From Hate to Love || Abbagio

Prólogo: Entrando a la Mafia

Aunque estaba consciente que todo lo que había estado haciendo ese tiempo,no era del todo bueno, Giorno Giovanna no se arrepintió de ninguna de sus acciones, todo era parte de su plan, debía encontrar la manera de unirse a los gánsters para dar inicio a la realización de su sueño. Tuvo dificultades, pero gracias a ellas pudo conocer a la persona que le acercaría a su objetivo más fácilmente.

Bruno Bucciarati.

Ese joven que al principio parecía ser una persona de esas que solo les gustaba cumplir con su trabajo, pero, que al final resultó ser alguien bastante agradable y determinado, cosa que le hizo ganar parte de su admiración. Gracias a su guía, logró dar con el capo del grupo llamado passione, cosa que le llevó hasta Polpo, el hombre gordo y perturbador el cual le asigno un reto para poder pertenecer a su grupo. Después de haber completado aquella misión, decidió asesinarle, no le importaba en realidad porque ese sujeto era nada más que escoría y de igual modo.

Tiempo después, Bucciarati le guío hacía donde conocería a su nuevo grupo de compañeros, los cuales demostraron ser tan únicos y tan ellos en su momento. Giorno era conciente de que él no sería del agrado de todos, que poco a poco tendría que ganarse su confianza, como lo hizo con Bucciarati. 

Al ingresar al restaurante que era regido por el moreno, este lo presentó a ellos, sus nuevos compañeros...

Como era de esperarse, ellos le ignoraron. Sin importarle mucho y, aunque fue algo complicado, ellos decidieron darle plática, aunque aquella persona cerca suyo, era alguien que con solo ver su expresión se podía dar cuenta que no era para nada de su agrado, sus ojos transmitían un odio inexplicable.

Su sospecha de aquella actitud no fue erronea, eso lo pudo confirmar con aquella Poco agradable broma que le había hecho. 

El novato pensó que era bastante desagradable el que le diera su orina en vez de té, pero no dejaría que alguien tratase de verle la cara, por supuesto que no. Desde ese momento le mostraría que no era un nene que se dejaba menospreciar fácilmente. Por eso, usando la habilidad de su stand, logró tomarse el líquido en frente de todos los presentes, que habían quedado sorprendidos por su acto y no solamente eso, sino que también logró ganarse algo más de confianza con ellos, a excepción de aquel hombre de pelo largo, el cuál parecía haber aumentado aquel odio que sintió hacia él.