—¿Esos serán tus nuevos estudiantes? —preguntó Kakashi recargado en el marco de la puerta de la cocina.

—Sí –respondió Gai disimulando su sorpresa.

—Traje la cena —señaló Kakashi.

—Gracias Rival —Gai le sonreía al otro, le gustaba la extraña cortesía que Kakashi en ocasiones podía mostrar.

Los dos estaban en la mesa, esa vez era un poco de comida china, no hablaban nada de manera específica, únicamente cosas cotidianas, ya que a ninguno le gustaba tocar el tema de ANBU.

—¿Puedo? —pregunto Kakashi tomando las carpetas.

—Claro —contestó Gai mientras seguía comiendo.

Kakashi revisó detenidamente cada uno de los expedientes, Gai lo miraba de reojo, buscando la más mínima reacción en la cara de su rival. Kakashi terminó de leer, juntó sus manos frente a su rostro con un gesto pensativo, y después comenzó a reír.

—¡Te jodieron! —dijo entre risas—. ¡Realmente te jodieron Gai!

—¡Qué! —decía intentando entender las palabras de Kakashi.

—Supongo que por ser el Sensei novato, te dejaron a los genin que los demás no quisieron –señaló Kakashi.

Aunque era justamente lo que había pasado, no estaba dispuesto a seguir alentando las palabras de su rival.

—¡Dame eso! —Gai intentó quitarle los expedientes a Kakashi, pero éste no se los dio.

Kakashi abrió el primer expediente y le dijo a Gai. —La primera es una chica, su nombre es Tenten, ni siquiera tiene apellido, es una huérfana. Es una genin promedio, no es gran usuaria ni de Ninjutsu ni de Genjutsu, tampoco posee gran fuerza física, ni el intelecto más brillante. Es sólo una Kunoichi promedio, no tiene un solo talento que resaltar.

—Y esto se pone mejor —continuó hablando Kakashi —. Hyūga Neji, si, de esta pequeña maravilla ya había escuchado hablar. Un Hyūga, un pequeño genio del combate, además de tener muchas habilidades, y ser un genin bastante sobresaliente para su edad. Pero quita esa cara de satisfacción, no es lo que parece, no te preguntas por qué los demás no lo eligieron.

Kakashi se quedó observando la cara de incredulidad de Gai. —Es un pequeño desgraciado —Gai dejó escapar un pequeño gemido de indignación ante las palabras de Kakashi.

—No me malinterpretes, no lo digo por ofender. Además, ya sabes que en pequeños bastardos engreídos tengo una experiencia cercana —una ligera risa se escapó de Kakashi —. Es un engreído, no sabe trabajar en equipo, cara dura por excelencia, sin respeto a sus maestros, además, de que parece que está muy enojado con su clan, bueno, con ese clan quién no lo estaría.

—Kakashi los estas juzgando sin conocer —decía Gai llevando su plato hasta el lavabo.

—Gai, no te digo esto para joder —aunque si lo hacía un poco —. Sé lo mucho que has deseado esto, no me gustaría que tuvieras una mala experiencia con tu primer equipo y renunciaras a la idea de ser Sensei.

—Eso nunca pasará Kashi —Gai se recargó contra la mesa —. ¿Y bien? ¿Quién es el último?

Kakashi dejó escapar una carcajada. —Si yo fuera tú, y no estuviera tan seguro de mis actividades privadas le pediría una prueba de paternidad a la madre de este niño.

—¡Rival! —la cara de Gai estaba completamente roja.

Kakashi le pasó la foto, en efecto era bastante parecido a él, únicamente que cuando el chico había nacido Gai tenía trece años, y bueno tenía casi los mismos años que la edad de los genin "jugando" con su eterno Rival.

—Rock Lee —decía Kakashi—. Estoy seguro que el Sandaime lo aceptó porque se acordó de ti, sólo que a diferencia tuya éste pequeño no puede usar ni el más mínimo genjutsu o ninjutsu. Tal vez en ese sentido este chico sea el más apropiado para ti, pero aun así será bastante complicado, pero bueno eres el genio del trabajo duro.

