Capítulo 13.

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Me acomodé en la banca y comencé.

-Bueno, no sé cómo comenzar...- suspiré- nosotros éramos la típica familia normal, ambos padres y una niña, a mis 3 años nació mi hermana y bueno, mi madre enfermó- un nudo se formó en mi garganta, es primera vez que hablaba de esto- mi padre entró a estudiar mientras trabajaba, pensando que con un título ganaría más dinero y podríamos sanar a mi madre, además su sueño era estudiar medicina

Él comenzó a depositar pequeños besos en mi mano.

-No tuvimos complicaciones, hasta mis 16 años, mi madre empeoro, mi padre consiguió otro empleo, pero no podía con todo y pensaba dejar de estudiar. Durante ese tiempo conocí a un chico, mi ex mejor amigo, él me dijo que algunas noches corría en moto y ganaba muchísimo, además estaban las apuestas y todo es, ya sabes.

August suspiro.

-El tema es que, le conté a mi padre y bueno obvio se negó, pero a mi madre se le habían acabado las medicinas y optamos porque yo fuera a jugar "Blackjack". Mi padre me acompañaba, ganábamos muchísimo y me conocían por "la chica 21".

-¿21?

-Mi número favorito en aquel entonces y el ganador. Era la mejor, cada noche iba, ganaba y corría con mi mejor amigo. Hasta que un día mi mejor amigo, perdió el control de la moto corriendo conmigo, gracias a Dios a mí no me paso nada, pero él quedo grave, lo acompañe en su recuperación, pero no era el mismo y me pidió que me alejará de él y no sé nada de él hace más de un año- las lágrimas escaparon y comenzaron a inundar mi rostro- Mi padre ya se había graduado y me prohibió volver a correr y bueno, deje ese mundo y le dije que intentaría jamás volver y mírame.

-Lo siento- dijo impactado.

-Era la típica chica mala, fumaba, tomaba, aun así, mi mejor amigo siempre me cuidaba y lo deje solo...

-Él te lo pidió.

-¿Y qué? Cuando caímos la moto caería sobre mí y quizás estaría muerta, pero no, él me tapó con su cuerpo lo más rápido que pudo y gracias a eso sobreviví. Me cuidaba cuando hombres querían abusar de mí, gracias a eso se volvió el mejor peleando.

-¿A Vicky la conocías de la escuela?

-Sí, pero sabía todo de mí, sabía que corría.

-Por eso hoy te dijo que conocías mejor que nadie las reglas.

-Sí, yo organicé muchas carreras, pero cuando la vi caer junto a mi primo, recordé a mi mejor amigo, y si les hubiera pasado lo mismo no me lo hubiera perdonado.

-Te entiendo.

-Lo bueno es que mi madre mejoró, y su último año de vida lo paso bien, por un año hubo paz en la familia, hasta ahora.

-¿Qué les paso?

-Mi padre estudió medicina, y era el mejor médico- volví a llorar- y bueno, íbamos a buscar un premio y el auto se volcó, no supimos cómo fue, solo vi a mis padres antes de que murieran- rompí en llanto- él le tomo la mano a mi madre y le dijo que la amaba, luego me miro y entendí su mirada diciendo que cuidara a mi pequeñita y que me amaba. Luego me comencé a dormir y escuché la sirena de la ambulancia.

August me miro y me pego a su pecho abrazándome fuerte y llenándome de besitos en la cabeza.

-Ahora entiendo el porque te pille tantas veces llorando- susurra.

-Sí, era por eso.

-¿Por qué no vuelves a buscarlo, a tu mejor amigo?

-¿Tú crees que funcionaria?

-Estoy seguro que sí.

-No lo sé.

-Vamos a casa- me susurró, su voz hizo que mi piel se erizara.

Tomé el casco y como de costumbre no me dejo de mirar hasta que me subí y me aferré a su cintura. August manejo de forma lenta y en cada semáforo en rojo besaba mi mano.

Al llegar a casa me bajé y ambos subimos a nuestras habitaciones, Vicky aún no llegaba, me duché, y al salir de cuarto estaba August sobre mi cama sin camiseta

-Mierda- dije asustada. Sonrió de lado, mostrando sus hoyuelos de chico bueno- Los hermanos Smith tienen la manía de estar en mi cama

-¿Q-Qué haces?- pregunte cuando se comenzó a acercar a mi lentamente.

Me tomó suavemente de la cintura y me pego a su cuerpo, podía sentir su pecho marcado, mi corazón y respiración se agitaron y el nuevamente sonrió.

-Eres la primera chica en saber quién soy realmente, no me lastimes como lo hicieron todos.

-No pienso ha...- no me dejo terminar porque beso mi cuello.

Empezó a succionar cada pequeña gota de agua de mi cuello erizando por completo mi piel

-Mmm...- gemí cuando empezó a bajar.

-Buenas noches- me sonrió pícaro y se fue.

¿Enserio? ¿Me dejaría aquí sin más?

Me coloqué mi pijama y me intenté dormir, aun recordando sus labios sobre mi piel, maldito August, lo odio.

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