único

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LinKai se detuvo al umbral de la puerta de la sala de ensayos, sin hacer ruido, aferrando con una mano el marco y con la otra la bolsa de plástico que había sacado de la cafetería con un par de latas de refresco y algunas botanas. Fue por puro gusto, porque algo en su interior no pudo resistirse a observar a su gege, con el corto pelo negro humedecido pegado a su frente, la camisa negra entallada a su delgada pero bien formada anatomía y la toalla azul vibrante contrastando a la lechosa piel de los hombros sobre los que reposaba.

Una sonrisa boba se le dibujó en el rostro de niño, hasta que se topó con la mirada amenazante el mayor al girar. Enarcó una ceja, terminando de acomodar la colchoneta sobre el suelo, frente al computador que usarían para ver una película. Afuera llovía a cantaros, siendo mitad del verano, con un sol abrazador por mañanas y medio día y apenas acercarse el atardecer una tormenta que llenaba las calles de charcos enormes y traía consigo uno que otro resfriado. Por seguridad, era mejor quedarse dentro de la empresa tras los ensayos, a no ser que quisieran acabar enfermo y totalmente fuera de combate.

Estaba bien, si eso significaba poder pasar más tiempo al lado de XingJie.

Era bastante cómodo estar a su lado, incluso a solas (especialmente a solas). Probablemente, era la persona con la cual más libre de ser él mismo se sentía. LinKai era usualmente reservado, de semblante serio y aura amenazante, siempre concentrado en hacer bien su trabajo cómo trainee a pesar de ser prácticamente un niño. Puede que XingJie, a primera vista, igual resultase intimidante, pero poseía un carisma y un liderazgo atrapantes, así como la grandiosa habilidad de hacer bien sentir a las personas a su alrededor.

Demonios, ¿cómo no iba a caer por eso?

ㅡ¿Por qué no vienes a sentarte?ㅡ la voz de XingJie se alzó por encima de sus pensamientos, sobresaltando al menor. Asintió repetidas veces con demasiada fuerza, a grado que su cuello crujió. Con un gesto de dolor, se llevó la mano a la zona, y XingJie robó los ojosㅡ. ¿Es en serio? No te lastimaste en el ensayo pero sí haciendo el tonto. Ten más cuidado. Ya, ven.

Finalmente tomó asiento a su lado encima del cobertor, recargados contra una de las paredes sin espejos, al lado contrario del ventanal. Podía apreciar la lluvia azotando la ciudad, y se alegraba inmensamente de estar ahí adentro calentito y no afuera tiritando del frío y con la ropa empapada.

ㅡ¿Qué vemos?

ㅡPon el catalogoㅡsugirió LinKai apuntando con su barbilla hacia el icono en la pantalla. Dejó la bolsa de comida entre ambos y se dispuso a sacar una lata y abrirla.

ㅡ¿Qué has traído para mi?ㅡXingJie metió mano en el plástico amarillo para sacar la lata restante, admirándola con una sonrisa de satisfacción-. Bien hecho, mi favorito.

Seguidamente, pasó una mano por el largo cabello del menor, quien sonrió levemente. XiaoGui no era particularmente gestual (mientras no estuviese haciendo una travesura), pero sus emociones eran captadas fácilmente por el mayor. Tal vez no era tan bueno escondiéndolas como creía.

ㅡ¿Qué me dices de esa?ㅡSeñaló con el índice una película de época para niños.

ㅡ¿Qué es eso? ¿Monster Hunt?-XingJie arqueó las cejas, dando un sorboㅡ. ¿Quieres ver eso, baobei?

LinKai casi se ahoga.

ㅡA-ahja.

El menor fue a apagar las luces mientras la película cargaba. Se echó una manta encima al volver al cobertor, y al notar a XingJie con la cara recargada en su puño, demasiado serio y analítico para andar viendo una película infantil (tampoco es que la escena de apertura fuese la más linda), y la piel de sus brazos de gallina por andar descubierto, tomó otra de las mantas dobladas a su costado y se la colocó encima.

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⏰ Última actualización: Aug 14, 2019 ⏰

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¡huba, huba! ; xingjie + xiaoguiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora