No Longer 「Jungwoo • Taeyong • Jaehyun」

⒌ El Desliz

La mayoría del público comenzó a gritar su nombre. Podía escuchar todavía sus chillidos cuando ella le siguió detrás después de unos segundos, después de que el staff le diera permiso.

Pero Jungi no se quedaba ni mucho menos atrás. En cuanto se la vio pisar el primer escalón para subir al escenario, una oleada de expresiones de fascinación inundó la sala entera, seguido por gritos de sus fans que podía dejar sordos a todos los presentes.

Jungwoo les dedicó una sincera sonrisa que no pudo evitar después de escucharlos, saludó a los idols que estaban arriba con reverencias y se colocó donde el presentador le indicó, lamentablemente para ella, en primera fila al lado de Taeyong.

Eso solo podía significar una cosa y era lo que el chico le había dejado caer sutilmente la primera que se conocieron, unos días atrás. Competía con él por el primer puesto.

Cuando el programa empezó a grabarse y el MC comenzó a hablar para después preguntarles cosas a los idols que tenía cerca, por algún motivo, Jungwoo se puso nervioso. Tenía tan cerca a Taeyong que no sabía qué era lo que podía pasar o decir si le preguntaba algo, a lo mejor sobre Jungi. Pero supuso que aquello era algo poco probable.

Entonces el MC se giró hacia ella.

— Sí, exactamente. Y aquí tenemos a Jungi, con su nueva canción "Mad Silver Love". Dinos, Jungi, ¿tienes algunas palabras para tus fans antes de ver las votaciones?

Jungwoo, que había contestado a esa misma pregunta miles de veces, miró a la cámara que le estaba enfocando frente a él, de la que salía un punto rojo. Cogió el micrófono que el presentador le había dejado, evitando darle sin querer a Taeyong, y sonrió.

— Sí, en primer lugar me gustaría agradecerles todo el apoyo que...

Oyó cómo parte del público empezó a reírse, otros se quedaban con la boca abierta de la sorpresa y otros que trataban de decirle algo con caras preocupadas. Incluso el cámara que le estaba grabando, dejó de mirar al objetivo para hacerle señas, que no entendió.

El rostro feliz de Jungwoo mientras hablaba del amor hacia sus fans, se volvió serio, y dejó de hablar, apartando el micrófono de su cara para ver qué ocurría.

De pronto, sin previo aviso, alguien se colocó delante de él, interponiéndose entre Jungwoo y el público, tapándolo de las cámaras con su cuerpo.

Jungwoo ajustó su vista parpadeando varias veces, y vio a Taeyong, que estaba demasiado cerca de él, sacarse un pañuelo del bolsillo de sus pantalones.

Miró a su alrededor confuso pero no parecía entender qué era lo que pasaba. Se miró el vestido y su cuerpo varias veces, pero todo parecía en orden.

Taeyong, al ver que ella no reaccionaba, se acercó más a él y le susurró.

— Abre la boca.

— ¿Perdón?

— Tienes un diente negro. Límpiatelo.

Jungwoo rápidamente se tapó la boca con su mano libre, a punto de llorar. Se lo limpió a toda prisa con el pañuelo que Taeyong le había dejado hasta asegurarse de que ya no tenía más restos de galleta en los dientes.

Después, avergonzado y sin poder decir nada más, le pasó el micrófono al presentador sintiéndose estúpido. Lo peor era que no podía marcharse corriendo porque todavía tenía que esperar a las votaciones.

Sabía que en situaciones como aquella, como bien le había enseñado su manager, el señor Lee, debía seguir en el escenario y levantar la cabeza como un profesional. Pero se sentía tan mal en esos momentos que no podía levantar la vista del suelo. Seguramente, aunque las cámaras dejaron de grabarle, muchas personas bajo el escenario lo habrían grabado y difundido en sus redes sociales, expandiéndolo.

Y aquello para una mujer idol era horrible, porque para un hombre con su misma profesión, esa situación habría pasado a hacerse viral por ser una anécdota graciosa e incluso mona, pero para una mujer sería un error que le recordarían hasta el final de su carrera.

Había tanta presión en ellas, siempre teniendo que parecer guapas y perfectas, felices, fuertes y, a la vez, delicadas. Se esperaba tanto de ellas que, cualquier mínimo error, supondría una pérdida enorme de dinero.

Y así fue como Taeyong había jugado su papel del maldito héroe de la película una vez más para hacerse más popular, si podía serlo, haciéndola quedar mal.

También ganó el premio, arrebatándole el primer puesto, pero eso no fue lo que le molestó después de esa situación tan bochornosa. Lo peor vino cuando tuvo que felicitarle y mostrarse agradecida por su "ayuda" antes de bajar del escenario, cuando él había sido el causante de su accidente.