13.

4K 113 6
                                    


Disculpen la tardanza, no me golpeen


____________________



– Hoy has venido peinada – Bromeó John sentándose al otro lado del escritorio.

– Y tú hoy has venido con excelente humor, ¿has almorzado payaso con salsa? – Puse mi mejor cara burlona pero al final ambos terminamos riéndonos.

– Bueno, tu sabes cómo es esto, me encantan nuestras sesiones, así que siempre es un placer tenerte aquí Madey – Sonrió amigable y yo no pude evitar sonrojarme. John tomó su lapicera y marcó en su libreta mi horario semanal. – ¿Traes novedades?

– Como siempre – Sonreí orgullosa.

– ¡Esa es mi paciente! – John manifestó orgulloso en tono de chiste y luego se acomodó para escucharme.


-*-


–¿O sea que has vuelto con Louis? –John no tenía un rostro muy feliz, todo lo contrario. Su semblante era serio y su entrecejo se frunció, sus labios eran una línea recta y fina, luego se quitó sus lentes y llevó una mano a su cabeza demostrando que estaba un poco cansado del tema.

– Bueno... Sí. ¡Pero no fui yo la que lo buscó! – Me defendí alzando mis manos al aire buscando paz, sabía que ahora se vendrían las discusiones...

–¡Oh claro! Entonces si yo te digo, "hey Madey, vuelve conmigo, seguro te haré daño de nuevo, pero por unos días te haré sentir especial para satisfacer mis necesidades y luego todo será lo mismo de antes" ¿tú me harías caso? – John se cruzó de brazos haciéndome enojar un poco.

Siempre me enojaba con él porque su forma de decirme las cosas en casos como estos, nunca me gustaba, pero jamás abandoné la terapia porque le tenía mucho aprecio y cariño, y sabía que todo lo hacía por mi bien. – No fue así como él me habló...

–¡Claro que no iba a hacerlo de esa forma! Madelay. Louis solo te busca por conveniencia. Sé que suena difícil de escuchar y hasta sientes que estoy siendo cruel, pero solo basta con observar su patrón. Louis tiene rasgos narcisistas, egocéntricos, y está claro que tú realmente no le importas, y no porque lo diga yo, ¡sino porque él lo demuestra en cada maldita vez que se acerca a ti! – John estaba muy frustrado y su voz dura y ronca podía demostrarlo. – ¿Es que acaso no logras verlo?

Bajé mi mirada. – Sabes lo que siento por él... Realmente me cuesta mucho dejarlo porque siento que es el único que logra entenderme. Él no me trata de loca, ni me hace sentir que soy una idiota cuando digo algo que no sé. Es alguien que me ha enseñado mucho, pese a todo. Y sé que nunca podremos ser novios, ni vivir juntos y nunca podremos concretar algo, pero entiende que él para mí es como una adicción. Nos acoplamos perfectamente en muchas cosas, desde el sexo, hasta en lo cotidiano. He llegado a quedarme con él todo un fin de semana y la convivencia era excelente. ¿Y sabes lo difícil que es encontrar a alguien que sea como tú o que por lo menos, te complemente siendo totalmente opuesto a ti? – Susurré con lágrimas en los ojos. Sentí como una caía por mi mejilla pero logré limpiarla a tiempo. – Me siento una idiota.

John se dio cuenta que había sido demasiado duro con sus palabras y solo suspiró nuevamente. Esta vez buscaba hablar y pensar sus palabras. – No eres una idiota Madey, solo que estás enamorada. Eres una mujer fuerte, capaz de lo que sea, y te lo dice alguien que conoce tu mente y las locuras que habitan ahí – Largué una pequeña risita mientras secaba mis lagrimas haciéndolo sonreír. – Estoy seguro que te mereces algo que esté a tu nivel. No digo que Louis no vale la pena, porque no lo conozco, pero sí puedo ver que es alguien muy grande para ti y no vale la pena que tú estés así por una persona que probablemente nunca sepa ver lo que puedes darle, no porque sea un patán, sino porque no puede verlo, no sabe hacerlo y eso es parte de su esencia. Las personas rara vez cambian, se necesita mucho amor propio y haberse replanteado su vida durante mucho tiempo para que eso suceda, pero él no es para ti, ni tú eres para él. Antes de la llegada de Louis, tú eras otra persona, y quisiera que vuelvas a serlo...

Daddy.Where stories live. Discover now