Kakashi se levantó de la mesa, le dio los expedientes a Gai, además de darle un beso y se fue rumbo al baño.

—Tomaré una ducha y después me iré a dormir. No tardes demasiado —Gai únicamente hizo un sonido de aceptación.

La Bestia Verde se quedó un rato más en la cocina releyendo los expedientes, y pensando en lo que le había dicho Kakashi. Él siempre soñó en convertirse en Sensei.

—¡Enseguida regreso Kashi! —le gritó a su Rival, tomó las carpetas y salió por la ventana, pese a que se encontraba en piyama.

Sabía que Iruka permanecería hasta muy tarde, ya que se estaba encargando de todo el papeleo de los demás equipos.

—¡Iruka-kun! –gritó al momento de entrar a la oficina de su compañero, haciéndolo tirar los documentos que tenía en las manos

—¡Gai! —Iruka tocaba su pecho e intentaba recuperarse del momento poco agradable.

—Lo he decidido —la voz de Gai sonaba determinada —. Los quiero, estos tres genin serán mi equipo, a partir de mañana serán el Team Gai.

—¿Seguro? —preguntó Iruka—. ¿Revisaste bien los expedientes?

—Claro que lo hice Iruka-kun, y estoy seguro de mi decisión —Gai estaba sonriendo tan emocionado, que Iruka pensó que estaba por tener un ataque de algo.

—No son el mejor equipo de este año, pero si estás dispuesto a intentarlo aprobaré el equipo —Iruka le sonreía a Gai.

—Una huérfana, un pequeño genio engreído y un ninja sin talento —decía Gai emocionado —. En esas tres áreas tengo experiencia ¿Qué clase de Sensei sería se me rindiera antes de intentarlo?

Iruka sonrió, tal vez porque las palabras de Gai por un instante le recordaron a sí mismo. —Bueno Gai, supongo que estos genin oficialmente tienen Sensei, y no es otro que la Bestia Verde de Konoha.

—Sensei, ¡ahora soy Sensei! — Gai abrazó fuertemente a Iruka y comenzó a saltar de emoción.

—Sí, ya lo eres, pero creo que me fracturaste una costilla —dijo Iruka riendo.

—Lo siento —se disculpó Gai, dejó los expedientes, y una vez más le agradeció a su compañero y se marchó.

Cuando regresó a su departamento seguía emocionado, tomó una ducha rápida, se puso otra piyama limpia y se dirigió a la habitación. Se deslizó lentamente bajó las cobijas, aunque sabía que Kakashi fingía dormir.

—Kashi —susurró lentamente.

—¿Qué pasa Gai? —preguntó con voz perezosa.

—Ya soy oficialmente Sensei —Gai no podía ocultar su emoción.

—Lo sabía —fue la respuesta de Kakashi—. Lo supe desde que llegaste, cuando vi tu cara, sólo alguien como tu podría hacer de esos niños unos excelentes ninjas.

—¿Entonces por qué molestarme? —preguntó Gai abrazando a Kakashi.

—Porque es divertido —Kakashi sujetó las manos de Gai—. No me gusta la idea de compartirte con alguien más.

—Eres un idiota —Gai hundió su cara en el cabello de Kakashi.

—Lo sé, pero ahora hay que dormir. Ya que mañana será tu primer día con tus alumnos Gai-Sensei —Kakashi puso un énfasis espectacular en la última palabra.

La cara de Gai se puso completamente roja, lo bueno es que la oscuridad de la habitación no lo había delatado. Sensei, fue la palabra que acompañó sus sueños esa noche.

GRACIAS POR LEER, ESPERO SUS COMENTARIOS.

DE LO COTIDIANO, LO ABSURDO Y LO EXTRAORDINARIOWhere stories live. Discover now