejarlo del otro lo haría.
-El en verdad es un idiota Matt, el solo quiere lastimarte, me lo dijo, y aun así se atrevió a burlarse de ti, de nosotros, no lo iba a ignorar, si me vas a odiar adelante. Pero no dejare que te haga daño, ni el, ni nadie - Frank no hacia las cosas solo por que si, siempre tenía sus razones.
Matt le sonrió, realmente Frank no era esa persona que todos describían, no tenía nada que ver con su apariencia, en el si aplica el dicho "las apariencias engañan".
‐Te adoro en serio - Le dijo para después besarlo por toda la cara, ganándose pequeñas risas de Frank.
Se detuvo y se puso serio por un momento.
-Por favor prometeme que si algo así vuelve a pasar me lo dirás antes de que hagas algo estupido, ¿si? No quiero que te pase nada malo por mi culpa - La notable preocupación hizo que a Frank se le ablandara el corazón.
Castle lo pensó bien, Matt tenía razón, no valía la pena meterse en problemas por idiotas sin cerebro.
-Bien, tu ganas Rojo - Matt sonrío victorioso. -Solo por que eres lindo -
Frank se lanzo sobre este besandolo, las risas del otro eran música para sus oídos.
Pobre diablo al que se le ocurra lastimar a Matt Murdock.
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