Amenazas

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En uno de los tantos trabajos de medio tiempo de Mo Guan Shan, éste atendía la caja registradora de un mini mercado
cerca de su hogar.
Realmente la paga no era mala siendo un sábado por la tarde además de que le beneficiaba como excusa para mantener a He Tian lejos de él.
A lo largo de ese día habían entrado todo tipo de clientes, unos más molestos que otros pero por lo menos había sido capaz de soportarlo hasta ese momento.
Las seis y cuarto pm... faltaba poco para su fin de turno aunque eso significaba salir e ir directo al otro trabajo de medio tiempo en el restaurante.

No quería depender de él...
Quería ganar dinero por su cuenta!...
Así que debía soportar como lo hacía antes de que él apareciera.

"¿Esta bien para ti distraerte tanto en tu trabajo?"
Comentaba frente al colorado aquel sujeto de cabellos color plata exhalando el humo de su cigarrillo sobre sus labios haciendo volver a Mo a la realidad.

—She Li...—
Pronunció sorprendido de encontrarlo y algo nervioso pues sus afilados ojos siempre lograban erizarle la piel haciéndolo sacar más de una gota de sudor.
—No puedes fumar dentro, apaga el cigarrillo—
Ordenó titubeando tratando de sonar como un empleado quien hace un pedido cordial a cualquier cliente más.

—Es una lastima, no tengo ningún cenicero por aquí, ¿Por qué no me das tu mano y me dejas apagarlo allí?—
Respondió hostil sosteniendo su casi acabado cigarrillo con la punta hacia abajo esperando que el susodicho extendiera su palma para él.

Los nervios de Mo aumentaron pero trató de mantener la compostura tomando ahora un pequeño plato de porcelana la cual servía para las propinas usando éste para hacer presión sobre la punta del cigarrillo de She Li terminando de descartarlo en éste.

—Tengo esto así que eso no será necesario—
Respondió Mo para terminar dejando el plato aún lado de la mesa del mostrador.

—¿Vas a comprar algo o sólo vienes a molestar?—
Cuestionó el colorado esperando que aquel sujeto molesto se largara de una vez.

—Vaya...— dijo ahora acercando su mano la cual segundos antes sostenía su cigarrillo para tomar el mentón de Mo y acercarlo a su lado del mostrador.
—Juntarte tanto con He Tian te ha vuelto algo salvaje ¿no es así?—
Haciendo aún más presión en sus mejillas acercó sus labios a los ajenos y por consiguiente sus miradas se cruzaron con menor distancia.
—Espero que no hayas olvidado todo lo que me debes en primer lugar—

El sudor sobre su cuerpo fue en aumento por la presión que ejercían los ojos de She Li sobre los suyos.

—Ya sabes que trabajo aquí para pagarte– respondió más nervioso desviando su mirada lejos de la del peliblanco.

—Pero también sabes que hay una forma más rápida de pagarme que ésta—
Contesto automáticamente She Li acortando la distancia a nada rozando los labios de Mo haciendo que éste último entre en pánico y se libere del agarre del peliblanco frotando sus labios con la manga larga de su remera una y otra vez mientras lágrimas contenidas se formaban en sus ojos.

—Sé que ahora pasas más tiempo con
He Tian pero eso no cambia el hecho de lo que fuiste, de lo que eres ahora y lo que me debes—

Observó el rostro lloroso de Guan Shan tras sus palabras y un brillo en los ojos del peliplateado se formó escondiendo su mirada bajo el flequillo terminando por tomar la muñeca de Mo.

—Cuando salgas de aquí ven a mi casa—
Ordenó Li para soltarlo e ir directo a la salida dejando al colorado alterado teniendo en su mente lo último que dijo.

Las puertas automáticas se abrieron y fuera estaba He Tian quien tenía la idea de sorprender a Guan Shan en su trabajo.

Se cruzó con el peliplateado el cual le borró en un instante su sonrisa terminando ambos clavando una mirada retadora el uno al otro entrando finalmente Tian con un humor de perros dentro del mini mercado.

No había ni un alma dentro del lugar aparte de Mo lo cual daba mala espina al pelinegro.

Caminó a paso lento notando el leve sollozo del colorado quien permaneció frotando su rostro hasta que noto la presencia del más alto.

—T-Tú—...! Q-Qué mierda haces aquí?!—
Cuestionó nervioso el pelirrojo terminando de secar su rostro observando ahora el rostro cabizbajo de Tian el cual luego de un breve silencio habló.

—¿Por qué estaba él aquí? ¿Qué quería de ti?— preguntó escondiendo su mirada bajo sus cabellos buscando contener la ira que le retorcía el pecho.

–...Eso no es asunto tuyo—
Respondió erróneamente el colorado quien apenas terminó de decirlo sintió el fuerte agarre del pelinegro sobre su brazo el cual apretó cada vez más acercándolo hacia él y obligándolo a mirarlo a la cara.

–Lo volveré a repetir una vez más...
¿qué demonios quería She Li contigo?
¿Qué te dijo?–
Sus ojos afilados erizaron la piel de Mo quien al sentir el agarre y al ver el rostro de He Tian notó lo molesto que el pelinegro estaba.

—Él vino a decirme que...—
Miró los ojos de Tian y de los nervios no pudo mantener su mirada desviando ésta a un lado tembloroso.

— Me dijo que fuera a su casa después del trabajo—
Terminó de revelar con temor apretando sus párpados del dolor y miedo que le generaba el pelinegro.

—TÚ... NO PUEDES IR ALLÍ HOY NI NUNCA ME OÍSTE!?—

Gritó alterado Tian ante la revelación del colorado sintiendo como su odio hacia el peliplateado aumentaba haciéndolo perder la cordura olvidando el daño que le estaba haciendo al brazo de Mo zarandeando a éste obligándolo a verlo a la cara.

Toda aquella situación fue vista por uno que otro comensal que se acumulaba en la puerta de entrada dudosos de entrar o de si llamar a la policía.

He Tian al notarlo soltó al colorado el cual lo miró aterrado por su actitud para con él dejando al más alto con un sentimiento de culpa luego de notar la expresión de horror en su rostro.

Pero Tian sabía que no podía retractarse pues si lo trataba amablemente Mo no entendería y obedecería a She Li.

Eso no debía... NO... No podía pasar!
La rabia iba en aumento a cada segundo pero no podía hacer nada más...
Apretando sus puños con fuerza simplemente se dirigió a la salida no sin antes pronunciar...

—Ni se te ocurra ir a la casa de She Li—

Salió de allí sin poder mirar una última vez a Mo Guan Shan a la cara y es que se miraba las manos y su odio hacia sí mismo por reaccionar de esa forma le impedían hacerlo.

Es como si cayera en la provocación de aquel maldito bastardo pero aún así no quería dejar que se saliera con la suya.
Sabía que no debía haberlo tratado de esa forma...
Que debía haberlo rodeado con sus brazos y contenido todo aquel temor que se notaba tenía desde antes de que llegara.
Y aún así sólo había empeorado las cosas, con unas simples palabras de la boca de Mo había caído en la misma categoría de She Li y saber eso le enfurecía pero también le hacía notar que ambos eran de la misma clase.

No perdería ésta pelea, Mo era suyo, no dejaría que She Li lo tuviera.

Aún si debía sacrificarlo todo...
Aún si debía transformarse en un demonio para salvarlo...

He Tian haría todo eso y más por él...


Fin.

He Tian x Mo Guan Shan (One-Shots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora