Noche Inolvidable (Joel Pimentel) [Hot] TERMINADA

Capítulo XXXI (31)

Ya ha pasado tiempo desde el fallecimiento de mi Madre, caí en un corta depresión, pero con la ayuda de todos salí adelante, además también lo hice para no hacerle daño a mi bebe se escucha muy bien decir eso, cada día me enamoró mas de mi hijo o hija y me alegra mas el hecho de que al menos tengo un pedacito de Joel dentro de mi.

Hablamos Richard y Yo con mi Padre y nos pidió perdón, nosotros obvio que lo perdonamos, es nuestro padre no podemos guardarle rencor, pero todo ahora en mi vida esta bien, ahora si puedo decir que mi vida es feliz aunque no del todo me hace falta mi mama pero yo se que este donde este nos cuida y nos ama.

- Ya estas lista Mía? - pregunta Richard entrando a mi habitación yo asiento

- Si ya vámonos - el agarra mis maletas y las baja,  mire por ultima vez mi habitación y sobe mi poco abultado abdomen, extrañaría esta casa, baje las escaleras y todos estaban hay sentados en la sala, salimos del la casa.

Al llegar al aeropuerto, me sentía nerviosa, triste, emocionada. Viajáremos de nuevo a Maimi aunque yo no quería todos lograron convencerme y ahora viajamos hacia allá.

Horas después ya habíamos llegado, cada quien se fue a su casa, quedamos de que mañana nos  vemos.

- por fin - digo al entrar a mi habitación, me acosté en la cama mirando el techo, tengo que empezar mi vida desde cero, empezar de nuevo.

- Mía ¿tienes hambre? - pregunta Richard entrando a mi habitación

- como no tienes idea - exclamo, agarrando mi barriga

- ven vamos a comer algo afuera - asiento y me paro, salimos de casa y nos subimos en el auto

- adonde me llevaras? - pregunto ya una vez en el carro

- a un restaurante donde esta riquisima la comida - dice mirando al frente

- Bien - volteo a la ventana y miro mas calles de Maimi, había extrañado esta cuidad alumbrada por las noches, llegamos al restaurante, es muy bonito a decir verdad

- Ven - agarro mi mano y nos dirigió a una mesa, que daba al gran ventanal, llego un mesero y pido nuestras ordenes

Mientras esperábamos Richard y yo hablábamos de cualquier cosa, llego el mesero y nos dio la comida

- Esta deliciosa - hablo con la comida en la boca

- te lo dije - afirmo el con la cabeza

Terminamos de comer y salimos, llegamos a un parque por que se me antojo un  helado

- Richard.. - le iba a decir, pero me calle al ver una escena, que me dejo en shock, me rompió el corazón. Lo mire detenidamente, el siguió con su vida, Joel le sonreía muy tiernamente a una chica, alta, su pelo rubio, buen cuerpo, parecía modelo

- ¿que pasa Mía? - detiene su paso Richard, a verme parada, yo simplemente no podía hablar, miro hacia donde estaba mirando y también lo vio - Al parecer y te diste cuenta - salgo de mi trance y lo miro

- tu ya lo sabias? - preguntó, mirando de nuevo hacia ellos

- Si bueno se rumoreaba que ya andaba con alguien hasta mire como salia ella de la oficina de Joel, entre a la oficina de Joel y este se estaba poniendo la camisa - bueno yo no tenia por que decirle, nada cada quien eligió su camino, y si ella lo hace feliz yo también soy feliz

Sentí como se me fue la respiración, cuando el levanto su mirada y se encontró con la mía, la sonrisa que traía se esfumó, nos miramos fijamente a los ojos, pude ver todavía el dolor en ellos, sus ojos viajaron a mi abultado abdomen ya que traía una camisa algo apretada y se podía ver perfectamente. No podía descifrar su rostro, ya que estaba neutro pero si puedo decir que había sorpresa en el.

Camine hacía el coche dejando atrás a Richard, quería irme de aquí, me dolía verlo y no poder lanzarme en el y poder besarlo, tocarlo, abrazarlo, decirle cuanto lo sigo amando, me dolía verlo con alguien mas que no fuera yo.

Me subí al auto, unas cuantas lágrimas salieron de mis ojos, no pude evitarlo pero rápidamente las limpie no quería verme débil quería ser fuerte.

¡Todavia no le he superado!