-¿No piensas chillar de emoción o algo? ¡Pensaba que iba a lograr sorprenderte de una vez por todas! –protestó Fiona con un mohín de disgusto.

-Es perfecto –dije de todo corazón-. Muchísimas gracias, Fiona. Por todo.

Ella me guiñó un ojo y me tiró las llaves, que llevaban un coqueto lazo rojo.

-Sube, vaquero, y vayamos a celebrar tu graduación por todo lo alto –me propuso mientras se subía al asiento del copiloto.

Me eché a reír de buena gana mientras me quitaba la toga, subía al coche y la lanzaba al asiento trasero. Fiona me lanzó una mirada aprobadora mientras metía la llave en el contacto y el coche cobraba vida bajo mis manos; arranqué y salimos de allí a toda prisa.

Mientras conducía por la ciudad, buscando algún restaurante donde poder celebrar mi graduación, Fiona comenzó a rebuscar en su bolso y me mostró mi móvil. Lo miré sin entender qué quería decir.

-Una tal Grace no ha parado de llamarte –me explicó y cogí aire abruptamente. Por lo general, era yo quien solía llamarla; Grace únicamente lo hacía cuando se trataba de una emergencia-. Al final se lo he tenido que coger y me ha pedido que te diga que la llames. Que es algo importante.

Procuré que no se me notara lo nervioso y preocupado que me ponía aquella llamada. Fiona me indicó que cerca de donde estábamos había un buen restaurante y conseguí aparcar cerca de la puerta del sitio donde íbamos a comer; le pedí a Fiona que fuera entrando y cogiendo mesa mientras yo hacía la llamada.

Grace no contestó hasta el cuarto timbrazo.

-¡Chase! –exclamó con voz fatigada-. ¡Por fin consigo dar contigo! ¿Quién era la chica esa que me ha respondido antes?

No pude contener una sonrisa ante los recelos de Grace a la idea de que yo también hubiera empezado a salir con alguien. Sin embargo, decidí ser sincero:

-Es la cazadora que se ha encargado de mí desde que me fui –respondí y me volví a poner serio-. ¿Ha pasado algo, Grace?

Se aclaró la garganta.

-Me gustaría pedirte un pequeño favor –problemas, problemas y más problemas, me advirtió mi instinto-. Dentro de un par de días es nuestra graduación y… bueno, creo que a Mina le haría ilusión verte.

Apreté la mandíbula con fuerza ante su descabellada idea. Tenía pensado regresar a Blackstone, sí, pero no entraba en mis planes de futuro tan inmediatos; comencé a moverme para intentar mantener la calma. La idea de volver a Mina después de tanto tiempo había conseguido que mi corazón arrancara a latir descontroladamente y la garganta se me secara.

Lo que sabía de Mina durante todo aquel tiempo había sido gracias a Grace y ella me había confesado que apenas hablaban de mí, tras una buena temporada en la que Mina estaba segura que yo me pondría en contacto con ella. Eso había querido decir que, poco a poco, había dejado de pensar en mí… que me había olvidado.

-¿Vendrás, Chase? –preguntó Grace, con voz trémula-. Por favor.

Solté el aire que había estado conteniendo.

-No lo sé –respondí con sinceridad-. No creo que sea una buena idea, Grace. Ella ya… ya ha conseguido pasar página. Verme solamente hará que recuerde todo el dolor que le causé… No quiero eso para Mina.

-Piénsatelo, al menos –me pidió Grace-. Muchos de nosotros te echamos de menos. Incluso quien tú crees que no.

Me despedí de ella prometiéndole que la llamaría con mi decisión y entré en el restaurante; Fiona me saludó desde un reservado y yo me dirigí raudo hacia nuestra mesa, deslizándome sobre uno de los sofás de cuero y procurando que no se me notara nada en la cara.

Growl. (Saga Wolf #2.)Where stories live. Discover now