Dani

43 5 2
                                    

primera publicación...espero le guste a alguién!! 

[Kai x D.O]

Apenas y podía escuchar mis pasos sobre el fino piso de madera, el cual comúnmente tronaba estruendosamente con mi andar, el que siempre venía acompañado luego de tus quejas, gritos y protestas de que no corra o ande tanto de aquí para allá ya que no podías concentrarte en tus deberes, más yo te ignoraba olímpicamente a manera de venganza por todas las mentiras sabidas e ignoradas por mi parte hasta ahora.

“Dodo estoy saliendo. Nos faltan algunas cosas. Además se me antojo algo de tocino para mañana en el desayuno, ¿te parece con tostadas y huevos revueltos?” Tratabas de excusarte, junto con una de tus típicas sonrisas surcando tus labios, aún luego de que salías exageradamente arreglado y a altas horas de la noche para supuestamente comprar cosas para el desayuno.

“El tráfico era devastador. Ni te imaginas que tuve que hacer para llegar a casa” Una nueva coartada salía de tus labios, aún luego de llegar a casa por la madrugada, y lo peor, sin traer ninguna de las cosas por las que supuestamente saliste la noche anterior.

“Lo siento mi niño, hoy me quedare en casa de Lay para terminar el trabajo de economía…Acuéstate temprano y no olvides cerrar las puertas” Sin estar frente a ti como las anteriores veces, me era fácil imaginar tus labios ligeramente torcidos en una grácil sonrisa tratando de transmitirme confianza y tranquilidad. Pero más como siempre, era tu mirada la que te delataba. Tus ojos ya no me dedicaban el mismo dulce y cálido brillo que ya por tantos años me había cobijado y sabido darme paz. Aquel brillo se había perdido, se había desvanecido, lejos de mi alcance y quien sabe desde hace cuánto. Y sí, aún sin tenerte en persona aquella tarde que me llamaste, solo contando con la voz que hacía eco cerca de mi oído gracias al auricular, en mi mente se conjeturaba la expresión que siempre formabas cuando me mentías.       

 ¿A quién miraras ahora de esa manera? Me pregunte noche tras noche, mientras me desquitaba con la almohada, en la que ya por tanto tiempo habías descansado tu cabeza para luego sumergirte en el mundo de los sueños, teniéndome siempre a mí a tu lado, arropado entre tus brazos, tomando prestado tu torso para recaer mi rostro, rosando y restregando ligeramente mi mejilla con el suave algodón de tu pijama. “Mío” repetía a la vez, como marcando mi territorio, respondiendo tu siempre con tu típica infantil risilla. “Tuyo”

Las lágrimas desbordaban mis ojos, y gota tras gota surcaban mis mejillas. Encontrando su final sobre la funda de la almohada y mis manos cerradas en puños. Humedeciendo una vez más estas, mientras el llanto me desgarraba la garganta.

¿Cómo no te das cuenta cuanto estoy sufriendo? ¿No juraste una vez que nunca me harías daño? Apenas y reconocía mi voz, y lo que decía por la forma en que los gritos emergían desde lo más hondo de mí ser. Hasta quedar una vez más, como siempre, dormido y abrazado a tu almohada, consolándome por tu ausencia con el dulce olor que aún emanaba de la tersa tela.             

“¿Ya lo olvidaste?...pero si apenas hace una semana te mencione del retiro que iba a tomar con Kris-hyung y SeHun” Esta vez simplemente asentí, tratando de imitar tus facciones. Escogiendo y separando unas cuantas prendas que llevarías a tu retiro antes de los exámenes. En aquellas dos horas que nos tomo el proveer y alistar todo lo necesario para un viaje de 5 días, te portaste lo más atento y amoroso posible, transportándome por unos segundos a aquellos días en los que era realmente feliz a tu lado. Me asegure de empacar tus ropas favoritas, y aquellas que a mi parecer resaltaban más tu belleza.

Estoy seguro de que a él o ella también le gustara como te ves con esto. Pensé siempre en todo momento, mientras plegaba una que otra manga hasta que entrara todo en la maleta. También incluí entre las cosa que llevarías mi colonia favorita; unas cuantas ropas interiores de color vino, marrón y tonos pastel que se acoplaban de manera perfecta a tus curvas, que ya tantas veces me habían robado suspiros y embelesado mientras me desprendías de todas mis prendas antes de tomarme con el mayor cariño y delicadeza posible.

“Te amo” susurraste cerca mi oído rodeando mi cintura con tus fuertes brazos, antes de robarme un corto beso y regalarme una hermosa sonrisa, que se vio correspondida con una mía. Deslice el último cierre de la maleta y te la entregue justo a tiempo, ya que los continuos pitidos del taxi que habías pedido se escuchaban desde afuera. Una vez tras el vidrio del taxi te despedí, agitando la mano, quedando de pie en la entrada hasta que el vehículo desapareció de mi vista.

Y era ahora en nuestra habitación donde me encontraba, empacando mis últimas prendas en la tercera maleta que estaba empleando, ya que había decidido no dejar absolutamente nada mío en aquella casa. No me permitiría aquello. Solo significaría el dejarme una escusa para volver a pisar y andar por estas habitaciones, y estaba seguro de que sí volvía sería para quedarme otra vez. No podía, simplemente no debía suceder eso.

No jugaras otra vez con mis sentimientos. Me repetía una y otra vez, guardando algunos cuadros, fotos y adornos en pequeñas cajas. Cosas mías que tenían demasiado valor sentimental como para dejarlas ahí. No dejare nada.

Un par de manos me ayudaron a sacar todo hasta el camión de mudanzas que estaba parqueado frente a la casa. Los dos tratamos de movernos de manera rápida ya que el aguacero que se había echado esa noche no estaba colaborando en nada con mi decisión de salir discretamente de casa, para nunca volver.

De reojo, le eche un último vistazo a la fachada externa, llenándose mi mente de tantos recuerdos y memorias que tampoco estaban ayudándome en mi decisión. Le pedí 5 minutos al ya desesperado hombre, que como yo, estaba goteando por lo mojado que había quedado luego de sacar y meter tantas cajas y mis maletas. Una última vez entre a mi habitación, dejando de manera delicada un pequeño papel doblado en 4 en medio de la que era nuestra cama. Con una sonrisa de soslayo fue que me despedí del lugar, alejándome poco a poco de nuestro hogar.

Adios…                      

While you [yaoi]Where stories live. Discover now