Runaway ||Minsung|| OMEGAVERSE

~2~ De Vuelta A Casa

De camino, en el coche patrulla solo se oía de vez en cuando la emisora entrecortada informando de cosas a las que no le presté atención. Era la primera vez en un coche de la policía pero no me dediqué a examinarlo mucho, parecía una caja fuerte con cristales que separaban al conductor del pasajero y poco más... De todas formas yo solo pensaba en la que me iba a caer al llegar a casa.

Las tres y media de la madrugada marcaba el reloj del coche. No dudaba de que no se hubieran ido a dormir. Apoyé los codos sobre las rodillas y me pasé las manos por la cara hasta enterrarla en el pelo. Sentí una presión en el costado pero lo ignoré, sentía el cuerpo cansado en general y ese dolor no era demasiado relevante. Suspiré tratando de relajarme. De nada me serviría ponerme nervioso ni frenético.

Después del golpe en la cabeza todo estaba un poco mal organizado en mi cabeza. Me desperté con una sensación de humedad cerca de la oreja derecha y un dolor de cabeza de campeonato, los ojos pesados. Pero una sensación de relajación extrema, todo estaba bien. Eso sentía, que todo estaba perfectamente bien, que ahí podía seguir, que lo que había pasado con los atracadores, con Luna y el gerente estaba bien... Pero no lo era, como iba a serlo. Cuando oí las sirenas de policía y ambulancia las ignoré, sentía a alguien gimiendo a mi lado apartándome el pelo de la frente.

-¡Jisung, Dios mío! -Luna me llamaba agitada, lo sentía pero no me parecía mal... Ni bien.

Y fue en ese momento empezó la agonía. Porque eso no podía estar bien, lo mirara como lo mirara. Quise hablarle y decirle que no estaba mal, que no se preocupara pero mi mandíbula no se movió, mis manos tampoco me ayudaron. Hizo falta que un policía y un sanitario me ayudarán a levantarme y me arrastraron a la silla de la que no me moví hasta que el inspector nosequé buenorro consiguió hacer que mi cuerpo me hiciera caso de nuevo.

No había pasado tanto miedo en mi vida.

-Oye chaval ¿Estás bien? -Preguntó el susodicho mirando por el espejo retrovisor.

-Soy Jisung, Señor Inspector, no chaval.

-De acuerdo Jisung, entonces yo soy Minho si nos ponemos así. -No, creo que prefería que me llamará chaval. Mi nombre sonaba demasiado sexi con su voz grave.

Mis mejillas volvieron a ponerse calientes. Jisung contrólate, si empiezas a soltar feromonas ahora sí que me voy a morir de la vergüenza. Dije para mi mismo.

-Señor Minho pues.

-Solo Minho. -Me encogí de hombros para dejarlo pasar.

¿Qué me pasaba con este hombre? Tenía el corazón acelerado aunque también estaba histérico con solo pensar en llegar a casa.

-¿Voy por el camino correcto? -Preguntó el inspector Minho.

-Ujm -Respondí sin levantar la cabeza, apoyada ahora contra el asiento delantero, donde estaría la espalda del otro... Me puse recto con ese pensamiento, un tirón en el costado hizo que se me entrecortara la respiración y me recordó el golpe del beta atracador, ese sádico... Respiré con normalidad y me dediqué a mirar por la ventana sujetándome las costillas.

-Tienes la cara roja.

-No ha sido una noche agradable. -Dije quitándole hierro al asunto.

-Oye cha... Jisung. Solo puedo imaginarlo porque no era yo el que estaba ahí pero doy fé de que ha sido muy valiente por tu parte el resistirte a la orden del atracador y dar la alarma. Imagino que era un alfa -Asentí, sin mirarlo pero sentí que él sí lo hacía. -Lo imaginaba, ¿y el otro?

-Beta.

-Bien. Durante el atraco ¿pudiste ver algo que los identificará? Lo que sea, un tatuaje, cicatriz, acento...