—Ojalá pudiera recordarte, pero ver las fotos, escuchar lo que tú me has contado... No me trae recuerdos de nada, lo siento —le dijo afligido, entregándole el celular.

—No importa, de todos modos lo seguiré intentando. Podríamos seguir viéndonos, hablar.

—Sí, tal vez podríamos.

—¿Y tú cómo te encuentras? ¿Estás bien? ¿Dónde estás viviendo?

—Estoy bien, vivo con un amigo, Gillian. Él fue quien me encontró.

—Me encantaría poder conocer a ese muchacho, y agradecerle por todo lo que ha hecho por ti.

***

—¿Y entonces? ¿Qué ocurrió? —preguntó curioso Gillian.

Él, su padre y Bastien estaban por cenar, en el departamento que compartían ambos muchachos.

—Es verdad, ella me conoce. Me mostró muchas fotos, y me contó cosas sobre mí. Pero no puedo recordar nada —pronunció bajo, frustrado, mirando su plato con verduras al horno.

—Debes tomarlo con calma, Givon. Tú cabeza estaba muy dañada. Quizás el daño pueda ser reversible, pero no sabemos hasta que punto. Es posible que recuperes algunos de tus recuerdos, pero no todos —explicó el padre de Gillian.

—Comprendo —murmuró el muchacho.

—¿Y quién es la chica? —preguntó en un tono travieso Gillian—. ¿Alguna hermana que puedas presentarme?

—Su nombre es Candice, y era mi novia.

Gillian casi se atraganta al escuchar eso, y su padre río con diversión, golpeándole la espalda.

—¿Es bonita? ¿Cuál era el nombre? ¿Cuántos años tiene? —preguntó el médico.

—Ella es preciosa, es muy bonita —sonrió suavemente—. Se llama Candice, y tiene diecinueve años, me dijo que cumpliría los veinte pronto.

—Ah pero te buscaste una niña —sonrió Gillian—. Porque tú debes tener cerca de treinta.

—Lo malo es que no la recuerdo.

—¿Y ella sabe qué pasó contigo?

—Dice que fue su padre, luego de... Encontrarnos desnudos en el establo —pronunció apenado.

—¿En un establo? —rio su compañero, sin poder creerlo—. Wou, sí que habrás tenido una vida sexual activa.

Su padre negó con la cabeza, y observó al azabache.

—¿Trabajabas en una granja o algo así?

—Nosotros no somos de aquí, ella habla francés, y me dijo que yo trabajaba para su papá, en un campo, cuidando sus animales.

—¿Tiene dinero la chica?

—No lo sé, no lo parecía.

—¿Y no te dijo el apellido? —indagó el doctor—. Tal vez así sea más sencillo saber de dónde vienes.

—Sí, tiene un apellido extraño. Van Del, Von Del, o Der, no lo recuerdo bien, y luego sigue.

—¿Son Lords o algo así? —sonrió Gillian.

—¿Von Der Nooth quizás? —preguntó su padre, mirando su celular.

—Sí, ese es el apellido.

—Y el nombre de la chica es Candice Von Der Nooth.

—Sí.

—Y es ésta niña —le dijo enseñándole una foto de Candy, sorprendiendo al muchacho.

—Sí, es ella.

—Wou, que bonita —pronunció sorprendido Gillian.

—Pues, si te metiste con gente peligrosa —le dijo algo serio el médico, continuando leyendo.

—¿Por qué lo dices?

—El padre es un multimillonario que supuestamente construyó su imperio por sus campos, industria ganadera, por sus caballos de competencia y demás, pero... Aquí dice que tiene causas judiciales por trata de personas, por personas desaparecidas, por drogas...

Levantó la cabeza y miró a Bastien.

—Parece que es un mafioso. Y lo creo luego de haber sido yo quién te trató. No tienes idea en el estado en que llegaste aquí, ni las cosas que te hicieron —le dijo serio—. Cuando se encuentra una persona como tú en esas condiciones, simplemente los dejamos morir, pero Gillian quiso ayudarte, es por eso que además de crearte una historia clínica, también te tomé fotos.

—¿Por qué me tomaste fotos? —le inquirió desconcertado.

—Gillian averiguó que existe una central, un asentamiento muy grande del otro lado del mundo de ustedes, quienes se encargan de sus derechos. Si bien aquí aún no llegaron, si algún día lo hacen, puedes abrir una causa legal, denunciar a estos tipos. Las fotos, junto a tu historia médica, los diagnósticos y resultados de los estudios y observación, de los diferentes especialistas que te atendimos, te servirán como pruebas. No sé si éste tipo pueda ir preso, ya que tiene mucho dinero e influencia seguramente, pero de seguro harías un cambio.

...

BastienWhere stories live. Discover now