03| Líderes Del Grupo Élite

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— La oficina de Evan es un desastre ahora, Eros está como loco gritándole y amenazándolo para que ustedes salgan.

— Oh, nuestra fama tocará el cielo en cualquier momento.

— Yo te haré tocar el cielo del golpe que te daré si no te callas.— advirtió la chica y reí mirando de reojo a Ryan.

— No fue tan ingenioso tu insulto.

— En realidad, logró que te callaras.— agregué.

— Como sea, sus hombres tomaron el último piso y lo más probable es que Evan esté amarrado a una silla con una navaja en la garganta.

— ¿Qué dices? ¿Una navaja? —pregunté frunciendo el ceño.

— Así es, Eros secuestró a nuestro jefe y no lo soltará hasta que se presenten.

— ¿Acaso Evan no se defendió?

— Predijo que algo como esto pasaría por lo que armó algo especial, ya saben que le gusta lo dramático.— respondió ella y las puertas del elevador se abrieron en la sala de Pool.— Las habitaciones están siendo revisadas por los miembros de Eros, Evan les permitió revisar el edificio entero si quieren pero nadie más que nosotros sabemos de esta habitación.

— ¿Y qué pasa con los demás miembros de nuestra organización?.— preguntó Ryan.

— Evan les dio misiones y algunos se fueron antes, hizo todo lo posible para que nadie quedará en el edificio.

— Entonces Eros podría...

— La otra mitad del grupo élite está con Evan para custodiarlo, yo fui enviada aquí para esperarlos y prepararlos.

Mi atención cayó en unas bolsas que había sobre una de las mesas, me acerqué con el ceño fruncido y las abrí encontrándome con prendas de ropa y zapatos. Ryan también se vio confundido al sacar una camisa gris, ambos observamos a Selene quien rió. Comprendía que Evan esperaba a Eros, pero no creí que se metería en este juego. Él mismo me aseguró que no le gustaba formar parte de esto.

— Evan quiere que se vistan con estos trajes, primero ve tú, Ryan.

Mi amigo asintió confundido y una vez que desapareció, el ambiente cambió. La presencia de Selene era poderosa, de hecho, siempre la admiré por ello: sabe lo que vale y no duda en demostrárselo al mundo. Se acercó a pasos lentos hasta sacar un collar con una joya celeste en el centro, me ayudó a colocármelo y rió debido a mi expresión.

Según Evan, no existe lamento más doloroso para un hombre que el ver a su amada de mano con otro hombre.— susurró en mi oído y sonrió.— Digamos que nuestro jefe puede ser malvado cuando la situación lo requiere.

— ¿Por qué tanto preparativo? ¿Acaso me voy a casar?.— preguntó Ryan saliendo del baño y ambas lo vimos de pies a cabeza.— ¿Les gusta lo que ven? Yo no tengo problema si quieren...

— Por más que el envase sea atractivo, por dentro es hueco.— comentó la chica y me reí ganándome el odio de mi amigo.

— Mejor iré a ponerme esto.

Honestamente, me parecía estúpida la idea de Evan pero si nos dio esas indicaciones, es porque debe tener un plan en mente. Nunca fui de interrogarlo mucho, de hecho, sentía que cuanto menos sepa de él, mejor me iría. Cuando conoces a alguien, inevitablemente esa persona comienza a formar parte de tu vida; más profundo llegas, más grande será la huella que deje en ti. Prefería evitar esos problemas y enfocarme en vengarme de quienes me hirieron.

Mi rostro enrojeció al ver el vestido, no porque nunca me haya puesto algo así, sino porque hace mucho tiempo no me vestía de esta forma. Es diferente cuando comienzas a quererte, puedes admirar tu cuerpo sin sentir vergüenza de él y sabes que pasarás toda la vida a su lado. El vestido negro era largo y los tacones negros me ayudaban a que no tocará el suelo, las mangas eran de una tela fina casi transparente y su corte en V hacia resaltar el collar.

Pequeño Demonio: Bestia | EDITANDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora