Querida Cherry,
Sé que soy egoísta escribiéndote, pero no sé cómo hablarte.
Sé que he sido yo el que te dejó partir.
Y escribo estas cartas que quizás nunca leas,
porque no quiero saber que ya no me amas.
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Cherry
PoetryTe decía Cherry, aunque te llamaras Effy. Porque me recordabas a la flor del cerezo: florecía y era la más bella, pero se marchitaba con rapidez. Igual que tú.
