2. Tatooine

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–¡Maestro! Creo que aún está viva –escuchó junto a ella la voz de un niño. Aún no podía moverse–. Tiene un sable de luz.
–Es jedi, como nosotros, joven padawan. ¿Puedes percibir la Fuerza en ella?
–Sí, maestro –respondió el niño.
–Ahora la ayudaré a recuperarse –Ramly sintió calor reconfortante que recorrió su cuerpo. Despertó totalmente, estaba llena de energía. Vio junto a ella a un hombre joven, de ojos azules, voz suave, pero a la vez llena de fuerza, cabello castaño claro y, junto a él, a un niño también de cabellos claros y una fina trenza que colgaba sobre su hombro derecho. El joven le sonrió –bien, dama desconocida, bienvenida al mundo.
–Gracias –respondió ella, al tiempo que observaba detenidamente al joven y al niño. Éste último estaba muy serio, pero pronto le regaló una sonrisa. Ramly percibió el gran poder que los rodeaba. Miro el paisaje, estaba en un lugar desértico y caluroso. No logró reconocerlo.
–Bien, joven jedi, debes estar muy cansada, necesitas recuperarte. Te llevaremos a un lugar seguro –Ramly dio un respingo al oír la palabra "jedi" de forma tan relajada.
–¿Dónde estamos? –preguntó con voz temblorosa. ¿Cómo había llegado hasta allí? ¿Dónde estaban los espejos?
–En las afueras de Mos Espa, en el planeta Tatooine. ¿Sucede algo malo?
–Mos Espa –repitió ella, confundida, bajando la voz, perturbada–. Yo... no lo sé... yo...

El joven maestro jedi la miró detenidamente

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El joven maestro jedi la miró detenidamente. Ella se sintió un poco intimidada, pero estaba tan confundida y agotada que necesitaba urgente algún refugio. No le quedaba otra alternativa que confiar en él.

–Lo mejor es que vengas con nosotros –decidió al fin el jedi, sus ojos reflejaban ternura–. Vamos rumbo a Naboo, nuestra nave partirá a media tarde, así que aún es tiempo de comer algo, pero antes, toma –él sacó una pequeña cantimplora y se la tendió–, necesitas un poco de agua –ella lo miró agradecida y tomó un sorbo. Se sintió bien, suspiró más tranquila. Luego, miró al maestro jedi, quien tenía sus ojos fijos en ella. Estaba conmovida por la mirada del joven, quien se levantó y tendió su mano para ayudarla. Ella aceptó y al tocarse, una extraña sensación recorrió sus dedos. Eso la hizo sonreír. Él también sonrió.
–¿Qué fue eso? –preguntó.
–La Fuerza –fue la sencilla respuesta. ¿Qué más podía ser?

El niño había observado todo en silencio. Recordó la primera vez que vio a esa joven tan hermosa, la doncella de la Reina Amidala de Naboo, Padmé, quien despertó en él sentimientos tan fuertes que lo único que quería era volver a verla, y al mirar a esa padawan perdida en el desierto también sintió algo especial por ella. Recogió la linterna que ella había dejado caer al levantarse y se la tendió. La joven sonrió y le dio las gracias. El niño la tomó de la mano.

–¿Cómo te llamas? –ambos jóvenes lo miraron sorprendidos

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–¿Cómo te llamas? –ambos jóvenes lo miraron sorprendidos. Ese pequeño detalle no se le había escapado al niño. Ramly asintió.
–Soy Ramly Arem.
–Yo, Anakin, mucho gusto en conocerte.
–Y yo soy Obi-Wan Kenobi. Anakin es mi padawan –al escuchar el nombre del joven, Ramly se estremeció, pero disimuló con una sonrisa. Conocía ese nombre, pero no recordaba con qué se relacionaba. Sabía que era algo importante, pero no estaba segura. Cuando descansara, pensaría en el asunto. Así siguió al maestro jedi a través de las calles de Mos Espa.

"Todo esto es muy extraño. La luz en los espejos, de alguna forma me han hecho viajar hasta este planeta, pero no reconozco el nombre de la ciudad. Sé que en Tatooine está Mos Eisley, pero Mos Espa... no entiendo, ahora si Obi-Wan...", sus pensamientos la golpearon de pronto. Luke le había comentado acerca de su maestro jedi, Obi-Wan Kenobi, con quien partió desde Tatooine hacia Alderaan, antes de la destrucción de la Estrella de la Muerte. "No puede ser", se dijo asustada, "si él es el maestro de Luke, entonces yo estoy, los espejos... ¡me enviaron al pasado!". Tembló y sintió que sus piernas se doblaban. El joven maestro jedi la sostuvo antes de que cayera al suelo, la miró preocupado.

–¿Sucede algo malo? –él tomó su mano.
–No me siento bien –la cabeza le daba vueltas, su vista se nubló, sus oídos dejaron de percibir los sonidos y ni siquiera sintió que Obi-Wan la tomaba entre sus brazos.

Ramly estaba frente al Comandante Skywalker. Se disculpaba por su fracaso en la misión y lamentaba informar que solo había encontrado una cueva llena de espejos. Luke la miraba sin decir palabra, sin gestos que delataran sus pensamientos. "Lo único extraño", concluyó Ramly, "fue que vi al maestro Obi-Wan Kenobi, o al menos creo que era él, pero supongo que solo fue un sueño". "¿Un sueño?", respondió Luke, "la realidad muchas veces puede parecer un sueño, sin embargo, solo podemos saber qué es verdad, cuando nuestro corazón nos lo dice". Ella lo miró extrañada y replicó, "entonces, ¿tal vez no fue un sueño?".

Por segunda vez sintió ese calor reconfortante a través de su cuerpo. Estaba acostada sobre un camastro rústico, pero cómodo. Abrió los ojos y vio al joven llamado Obi-Wan sentado junto a ella. Sonrió, al menos estaba a salvo, al mirar a su alrededor, vio unas paredes de adobe que aislaban muy bien del calor del exterior. Junto al camastro, una mesita en la que había un vaso con agua. Obi-Wan lo tomó y se lo tendió. Ramly lo recibió agradecida, aunque un incómoda por mostrarse tan débil. Su cabeza trabajaba a toda velocidad, recordó las palabras de Luke y pensó que su mente tal vez le estaba jugando una mala pasada, pero esto se contraponía a la sensación que todo era real. Luego, sus pensamientos la llevaron a la cueva en el planeta Ossus. "Los espejos son una puerta al pasado. Si esto es verdad, podré desarrollar mis poderes jedi", esto la tranquilizó un poco. Estar lejos un tiempo de la guerra entre la Alianza y el Imperio era una buena forma de descansar, pero el miedo a no poder regresar nunca más a su época la invadió.

–Me parece que tu salud está bastante delicada, joven Ramly –sentenció Obi-Wan. Ella lo miró derrotada, él sonrió–. No debes desanimarte. ¿Puedes contarme cómo llegaste a Mos Espa? –la pregunta confundió a Ramly. ¿Cómo podría contarle su verdadera procedencia? ¿Él le creería? Suspiró, pensando en una respuesta aceptable.
–Mi maestro jedi murió hace poco, estaba buscando otros jedis para seguir con mi aprendizaje. No pudo decirme dónde podría encontrarlos, así que me embarqué sin rumbo fijo –la joven pensó que su mentira no la creerían. Para su sorpresa, Obi-Wan no preguntó nada más.
–Entonces tu camino es hacia Coruscant. Puedo llevarte y presentarte ante el Consejo Jedi, pero antes debemos ir al planeta Naboo, Anakin y yo tenemos un compromiso pendiente allí –ella asintió–. Ahora traeré algo de comer –Ramly lo tomó del brazo.
–Iré contigo, no me gusta estar acostada como una enferma –él asintió sonriendo.
–Si te sientes mejor...

Ramly sintió que su destino iba por buen camino y agradeció la oportunidad. Sin embargo, temía dar un mal paso, sospechaba que algo malo sucedería en un futuro próximo y temía también por el casi imposible regreso a su tiempo. Pero ya habría podría pensar en todo eso. Ahora, solo debía conocer más acerca de ese tiempo y lugar.

El Espejo del Tiempo (fanfic Star Wars)Where stories live. Discover now