Duelo de pasiones.

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Capitulo único.

Duelo de pasiones.

Un día como cualquier otro en Pacto de Sangre desde hacía ya un poco más de diez años (en ese mundo). Las mismas personas hacían lo mismo de siempre; los soldados entrenaban en el patio de armas, las muchachas del servicio hacían el quehacer, Anissina inventaba algo nuevo en su laboratorio (los que como de costumbre salían mal), Gunter revisaba cada detalle para que las cosas marcharan normalmente, Conrad patrullaba la ciudad, Gwendal revisaba el papeleo y Yuuri...bueno, Yuuri miraba el cielo azul del mediodía desde la ventana de su oficina.

El Maou había terminado temprano con su trabajo y ahora tenía la tarde libre. Un verdadero milagro desde la perspectiva de su regente y cuñado gruñón, Gwendal. Si, así era, "cuñado". Yuuri Shibuya, aquel chiquillo enclenque que renegaba, protestaba, lloriqueaba, y negaba por aquello que no lograba comprender sobre las costumbres de ese mundo, terminó aceptando su destino: Contraer matrimonio con su prometido, que era un hombre, Wolfram von Bielefeld.

En un principio consideró aquello como un gran error. Para él, era ilógico considerar una propuesta de matrimonio el golpear la mejilla de la persona amada, eso solo era un acto de rabia momentánea. Sin embargo, con el pasar del tiempo, más que aceptar ese hecho, el amor lo atrapó. Ni siquiera supo en qué momento aquel demonio de espectacular belleza se llegó a calar tan profundo en su corazón, y ese lazo fue haciéndose más fuerte en cada nueva aventura que afrontaban. Ahora que lo recordaba, aún si fue el destino, bendecía ese destino que lo puso en su camino y bendecía también la rabia de aquel momento que le hizo reaccionar de manera violenta por la ofensa hacia su madre.

Sencillamente, había llegado a la conclusión de que Wolfram era su persona predestinada. El amor es así. Te atrapa y no da explicaciones. A veces ni siquiera tiene sentido, pero lo importante es que te hace feliz. Y uno viene al mundo a ser feliz.

Ahora bien, una incógnita surge de todo esto: si Yuuri y Wolfram sostenían un compromiso sólido e inquebrantable ¿Por qué casarse a tan temprana edad? ¿No hubiese sido mejor esperar?

Yuuri en la tierra poseía la edad de dieciocho años. En su mundo ya no era muy común que las parejas contrajeran matrimonio a tan temprana edad como en los viejos tiempos, los tiempos de los abuelos. A lo mucho las parejas llegaban a vivir juntos, sin boda civil ni mucho menos por la iglesia, cegados por aquella etapa de enamoramiento que los hacía pensar que no podían vivir ni respirar sin el otro, y eso era válido, y también dependía de la perspectiva de cada quien.

En el caso de Yuuri y Wolfram, fue un hermano furioso y cegado por la rabia el que los hizo dar ese gran paso. No era una situación que al gran Maou, respetado y reconocido como el precursor de la paz entre las naciones, le gustara recordar. Fue una mañana en la que no fue Conrad quien llegó en la mañana a la habitación real para desearles buenos días, sino Gwendal. Todo en orden hasta ahí, sino fuese por el hecho de que los encontró a ambos desnudos debajo de las sabanas haciendo...bueno, ya tendrán una idea. Nunca antes les había sucedido. Esa mañana, los tomó desprevenidos la persona equivocada. Y eso fue suficiente para que el indignado hermano mayor, respaldado por aquellos buenos principios y valores de la monarquía Mazoku, exigiera una boda.

No. No estaba en los planes de Yuuri casarse tan pronto. Lo iba a hacer por supuesto, pero deseaba planearlo con más tiempo y no que fuese una especie de boda exprés, ¡por favor! Como si Wolfram pudiese quedar embarazado. Sin embargo, sus pensamientos negativos sobre el asunto se esfumaron pronto cuando, en medio de un gran sermón (por parte de Gwendal obviamente), observó la expresión en el rostro de su prometido. Wolfram estaba sonrojado, pero más que por el bochorno, estaba sonrojado ante el anhelo y las ansias de dar el sí frente al altar. Se lo decían sus ojos, brillantes como esmeraldas con el reflejo de la luz del sol. Y eso bastó para que Yuuri sonriera placenteramente ante ese hecho, satisfecho con la idea.

Duelo de pasiónWhere stories live. Discover now