Texto 9. La buena vida.

234 1 0
                                    

La gente que no me conoce, que solo ha oído hablar de mi, piensa que soy una chica repulsiva. A la que solo le gusta llamar la atención y ser el ombligo del universo.

Alguien que va de lo que no es.

Que soy una prepotente y a la vez una amargada depresiva.

Mis conocidos y amigos, piensan que soy alguien fuerte, a la que no le importa cuantos vengan, porque puedo con todo.

Saben que soy sincera y honesta, y que moriría por alguien que quiero.

Todos me creen conocer, todos creen conocerme al cien por cien.

Pero no.

Ellos no saben que conocerán de mi la parte que yo quiero que conozcan.

A lo que voy, que el malo no es tan malo, ni el bueno tan bueno.

Con esto me refiero a que quizá todos tengan un poquito de razón, si.

Pero pienso que no son quienes para juzgarme si no saben el porque de mis actos.

A veces si me gusta, que la gente esté pendiente de mi, claro ¿a quien no?

Bien, yo nunca he tenido esa necesidad, hasta el día de hoy.

Hasta el día de hoy yo no sabia que era que una amiga te abrazara al verte llorar.

Yo no sabia que era poder contarle secretos y desahogate con una personas.

Hasta el día de hoy, nunca he dormido en casa de una amiga y poder ver una película juntas.

Porque yo, hasta el día de hoy nunca he tenido una amiga con quien poder hacer todo eso.

¿Depresiva? Pues si, a veces.

Pero ¿sabes? También es duro ser la chica cuyo padre le rompió el corazón antes que cualquier otro hombre.

Si, soy sincera y siempre intento ser todo lo honesta que pueda, porque siempre me ha gustado que la gente sea sincera conmigo, aunque duela, pero siempre las cosas cara a cara, y las verdades por delante, por favor.

Y bueno, se que puedo aparentar ser una persona fuerte, y en el fondo, es probable que lo sea.

Según dicen, una persona que ha aguantado cosas como las que he aguantado yo, una persona así, es una persona fuerte.

Pero yo no me considero así, si, si tengo que aguantar, aguanto lo que haga falta, pero mal.

A la mínima siempre me rompo.

Odio ser tan frágil.

Odio querer rápido y olvidar lento.

Odio encariñárme de personas que van a irse, y me harán daño.

Lo odio.

Hay veces que ni yo me soporto, me doy asco, y ya no se que hacer para remediar todo esto ni como me siento.

Porque todos terminan cansándose de mi.

Porque hoy no es mi día.

Ni mi semana.

Ni mi mes.

Ni mi año.

Ni mi vida.

"Rocío García - La buena vida."

Pequeños FragmentosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora