—Me encantaría, pero recuerda que tengo un pequeño premio que quisiera conocer primero.

—Pero lo reviviste hace unas horas, madre. Creo que deberías darle tiempo en lo que se adapta al proceso de sustanciación.

—Cinco horas fueron más que suficientes. Además tiene unos ojos tan son hermosos, y ese cabello me hace pensar en tantas cositas que podría hacer con él en cuanto llegué a casa.

—Solo espero que no lo uses como tu organizador de armario.

—Es un trabajo muy importante. Cada prenda merece ser cuidada a detalle y sí esos idiotas no saben responder a tales ordenes uno debe actuar acorde su categoría. Pero no creo que tengamos tiempo para discutir esas tonterías. Las veo en una hora, chicas.

—Sí madre —Riley tomó la respuesta como un momento en que su madre no iba a estar ahí para molestarla.

Un gran alivio,

Tanto a ella como para mi porque solo tendría que caminar a lado de Riley y mi madre en un pequeño trascurso de solo cinco minutos.

Cinco hermosos minutos que me traían paz.

Ellas solían ignorarme cuando platicaban entre sí porque se entendían, como sí Marron fuesen su verdadera madre.

Riley siempre admiró a Marron porque tenía un cargo mayor al que ella iría a heredar. Y no necesitaba ser una "experta" para darme cuenta de que Marron sería capaz de decirle a Riley "como quisiera que tu fueras mi hija" porque ella podía plasmar lo que yo no era.

Momentos así eran los que me hacían desear haber nacido como un miembro del Sexo Imperfecto porque ellos no tenían que lidiar con el destino de Shane Whintinfield. Una Imperfecta atrapada en la vida de un miembro Perfecto que ahora debía cumplir con la parte de tener que ir al gran Sótano.

Un lugar repleto de Imperfectos obligados a mantenerse en silencio y encadenados porque eso les impedían cualquier contacto con nosotras, a menos de que lo permitiésemos, y por esa razón la mayoría nos veían como sí estuviesen ante de un monstruo.

—Wow —y Riley era la prueba de que estaban ante algo peor— ¿esto es enserio?

Riley solía torturar a sus Imperfectos en la escuela, poniéndolos a hacer tareas humillantes o gritándoles cualquier tipo de insultos en idiomas que no reconocían, como el chino o mandarín, pero para eso primero tenían que ser seleccionarlos y el hedor era lo primero que criticaba porque era lo que decía como irían a oler estando dentro de su casa.

Una prueba muy estupida.

Nadie podía evitar traspirar luego de haber estado en el torneo de la vida huyendo de esas cosas.

—Hiejjjj —una realidad a la que Riley nunca se asociaría.

Los tres emanaban un potente hedor, como sí no hubiesen tomado un baño en días; ninguno tenía indicios de sobrepeso, pero sí diversas marcas en su piel y uno parecía que le faltaba un diente.

—Que asco.

—Lo sé —intervino mi madre— pero ya se te ocurrirá algo.

—Quizás un buen baño antes de meterlos a mi casa —Pero yo sabía que en el fondo solo existía un método que Riley solía recurrir para cambiar de parecer y era sí los números de su tablet dijesen lo contrario—. A ver, qué tenemos aquí... Estos tipos a simple vista son asquerosos, pero fuertes..., sus nombres son Jack, Adam y... "Pete", Pero qué nombre tan estúpido es ese.

—Es derivado de Peter —intervine—. Como Peter Pan.

—Sí, la obra del Imperfecto que secuestraba niños ..., bueno volviendo al tema. Ninguno tiene más de veinticinco años o alguna enfermedad y sus signos vitales se ven en buen estado.

EXPERIMENTOS LOS ORÍGENES, DOMINADOS, Libro 2Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora