CARTA A TU LATENTE AUSENCIA

16 3 1
                                    

¿Vamos a seguir viviendo del modo en que lo hacemos?

Tu por allá, yo por aquí, como líneas que nunca se podrán tocar de nuevo, manteniendo nuestra vista al frente , ¿sin voltear atrás?.

Llegas a casa y me escabullo.

Trato de mantenerme al margen.
No irritarte
No incomodarte
No estorbarte.

Sin embargo no puedo conseguir ser invisible para ti siempre.

Palmeas mi hombro esperando una respuesta, quizás estés esperanzado, quizás solo deseas que te dé la bienvenida, quizás deseas que sea receptiva y lo suficientemente lista como para entender tu situación.

"Estoy agotado no necesito algo más con que lidiar ahora"

"No querrás saber cómo estuvo mi día así que ve a olvidar que estoy aquí solo para mi breve desapego a la realidad de mi rutinaria vida"

"No puedes seguir siendo egoísta y olvidar que soy un adulto y tú solo mi hija".

Sí.

Estoy maquinando tus intenciones mentales al desviar tu atención de la única persona que cuidará de ti cuando no puedas moverte con facilidad.

Estoy interpretando tus pensamientos tan solo con tus movimientos hacia mí..

Movimientos que parecen querer llenar tu conciencia.

"Le estoy dando lo que necesita: no hay nada mejor que vivir cómodamente".

Te sorprenderías si supieras lo mucho que contradigo a tu filosofía.

¿Que si extraño tu cercanía?

Creo que no.

Me enseñaste a tener expectativas realistas.

Me enseñaste a dudar antes de tomar la mano de alguien más.

Me enseñaste a caminar con sigilo, a examinarme y examinarlos.

Me enseñaste a adaptarme , que aunque creas que las necesidades vitales están satisfechas es todo lo contrario: no me siento viva.

Quizás estoy viviendo un sueño.

Un sueño dónde soy un títere.

Un sueño dónde me apego a tus órdenes.

Una sueño dónde escucho tus ronquidos al regresar a casa durante la madrugada sabiendo que no me esperarías nunca porque nunca descifraste quien era la portadora de tu ADN , del nombre que escogiste, de ese título en el árbol genealógico que muy poco usas para referirte a mi.

En ocasiones no puedo estar cómoda a tu lado.

No hay temas de conversación.
No hay interés.

Camino a tu lado y aligero el paso solo para mantener una distancia.

Después de todo hay una barrera invisible de la cual dudo que hayas notado donde se encuentra, cubierta de la arena que desborda entre tus dedos.

Camino y escucho tus pisadas a lo lejos.

No aguardaras por mí ni yo por tí.

El rastro de cada huella en la arena que pronto es borrada del alcance visual , (¡Buen viaje ráfagas!) es similar al peso de tu ausencia en mi vida.

Pronto se desvanece hasta que parecen que nunca estuvo ahí.


|Lo que nadie se atrevió a decir....|Where stories live. Discover now