Capítulo 10: Un mal desatado

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Capítulo 10: 
Un mal desatado

Capítulo 10: Un mal desatado

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Nick

Doblo en la esquina sonriendo como un idiota, atrapado en esa burbuja que tiene por nombre Danna. Ni me percato de que tengo compañía, sino cuando pierdo el control del volante. Intento sostenerlo para mantenerme en mi carril, pero los brazos de una niña lo hacen girar en la dirección contraria.

— ¡Maldición! —piso el freno hasta el fondo, me veo impulsado hacia adelante, pero el cinturón de seguridad impide que me golpee contra el volante.

Cierro los ojos un par de segundos mientras se aminoran mis latidos, tanteo hasta encontrar las llaves y las retiro antes de que la niña fantasma se ponga creativa. Me concentro en respirar, hace mucho que un fantasma no intentaba matarme.

Abro los ojos y me doy cuenta de los escasos metros entre el auto y una cerca. Todavía puedo escuchar el bum bum de mi corazón en mis oídos.

La niña está sentada en el puesto de copiloto, debió morir cuando tendría cinco o seis años, sus piernitas quedan suspendidas en el aire sin poder tocar el piso. Me recuerda un poco a Nina, la sobrina de Danna. Lleva puesto un vestido blanco con una cinta sujeta en su diminuta cintura. Sus labios simulan una sonrisa inocente, por el contrario, todo en ella es aterrador.

El pulso se me está acelerando de nuevo, han sido pocos los muertos que han conseguido asustarme, y esa niña me está haciendo entrar en pánico. Algo en ella no está bien. Nunca la vi desde que dejé a Danna en su casa y regresé al auto, me distraje un poco mientras manejaba, pero estoy seguro de que no había nadie ni vivió ni muerto en la calle. ¿En qué momento entro al auto?

La guadaña que llevo en el cuello quema sobre mi piel, y dejé el athame en casa. No creí necesitarlo. Mi hermana si me comento que Danna corría peligro, pero nunca imagine que se tratara de una niña.

Ella es un alma errante, y aunque se muestra como una niña inocente es muy peligrosa. No deja de mirarme. El teléfono suena y solo desvió la mirada un segundo para ubicarlo, y ella se ha ido.

Abro la llamada y la voz de mi hermana es de preocupación.

— ¿Estás bien?

—Sí —busco a la niña por los alrededores, pero no está.

— ¿Qué ocurrió? —chilla.

— ¿Cómo sabes que me ocurrió algo? —introduzco la llave y el motor ruge.

—Nick, dime que sentí una cosa horrible aquí en el pecho.

Cierto que mi hermana puede presentir algunas cosas, y nunca se ha equivocado.

—Un fantasma casi hizo que chocara —regreso a la carretera. Miro por el retrovisor y la veo en medio de la calle, observando cómo me alejo.

Qué situación para extraña.

Sangre Maldita (Trilogía- Más allá de la muerte 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora