Ángel, ignoramos tu inocencia

1 0 0
                                    

Una imagen me quedó de aquella triste historia: el valor del amor de una madre que se hace responsable y el valor de aquel que pensó que cuando más te necesitan ahí debés estar, y a su parecer no todos merecen ese favor, aquel favor que para ellos supe ganar. De pronto lo que estuvo desaparece y solo viven los recuerdos de aquellos que pueden recordar. Hoy no tengo esa dicha, ya que mi mente sola borra lo que necesita borrar. Siempre busco amar, ya que cuando amo mi vida es más bella y puedo sonreír con toda facilidad, ahí mi corazón con alegría prefiere la bondad. Recuerdo, igual recuerdo, pocas cosas quizá, pero tengo grabadas en mi mente a las personas que estuvieron cuando más supe necesitar. Suelo ponerme un poco egoísta, a veces solo pienso en ganar y verme como quien ganó, puede ser quizá tan solo pura vanidad. Reconozco que suelo pecar aún, es por mi propia ignorancia que no me deja ver el acierto en más profundidad. Hasta ahora solo me valgo de intenciones bellas de mi parte hacia los demás, me agrada y cubre en mí una necesidad: el ser útil y servicial. Sé que no soy tan egoísta, más bien me gana el altruismo, por ello no niego darte lo que a mí me enseñó a ganar, que es mi propia capacidad. No, no es que quiero ir al choque con vos, sé que te puedo enseñar a pensar con más profundidad. No me mirés mal por eso, lo estoy diciendo con humildad. Mi intención es hacerte saber que pretendo, aunque esté equivocado, poderte ayudar. Si no es así, por favor te lo pido, ayudáme vos a progresar. Me miro y me vuelvo a mirar, un chico tan joven suelo aparentar, no soy tan semejante a los demás ya que tengo diferente capacidad. Al conocerme, algunos le llaman dones, de mi parte pienso que el don es una inteligencia más. Hay quienes piensan que es un milagro que haya vuelto a nacer. Sí, este cuerpo dos almas pudo tener, y hoy lo puedo explicar con palabras que redundan en mí lógica, en mi razón y entender. En este momento, amando estoy a mí ser, aunque confieso que en ocasiones envidio lo que fui ayer. No es lo mismo algunas palabras que solo las tan simples palabras. Si es verdad que hoy puedo ver al cielo desde más cerca, vos también lo podés hacer. Jugar, jugar con toda facilidad, decir una que otra mentira y una que otra verdad, ya que más vivo ignorando de lo que hoy creo saber, de lo que hoy puedo llegar a mirar.

Los Misterios de Don GatoWhere stories live. Discover now