DANGEROUS BETTY

CHAPTER NINE

—No lo sé. —La pelinegra observó al niño de bata, quien la miraba con los ojos muertos. —Es Will, pero no parece él.

Otra vez, el estruendo de la puerta los asustó a todos. Eran los demás y cargaban a Will desmayado en los brazos de Jonathan. Hopper le dio un arma a Nancy y alejó a los niños de la ventana. Betty se posicionó a delante de todos ellos, tratando de protegerlos.

Comenzaron a escuchar rugidos y ruidos de velocidad, como si algo pasara afuera. —Alguien mas está aquí. —Murmuró la chica de tez oscura, observando la puerta.

—Shhh. —La silenció Hopper.

Y de la nada un demo-dog salió disparado de la ventana hacia el interior de la casa, dándoles un espasmo a todos. El shérif se acercó a él, pero Betty lo detuvo. —Está muerto.

Escucharon como la seguridad de la puerta se salía sola y la puerta se abría: revelando a una niña de cabello corto, vestimenta negra y sombra de maquillaje del mismo color en los ojos. A Betty le gustaba su estilo.

Observó como Mike se acercaba a ella y ella también a Mike, como si se conocieran desde antes, ambos parecían abrumados por el encuentro. —Mike...—Habló la chica de estilo punk y el nombrado la abrazó con fuerza.

—¿Es...?—Murmuró Max solo para que Dustin y Lucas escucharan, pero la mayor también escuchó y vio como ambos asentían.

Betty con eso frunció el ceño, y observó a la niña, quien ahora estaba sola ya que Mike había descubierto que Hopper no la dejaba salir de su cabaña y fueron a otra habitación a charlar. Parecía reconocer a cada uno de la sala, excepto a Betty quien la miraba de arriba y abajo, tratando de descifrar quién era. Pero solo la mayor pudo descifrar quién era la niña, al notar ese pequeño rastro de sangre en su nariz. No podía creer que era ella, su mejor versión de lo que Betty estaba destinado a ser. —Eleven... —Murmuró llamando la atención de la niña, quien saludaba a los pequeños e ignoraba a Max.

La nombrada se acercó hacia la pelinegra, quien la miraba maravillada. —¿Si?

—Veo que no la reconoces. —Habló Dustin con una sonrisa. —Ella es como tu. —Eleven miró a Dustin con el ceño fruncido de confusión, para después mirar a Betty.

—Soy Uno. —Y ahí lo vio, reconoció aquellas facciones de la adolescente. Era una de las que más sufría en el laboratorio, no podía creer que estaba en frente de ella.

Por obvias razones.

—T-Tu estabas muerta. —Aclaró Eleven, dejando sorprendidos a los de la sala. —Tu explotaste.

—Eh, si. Efectos secundarios de ser una rata de laboratorio. —Agregó algo de humor a la escena, pero solo la hizo más incómoda. —Recuerda que tengo muchos poderes, más de los que sé. —Fijó su vista al suelo. —De un momento a otro me había despertado en la morgue... –Volvió a mirar a Eleven. —Y tan solo escapé.

—Pero...—Lucas interrumpió. —Si explotaste, ¿como es que apareciste en la morgue? ¿No deberías estar en mil pedazos?

—Puedo regenerar partes de mi cuerpo, pero es algo que cuesta días y es involuntario. —Contestó dejando al chico de tez oscura sorprendido.