Sentimientos Latentes || Fanfic || Yaoi || Wigetta || 39

Börja om från början
                                    

-Lo pasábamos bien…-Murmuró, sentándose sobre las sábanas rosadas de su lecho. Noté secarse mi garganta cuando me miró desde el colchón, haciéndome un gesto con la mano que pedía que le acompañaran.-Ven conmigo, no voy a morderte.-Me pidió, yo tragué saliva. Su seguridad me abrumaba, siempre me comportaba como un cobarde cuando estaba con ella, era como si su personalidad no me permitiera desarrollar la mía. En cambio con Willy siempre podía ser yo mismo. Me odiaba por maldecir continuamente que él no fuera una mujer, porque eso haría las cosas más fáciles. Pero yo no quería desear cambiarle, eso sería demasiado egoísta y le haría sentir impotente. La cama crujió bajo el peso de ambos, cuando me senté en ella. Necesitaba dispersar mis dudas, necesitaba saber si todavía seguía enamorado de ella. ¿Había sido Willy un consuelo, un parche? Existían ciertas similitudes entre él y ella, esas cosas que les hacían parecidos podrían haberme confundido. Esperaba estar equivocado, no quería lastimar a mi mejor amigo, pero de algún modo sentía que esto sería beneficioso para ambos si tomaba un rumbo distinto.-Samuel..-Noté sus dedos acariciándome la barba. Siempre le había gustado que me dejase crecer el vello facial, decía que de ese modo me veía mucho más varonil.-estás muy guapo.-Quizá pecaba de arrogante, pero siempre me gustaba que me adularan.-Gracias.-Respondí sinceramente, aunque esbozando una sonrisa no exenta de nervios.-¿Y yo? ¿Estoy guapa? .-Preguntó, empleando un tono coqueto e infantil. Se recolocó la cascada de cabellos castaños, como si estuviera intranquila por mi respuesta. Yo observé sus ojos verde esmeralda, sus largas pestañas revoloteando y sus labios carnosos. Su piel era perfecta como la porcelana, su cuerpo poseía las típicas curvas alabadas en toda mujer, incitaba al pecado. Era una delicia para los ojos, cualquiera la consideraría un ángel.-Estás preciosa, como siempre.-Ella sonrió complacida. Aproximó su rostro y me besó en los labios, abriéndose paso en mi boca. Yo me quedé inmóvil, sin rechazar ni corresponder aquel contacto, tan aclamado en el pasado. Tampoco podría decirse que estaba perplejo, me hubiera sorprendido más, dada su actitud fogosa, que no me hubiera besado. Lo único capaz de sorprenderme era mi reacción, me había quedado congelado. Era plenamente consciente de que hiciera lo que hiciera, tendría una importancia crucial en mi vida. Y me asustaba tanto equivocarme, que preferí pensarlo detenidamente antes de tomar una decisión que pudiera echar por la borda todo cuanto amaba.-estás temblando..-Oí que susurraba tras separarse, enseñando sus perlados dientes con una dulce sonrisa. No me había cerciorado de este hecho hasta que ella lo mencionó, entonces descubrí que las manos me temblaban frenéticamente sobre el colchón.-que mono.-Apreció simplemente. Ella desconocía todo acerca de mi relación, pensaba que estaba temblando porque me ponía nervioso que me besara, como si fuera un joven inexperto. Parecía que hubiera olvidado cuan tórridos eran nuestros encuentros clandestinos, o por el contrario yo no me daba cuenta por aquel entonces de lo tierno que me volvía el estar enamorado. Volvió a besarme los labios y después empezó con el cuello. Noté oleadas de placer recorriendo mi cuerpo al rozar su lengua una zona tan erógena. Su destreza me tenía estremecido, se notaba la experiencia y el saber cómo excitar a un hombre. Porque era cierto, ella había salido con muchos más chicos que la mayoría de gente que conocía, se cansaba enseguida de sus relaciones y empezaba otras nuevas en un tiempo récord. Estaba besándome como una experta, más su contacto estaba exento de cariño y ternura, prefería los besos al inicio algo torpes, pero cargados de buenas intenciones de Willy. Mi compañero, no podía hacerle algo así, ojalá estuviéramos juntos en nuestra casa, lo añoraba.-Oye.. oye para, no puedo.-Le pedí sinceramente, poniendo las manos sobre sus blancos hombros y apartándola con suavidad. Ella pareció más sorprendida que disgustada, como si por nada del mundo hubiera pensado que su Samuel sería capaz de rechazar ese tipo de contacto.- ¿Qué pasa?.-preguntó, yo me quedé callado con la cabeza gacha, porque no sabía que decirle, pero entonces ella lo intuyó fácilmente.-¿Hay otra? ¿Tienes novia?.-Me interrogó, en su voz se adivinaba el despecho y la sorpresa. Realmente ella pensaba que yo sería incapaz de salir con otra chica, aún después del tiempo que había jugado en nuestra contra.-.-Apretó los labios.-Pensaba que eso no importaba.-Ella siempre tenía novio cuando estaba conmigo. No era algo que me entusiasmara, pero se negaba a dejar a su pareja, no cortaba con ellos por mucho que yo se lo pidiera. Quizá le apasionaban nuestros encuentros secretos, clandestinos, quizá le excitaba el hecho de ser amantes. Siempre me buscaba cuando le convenía, y yo acudía a ella como un tonto, aún sabiendo que no dejaría a su novio para salir oficialmente conmigo, aún cuando eso era lo único que deseaba por aquel entonces. Las cosas empezaron a ponerse feas cuando decidió salir con un chico de nuestro mismo grupo de amistades, entonces nos enemistamos y tuvimos una fuerte discusión. Los celos me podían cada vez que los veía juntos, y él no tardó en descubrir que su novia y yo nos seguíamos viendo en secreto. Cuando nos peleamos todos se pusieron de parte de él, incluso Sarai, así que simplemente me dieron de lado y yo me aislé del mundo empezando a subir vídeos más frecuentemente en la red.-Eso estaba mal.. éramos idiotas, no pensábamos en nadie más que en nosotros.-Confesé, pues entonces no me daba cuenta de la crueldad del asunto. No me gustaría que Willy se viera con otro a escondidas, sería horrible.

Sentimientos Latentes (Wigetta)Där berättelser lever. Upptäck nu