A Magical Dream

La voz del renacimiento es de color azul.

-Alexia, debes volver -La mirada de Caliz se posaba en Alexia, tratando de comprender de el por qué Alexia no quería volver al camino del arco iris.-Yo t encontré allí y tú estabas haciendo algo importante. Así que volverás. 

Alexia la miró enojada. Salió de la habitación y corrió por el campo cubierto de flores hasta alejarse de la casa de Caliz. Seguramente este era una más de sus rabietas pero se había dicho así misma que no volvería.

Estaba oscuro y Alexia tenía frío y miedo. Las hoja de los árboles en la noche se volvían de un tono negro y la manera en la que sonaba cuando el viento las movía era escalofriante.

Para la mala suerte de Alexia se encontró con una multitud de pequeños Dyxi's que la comenzaron a perseguir. Alexia corrió con el alma en la garganta y para su mala suerte choco con un árbol, o más bien, con alguien. Era Andrew.

El joven la miró sorprendido y luego su mirada cambio a una furiosa. Alexia se puso a correr en la dirección de la que venía huyendo, luego recordó que por allá estaban los Dixy's siguiéndola, nuevamente dio la vuelta, tomo la mano del joven y la de Anabell y salió corriendo con ellos al lado.

-¿Que te pasa? ¡¿Primero desapareces y luego vuelves como una loca desesperada?! -La voz enojada de Andrew la hizo dar un salto de susto, en sus ojos reflejaba miedo, terror.

Trataba de decirle que más atrás venían esos seres del infierno pero no podía, él la miraba furioso y eso le daba tanto miedo que apenas podía hacer gestos.

Alexia tenía que decirles de alguna forma que allí corrían peligro así que intentó nuevamente arrastrarlos para que se movieran, pero sintió cómo una mano golpeaba su mejilla. Era Anabell, la estaba mirando con asco.

¡Desea lo!

Los Dixy's rodearon a los chicos y la sangre de Alexia ardía, estaba desesperada por ayudarlos, ¡pero no podía!

El interior del bolso que llevaba Alexia ilumino el lugar de un color azul intenso, quemando a los seres que intentaban morder a sus amigos y haciéndolos cenizas.

Alexia, sorprendida abrió el bolso y se encontraba el huevo que antes era blanco pálido, ahora de el emanaba un color azul. Lo tomo en sus manos y el huevo se partió, saliendo de él una hada hermosa. Su cabello era largo formado en dos trenza de color azul, su piel delicada de un color blanco y un vestido corto azul, la mujercita era del tamaño de la mano de Alexia.

-Mi nombre es Azul - Le dijo el hada a Alexia, quién la miraba con los ojos muy abiertos sin saber que hacer. Después de todo su hada no iba a morir.

-Yo.... soy Alexia -Dijo la joven. Su era en un tono bajo y un poco agudo, pero tierno. no podía creer lo que había dicho. Miro a Andrew quién la miraba con la boca entre abierta y Anabelle la miraba interrogante.

-¡Yo soy Fé! - La agradable voz de su amiga hizo a Alexia sonreír.-Siempre supe que Ale podía hablar, amo. ¡Querer es poder!

-¡Y yo soy Ana! -Se escucho una voz proveniente del bolsillo de Anabelle. De él salió una hermosa hada me emitía un bello color rosa.

-Ehh, Ana, métete.-Anabelle estaba sonrojada tratando de atrapar a Ana, quién juguetona mente se movía de un lugar a otro.

-¿Pero cuando pensabas decirlo? -Preguntó Andre confundido por ver tantas hadas.

-Yo acabo de nacer, cuando Anabelle se dio cuenta de que Alexia trataba de protegerla. -Anabelle, literalmente, parecía un tomate furioso.

-Tomate furioso..-Dijo Alexia sin siquiera pensarlo. Andrew rió y se tapo la boca para que no le vieran.

-¡¿Que dijiste?! -La voz alterada y enojada de Anabelle hizo sobre saltar a Alexia.

-L..lo siento, no quise...

-¡No le hables así! -Gritó Andrew. El no era el "indicado" para defender a Alexia si el también le gritaba.

-Azul... yo... -Tartamudeo Alexia, no sabía muy bien que decirle.

-Yo soy un hada del agua -Dijo Azul

-Yo de la tierra -Dijo Fé

-Y yo del amor -Dijo Ana

-¿Porqué tenía que ser una hada del amor?, ¿No podía ser una de Fuego o de Agua o no sé? -Se quejo Anabelle.

-No es mi culpa que mi ama nunca haya hasta ahora deseado la amistad de alguien -Dijo Ana.

-Alexia, ¿En donde has estado?, Anabelle y Fé han estado muy preocupadas por ti.-Le reprocho Andrew a Alexia.

-¿Perdón?, ¡Tú eres el que ha estado cómo un idiota desesperado buscando a Ale! -Se quejo Anabelle.

-No les creas Ale-Le susurro Fé en el oído- Ellos han estado buscándote estos siete días.

En los labios de Alexia se poso una hermosa sonrisa, su miraba demostraba ternura. Anabelle y Andrew dejaron de discutir y le pusieron atención al rostro de Alexia, estaban perdidos en la dulzura que podía demostrar.

-Gracias...-Susurro Alexia para si misma.