Partners (FINALIZADO)

He had feelings too

Que los seres humanos están dotados de sentimientos es algo de lo que todos somos conscientes. Desde que nacemos hasta que morimos, podemos experimentar una gran gama de éstos, desde tristeza y alegría hasta amor y dolor. Todos tan contrarios, pero a la vez complementarios para según qué situaciones, son los que hacen ser a cada individuo lo que es, desde los orígenes de nuestra raza. Las obras de ficción han intentado crear personajes que se salten dicha norma, villanos que sean capaces de evitar sentir empatía por el resto, o por sí mismos, ¿pero la realidad? Ni siquiera ellos pueden evitar enamorarse, o sentir pena en contadas situaciones por las personas que más quieren o a las que son más cercanos. Daisuke Jigen, por supuesto, no era distinto.

Ya habían pasado diez años desde que conoció a la persona que le cambiaría la vida. Siempre había hecho equipo con asesinos profesionales, había incluso servido a la mafia italiana, pero la traición estaba siempre presente en sus trabajos, hasta que se topó con él. Lupin había entrado como un terremoto en su vida y le había partido en dos todos los esquemas. Cierto era que no confió cien por cien en él desde el primer minuto, como es obvio, pero tras verlo dispuesto a arriesgar su vida para proteger la propia, la confianza fue en aumento hasta alcanzar límites que ni él pensaba sentir jamás por nadie. En el grupo no solo estaban Lupin y él, sino también Goemon Ishikawa XIII y Mine Fujiko, por mucho que le pesase.

A menudo, le gustaba comparar la relación que tenía con Goemon y sus diferencias para con Lupin. Goemon también estaría dispuesto a arriesgar su vida con tal de protegerle, era una persona muy fiel, al fin y al cabo regida por las leyes más antiguas de Japón, pues era un samurái moderno, pero no sentía lo mismo por él que por Lupin. ¿Por qué? ¿Por qué se sentía así por un hombre? Es más, ¿por qué se sentía así por su mejor amigo? ¿Era Lupin realmente su mejor amigo, o solo un compañero? Prácticamente vivían juntos desde que se conocieron, pero eso era porque facilitaba mucho el margen de acción a la hora de robar algo...¿no? Entonces, si vivir juntos era pura formalidad, ¿por qué le esperó entonces durante más de seis meses fuera de la cárcel cuando Zenigata le atrapó por primera vez? ¿Por qué con solo una mirada fueron capaces de librarse del gas alucinógeno y la trampa que les urdieron en Italia?

Esas eran varias de las preguntas que a menudo se hacía cuando estaba a solas, tumbado en el sofá, fumando uno de sus Marlboro, el cuarto o quinto de la mañana. Miró a su alrededor. Era verano, seguían en Italia, y Lupin estaba sentado en uno de los sillones contiguos al sofá donde él estaba tumbado. Aprovechando y dando gracias a que su fedora le tapaba los ojos, echó un vistazo rápido al chico. De normal, en verano, ambos solían pasearse en ropa interior por la casa, y este verano no iba a ser distinto. Observó la figura de Lupin desde la pequeña distancia en la que se encontraban, desde los pies hasta la cabeza, ¿por qué le interesaba ese hombre, si era lo más parecido a un mono que había visto jamás? Peludo, grosero, con la cara ligeramente ovalada...Con él, la teoría de la evolución de Darwin cobraba un sentido aplastante. Jaque mate, Jesucristo.

- Hey, Jigen, hoy te toca hacer la comida, espero que no te hayas olvidado.

Su voz le sacó del trance, haciendo que se le cayese el cigarrillo sobre el pecho, incorporándose de golpe para quitárselo. Aquello hizo que el otro se echase a reír mientras apartaba el ordenador para señalarle, cogiéndose con la otra mano el estómago. Su risa solo provocó que se sintiese avergonzado, pues eso había pasado solo porque estaba pensando en él segundos atrás, y aunque Lupin no lo supiese, él quería enterrarse bajo tierra ahora mismo. Se aclaró la voz con un par de carraspeos, aun frotándose el pecho para quitarse parte del cigarro.

- No te rías, gilipollas, estaba casi dormido. Ya sé que me toca cocinar a mi hoy, seré viejo pero aún estoy en mis cabales.

- ¿Te he asustado o algo? ¡Menudo salto has pegado, ni Pops cuando me ve salta tan alto! ¿En qué estabas pensando? No sería en mi Fujiko desnuda... ¿no? ¡Ya sé que una vez os hice actuar como una pareja de verdad, pero espero que no te hayas enamorado de mi chica!