La estrella que apagó su luz

I.

Son las 1 de la madrugada

y aún no siento nada.

   ¿Se supone que debo sentir alegría

     por empezar un nuevo día?

Pero tengo pánico por lo que me

depara,

porque sé que mi alma seguirá siendo

golpeada.

Mis memorias del ayer quieren

desfilar,

y así mi mente atormentar.

Tú declarando te mayor y con mas

importancia,

riendo te de mí, pero no me daba

ninguna gracia.

Yo llorando y gritando,

pero nadie me hizo caso.

Ella me advirtió lo peligroso que

podías ser,

Sin embargo no le escuché

y créeme, de eso me arrepentiré.

No sé que fue más falso,

cuando me aseguraste que era amor

verdadero

o mis esperanzas en ello.

Tus mentiras no me importan, de

hecho me las sé de memoria;

mas me duele saber que las creí.

Tú eres como mi cigarro,

debería dejarte, es lo más sano,

intento hacerlo, pero vuelvo a ti en un

ataque de debilidad.

Ah, no sé que hice para merecer esto

era una santa, ¿como me junte con un

monstruo?

me cansé y hablé  pero se me

olvidó que eres rencoroso.

Adiós es una palabra muy fuerte,

como si no fueras a volver, 

para arruinarme otra vez.