Fugitives | X1

01. Cho Seungyoun.

Todo parece calmado para los dos chicos que pronto harían dos meses desde que decidieron juntarse para su bien. El ambiente está relajado y han podido hacer vida normal dentro de lo que cabe, a pesar del constante miedo. Han aprovechado a alquilar un apartamento en las afueras, en un edificio que no sabían ni que existía hasta que lo buscaron, con intención de pasar desapercibidos.

Toda la paz cambia la mañana en el que perciben algo extraño estando en la calle; están los dos paseando por la zona esperando no ser encontrados por los hombres que los llevaron a juntarse, tratando de investigar. Seungwoo inconscientemente lee los pensamientos de alguien, ¿de quién? Solo es capaz de escuchar una voz en su cabeza, no es capaz de identificar el emisor de esta. Es extraño, mucho, sobre todo porque ni siquiera es capaz de visualizar a la persona, posiblemente esté escondida.

—Sal de donde quiera que estés —ordena Wooseok inútilmente, apenas puede controlar a alguien sin tenerlo en su campo visual pero espera que el agobio y la rabia que la situación le produce haga que funcione.

—Wooseok, cálmate —le pide Seungwoo, esperando a ver qué pasa, ansioso pero disimulándolo.

Siguen mirando a su al rededor cuando finalmente un joven sale de detrás de un árbol, con mirada curiosa y andares que reflejan agotamiento. Es como si hubiese pasado la noche en vela o como si necesitara descansar urgentemente. ¿Pero por qué luce así?¿Quién es él?

Wooseok y Seungwoo miran sorprendidos al chico. No entienden nada, pero se esperan que haya estado buscándolos, pues su expresión lo dicta. Tras ver cómo está, agotado e inseguro, Han le pide al otro que no se ponga a la defensiva; no le gusta tener que leer la mente a nadie en ese estado pero lo hace visto que él está demasiado fatigado y perdido como para hablar y ve que no tiene malas intenciones, cosa de la que Kim desconfía.

—¿Por qué estabas buscándonos? —Le pregunta Seungwoo, sin recibir respuesta pero pudiendo escuchar sus pensamientos —. ¿Las plantas te dijeron que lo hicieras? ¿En serio te han guiado ellas hasta nuestra zona? —Él asiente a todo y Wooseok simplemente mira, enterándose de todo gracias a las preguntas que Han hace.

—Hey, ¿puedes decirnos tu nombre y algo sobre tí? —Pide Wooseok.

—Me llamo Cho Seungyoun. Tengo 23 años —coge aire fuertemente para seguir hablando —. Llevo horas corriendo en busca de vosotros porque me están siguiendo y los árboles me llevaron por el bosque hasta aquí. No he dormido apenas.

Wooseok asume que su poder está relacionado con las plantas y la naturaleza; no tiene mucho sentido que las plantas, de normal, se comuniquen y den indicaciones como esas. Eso indica que Seungwoo y él no son los únicos con esa cualidad y que, muy probablemente, se crucen con más en su camino.

—Deberíamos llevarlo a casa —sugiere Han.

—¿Y dónde va a dormir? Tenemos un apartamento con dos camas solamente —se queja Kim. Por mucho que Seungwoo insista en sus buenas intenciones, él sigue sin confiar del todo en Seungyoun y no sabe si llevarlo su hogar.

—Tenemos un sofá. Podríamos dejarle dormir en una de las camas para que descanse bien y alguno de nosotros va al sofá. Fin.

Wooseok aún no se ha acostumbrado a Seungwoo. Le irrita porque le corrige cosas que hace pero que no tiene por qué meterse en ellas y siempre le llama la atención por su genio, el cual no puede controlar y Han le insiste en que lo haga. Este caso es similar, Seungwoo está siendo muy cortante con él.