Cabello largo [Oliver/Violet]

Parte única

Había tomado las tijeras, lista para cortar su cabello, frente al espejo del baño. Cuando Gillian, junto a Paula y Sonya, entraron al baño, presenciando lo que pasaría.

- ¡Espera, Violet! – le detuvo Sonya, antes de que ella cerrara la tijera, lista para cortar el mechón. La aludida la miró, confundida.

- ¿Qué? ¿Sucede algo?

- De hecho, sí. – contestó Paula, cruzada de brazos. Gillian a su lado rió, divertida. Violet las miró, arqueando una ceja. – Queríamos proponerte algo.

- ¿Algo como qué?

- Es muy fácil de hecho. – aseguró Sonya, ajustándose los lentes con una sonrisa. Todo el asunto comenzaba a intrigar a la de cabellos morados.

- Neh, Neh, ¿Alguna vez has pensando en dejarte el cabello largo, Violet? – preguntó traviesa la rubia, con una sonrisa picaresca. La chica parpadeó un momento, mirándolas con confusión.

- ¿El cabello largo? – preguntó Violet, a lo que las tres asintieron. – Pero, ¿Por qué?

- ¡Vamos, Violet! – insistió Gillian, tomando las tijeras, alejándolas de ella. – No es difícil.

- Pero a mí no me queda bien como a ustedes. – ella se consideraba muy poco femenina, al contrario de sus amigas. Paula y Sonya negaron.

- No es excusa, Violet, y lo sabes. – dijo Sonya, acercándose a su hermana con una sonrisa. - ¿Podrías intentarlo?

- ¡Por favor, por favor!

Sentía que había una razón oculta tras su petición, pero incluso así, decidió ceder. Suspiró, rendida.

- Bueno, está bien.

Sonya y Paula sonrieron satisfechas, mientras que Gillian celebró.

...

Se sentía extraño tener el cabello largo, no era para nada su estilo. Además de que la confundieron varias veces, por no decir que le preguntaron el motivo de dejar su cabello largo; tomó entre sus dedos uno de sus mechones de cabello, suspirando, ¿Quién le había dicho que aquello era buena idea?

- Violet. – llamó Anna, haciéndola voltear. Ella le sonrió, amable. - ¿Tienes problemas con tu cabello?

- ¿Eh? Bueno... Sí.

- ¿Podría peinarte? Por favor. – pidió, con una sonrisa. Maldición, era demasiado tierna.

Al final no pudo decir que no, y terminó siendo peinada por la rubia. Quien terminó por hacerle una trenza alta, algo que agradeció. Era molesto tener el cabello suelto, no entendía como algunas niñas podían soportarlo.

Sin embargo, nunca se iba a acostumbrar a las miradas que tenía sobre ella. Algo que le incomodaba y le apenaba.

- De seguro es por el peinado.

...

Ya no quería su cabello largo. Era una molestia y un problema el tenerlo largo; le estorbaba a la hora de cazar, le daba calor, le tapaba a veces la cara y era un relajo peinarlo. Suficiente.

- ¿Problemas? – preguntó Oliver, al ver como ella intentaba desenredarlo. Ella suspiró.

- Odio el cabello largo. – dijo, dejando de lado el peine. Oliver tomó el peine, sentándose detrás de ella, comenzando a peinarla. Violet se ruborizó. - ¿Q-Qué haces?

Él sonrió, sin parar su acción.

- Peinándote, ¿Te molesta?

- ... No. – murmuró, avergonzada, dejándose hacer. Debía admitir, muy a su pesar, que le gustaba la sensación. Era, ¿Tierno? - ¿Haces esto con las demás?

Ahora fue turno de ruborizarse de Oliver. Era una suerte que ella no haya volteado al momento de hacerle la pregunta.

- Eh, pues, algunas veces con Alice, Jemima o Ivett.

Las veces que peinaba a Jemima, terminaba peleándose con Ray. Pues según el pelinegro, él era el único que podía hacerlo; algo que hacía reír a Jemima o quien estuviese cerca.

- Ya...

Ambos terminaron quedándose unos momentos en silencio, siendo que lo único que escuchaban, era el latido acelerado de sus corazones. Oliver rompió el silencio.

- Me gusta tu cabello.

- Tch, lo dices porque está largo. – contestó, escéptica. Con una expresión amargada. Oliver rió, negando suavemente, con una sonrisa.

- Independientemente de que esté largo o corto, a mí me gusta. – confesó, ruborizado. Violet abrió los ojos en grande, genuinamente sorprendida, quedando con la mente en blanco.

Oliver se quedó intrigado por el silencio de la chica, además de preocupado. Violet, saliendo de su trance, hizo lo mejor que se le ocurrió; se volteó, interrumpiendo la acción del peli-plata, besándolo, cerca de la comisura de su labio.

Había visto que así agradecían algunas niñas del refugio a los chicos, así que, ¿Por qué no?

...

- Salió mejor de lo que esperaba. – comentó Zack, con una pequeña sonrisa. Paula asintió, concordando con él. Gillian se tapaba la boca con sus manos, reprimiendo los gritos de emoción al ver el tierno momento entre Violet y Oliver.

- ¿Para eso le pidieron a Violet que se dejara largo el cabello? – preguntó Pepe, a las chicas. Sonya sonrió, ajustándose los lentes.

- En parte sí, y en parte no.

- Oh, ya la besó. – comentó Sandy, haciendo que el grupo de Goldy Pond voltease.

Aunque el beso duró poco, pues Violet se dio cuenta inmediatamente de su presencia, haciendo que Oliver también se diese cuenta. El grupo se tensó.

- Ay, ya los hicimos enojar. – dijo Nigel, con una mueca nerviosa, sosteniendo su gorro.

- ¡Retirada! ¡Retirada! – gritó Gillian con una sonrisa traviesa, tomando de la mano a Nigel, comenzando a correr. Todos hicieron lo mismo, comenzando a ser perseguidos por la recién creada pareja.

Extra:

- Oye Lucas. – llamó Yuugo, ambos en el cuarto donde estaban las cámaras, vigilando. El aludido lo miró, en espera de lo que pudiese decirle. Yuugo le sonrió, aguantándose su risa que quería escapársele. – Te has preguntado, ¿Qué pasaría si fueses abuelo?

- ¿Abuelo?

- Sí, abuelo.

- ... Sinceramente, no. ¿Por qué la pregunta, Yuugo?

- Nada más.

Lucas decidió no preguntar más, sin embargo, eso no significaba que no estuviese intrigado por lo que dijo su mejor amigo. Aquello no le dejaría tranquilo por un buen tiempo. 

-Traumada Taisho

Protesto, porque casi no hay nada de ellos >:v