Capítulo II

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ALBA POV

Hoy era un día muy bueno, el trabajo estuvo tranquilo, poca gente pero mucha venta. El clima estaba perfecto. El ambiente gritaba que hoy tenía que divertirme

Pensé en llamar a mi mejor amiga, pero decidí ir sola al mejor club de Madrid, porque si todo va bien como espero, quizás traiga a una bonita choca a quien follarme a casa.

Y hablando de chicas bonitas, hoy tuve un pequeño – vale, para nada pequeño – problema en mis pantalones por culpa de una chica que fue a comprar a la joyería.

Ella era jodidamente caliente, tenía un aire de chica ruda, sus ojos eran puro fuego, y mierda, tenía un trasero increíble. Me sentí una adolescente con su primera revista porno cuando la ví. Precoz e idiota.

De solo pensar en ella hace que un bulto en mis pantalones crezca, pero tengo que concentrarme en otra cosa, no quiero volver a ducharme porque ya estoy lista. Y la paja  me la puede hacer hoy alguien más.

El club estaba repleto, como era de esperar, ya que es viernes. Hay un montón de chicas hermosas, pero voy a esperar para poder elegir bien a quién llevarme a casa hoy.

Fui a la barra a pedir bebida y mientras me senté en el banquillo a observar la pista. Todo el mundo bailaba bien animado. Me gustaba el ambiente. Prendí un cigarro mientras veía bailar a una pelinegra demasiado caliente. Era hermosa. Quizás debería acercarme.

Cuando iba caminando hacía aquella chica, otra se acerco a ella, hablaban y reían juntas. Pensé que era su novia, así que iba a retirarme a la barra de nuevo pero la chica volteó hacía mí, y mierda hoy era mi puto día de suerte. Me importa un carajo que la pelirroja sea su novia; Natalia Lacunza  (como recuerdo que me dijo) estaba bailando toda sexy enfrente mío, y ni el infierno iba a detener que me la lleve a la cama hoy.

Me fui acercando lento, mientras veía como se movía sensualmente de un lado a otro, su trasera era bonito.

Me pegué a su espalda, ella dio un respingo y quiso darse la vuelta, ñero la rodee con mis brazo para que no lo haga.

-¿Qué hace una chica tan sexy como tú bailando sola cuando puede tener a cualquiera de este club? – pregunté, mientras movía mis caderas junto a las de ella por la música.

Ella volteó un poco su cara, y me sonrió de medio lado. Tan malditamente sexy.

-Quizás porque nadie de este club puede darme lo que yo quiero – dijo, mientras pegaba su trasero a mi entrepierna.

-¿Y que quieres, nena? – pregunté, totalmente extasiada por los movimientos de su trasero en mi pene (el cual ya estaba un poco duro).

Ella soltó una risita y se volteo para quedar frente mío, me miro unos segundos y luego hizo darle la espalda, para pegar ahora ella su entrepierna a mi trasero. Ella era mas alta y me ponía mucho mas.

La música del club era realmente sexy, sentía como movía sus manos por mis costados, y para en mis caderas para apretar un poco la carne. Hizo que mi trasero se pegara mas a ella, por ende, sus pechos se aplastaban en mi espalda. Me encetaba eso.

Sentí, de repente, algo extra en su entrepierna.

Joder, ella era intersexual. Cuando pensaba que no podía ser mas sexy me sale con esto. Joder, se lo voy a chupar tan bien.

Me di la vuelta para mirarla a la cara, sus ojos estaban mas oscuros, era obvio que estaba tan excitada como yo, y el bulto en su entrepierna me lo confirmaba.

La agarré de los lados de su cara y la besé, fue un beso hambriento, voraz, totalmente carnal.

Mi lengua recorría toda su boca, jugaba con la suya de una forma tan excitante. Chupó mi lengua y me fue imposible detener un gemido al pensar si también chuparía así mi polla.

Ella puso su mano por mi miembro, delineándolo, haciendo que me volviera loca, no aguantaba mas.
-Natalia, vamos a mi casa – dije, totalmente perdida, yo solamente quería hacerla mía.

-Es una muy buena idea – me contestó, jadeando por el beso anterior.

Salimos del club y fuimos a mi coche. Conduje lo más rápido posible, llegué a mi departamento, y subimos en el ascensor hasta mi piso. Había una tensión sexual increíble en el aire.

Entramos y ni si quiera me dio tiempo a prender la luz, me agarró del cuello para besarme, entre tropezamos y sin romper el beso, llegamos a mi cama.

NATALIA POV

La tiré de espaldas a la cama, mientras me quitaba la ropa, una vez en sujetador y bóxers, precedí a quitarle su ropa. Primero su camisa mientras la desabrochaba dejaba besos húmedos por su abdomen, la quité y luego le quité el sujetador, bese en medio de sus pechos para ir hacia su cuello,  lamiendo y mordiendo todo a mi paso, ella gemía bajo y ronco debajo e mi.

Después de dejar varios chupetones en su cuello bajé a sus pechos, me alejé un poco para mirarlos, mientras los amasaba con ambas manos, disfrutando de la suavidad y la dureza de cada pezón. Baje mi cabeza y di pequeños besos húmedos cerca de su aureola izquierda, para después meter el pezón en mi boca y jugar con el, mordiendo de vez en cuando, haciéndola retorcerse y gritar.

Seguí mi camino hacia abajo, demorando un poco en su ombligo, metiendo mi lengua ahí, haciendo que ella agarre mi pelo en un pedido silencioso de más.

Le quité sus pantalones, y acerqué mi cara a su entrepierna, para dar besos a su tronco por encima del bóxer, acaricie su longitud con mi mano, apretando al llegar a su punta que pronto estaría en mi garganta.

-Nat no juegues mas por favor, me estoy volviendo loca – dijo entre gemidos. No la hice de esperar más, porque yo también me estaba volviendo loca.

Bajé sus bóxers, y saltó su jugosa polla, era enorme, me encantaba.

Con una de mis manos la masturbaba lento, mientras que con la otra agarré una de sus bolas, eso la hizo gemir alto, eran pesadas, totalmente llenas, que iba a ser para mi, solo para mí esta noche.

Con la punta de mi lengua probé su glande, y Dios, ni si quiera la había probado y ya siento que soy adicta.

Chupe su glande con ganas, mientras que mi mano masturbaba el resto, ella levanto las caderas, al mismo tiempo que empu6jo mu cabeza con sus manos hacia abajo, haciendo que su polla entrara hasta mi garganta, atragantándome en el proceso, sin embargo, ignorando la molesta sensación seguí chupando su polla. Sus gemidos y maldiciones me tenían tan dura, me encantaba como follaba mi cara sin vergüenza, como si mi boca fuera algún coño que podía recibir toda su polla hasta las bolas.

Usaba de vez en cuando mis dientes, haciendo que se estremezca, me soltó un rato para que pudiera respirar.

-Quiero que te corras en mi boca, Alba – dije agitada.

-¿En tu boca o por tu boca? – dijo, mientras sonreía pervertidamente.

-Dónde quieras bebé, yo solo quiero probar tu semen – dije, para luego volver a chupársela, podía sentir como su polla latía, agarré sus bolas y las amasé, ella sacó su miembro de mi boca y se empezó a masturbar, bajé un poco le chupe las pelotas, escuché como gimió mas fuerte y sentí como me agarro del pelo para ponerme en frente de su polla, abrí la boca recibiendo chorros enormes de su semen, era caliente y espeso, lo amaba.

ALBALIA ONE SHOTS (G!P)On viuen les histories. Descobreix ara