2: La perfección

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¿La perfección existe? La persona perfecta, tanto en belleza, pureza, manera de ser, es real, es tangible, lo podemos llegar a ver, sentir? ¿Es posible que en nuestro universo haya algo, a lo que podamos considerar lo más bello jamás visto?

No puedo expresar una opinión al respecto, puesto que carezco de conocimientos para hacerlo, carezco de perspectivas que vayan más allá de la mía, carezco de la forma de ver las cosas de otras personas. Aunque, eso le pasa a todo el mundo, ¿no?

Mi perfección, mi ideal, no será el mismo que el tuyo, quizá coincidamos un poco, ¿podría ser, no? Puede que incluso tengamos una conexión muy grande, un visión muy próxima hacía nuestro ideal, pero, pese a esto, no sería lo mismo.

Cada persona es una burbuja con ideas, sentimientos, emociones y experiencias, que la hacen única. Es por eso, que no merece la pena perder el tiempo comparándonos los unos a los otros. El resultado no obtiene más que una frustración contínua e irremediable.

Busquemos un poquito más allá, vayamos a ver que podemos ver en lo perfecto del ajeno, o en lo propio, ¿en qué nos fijamos? ¿Qué nos hace pensar, que algo o alguien es lo más maravilloso que has visto en todo tu trayectoria vital? Cabe destacar, que tal vez exagere un poco, hay veces que la perfección, el ideal de perfección, más bien dicho, va variando con el transcurrir de la vida.

Os pongo un ejemplo, un ejemplo un tanto cliché tal vez, pero tan válido como cualquiera. Pongámonos a pensar en nuestros ideales de amor, esas cualidades que queremos que tenga nuestra persona deseada, ¿qué buscamos en ellas? ¿Qué deseamos que tengan?

Yo podría exponeros mi caso, si no os importa. Cuando era muy joven, aproximadamente desde los 6-7 hasta los 15, mi ideal amoroso era un prototipo rubio, ojos azules, amable, cariñoso, afectuoso... todo un chico mono, vamos. Al pasar este umbral de edad, experimenté un cambio, de alguna forma, y pasé en tener un mayor interés en aquellos chavales morenos, altos, fuertes, con carisma, carácter, pero eso sí, dulces y tiernos. 

En fin, todo esto para decir que nuestros ideales cambian. Lo expuesto arriba es tan solo una caricatura, un esbozo de lo real. A lo largo de mis 21 años de existencia, cuando ya tenía uso de razón, mis fijaciones e ideales han ido variando bastante. Pero no solo hay que estancarse en el terreno amoroso, también englobamos la perfección en otros ambientes.

Algunos de estos ambientes son, por poner un caso, nuestras prendas, nuestro estilo, nuestro "cómo me ven los demás", el buscar estar perfecto es una búsqueda hacía lo imposible, hacía el abismo, pero no aprendemos del gran error que eso conlleva, y eso es el problema.

Para ser considerado perfecto, ¿qué he de hacer? ¿Cómo puedo llevarlo a cabo? ¿Acaso debo intentar conseguir un gran número de personas, a las cuáles ni siquiera conozco para qué me digan lo estupenda/o que estoy, me pongan "me gusta" y me sigan en las redes? ¿Es eso lo que se pretende? ¿Así llego a alcanzar la perfección?

¿Pero, en qué me baso? ¿Qué hago para conseguir la admiración del prójimo? No es fácil eso, ¿no? Se necesita estar muy atento a las noticias, a los trending topics, a las novedades de las estrellitas y idols a los que seguimos e idolatramos.

¿Y ellos, nuestros más queridos ídolos, consiguen alcanzar la perfección? A veces, incluso me atrevería a decir que sí, que si la alcanzan, puesto que lo veo, lo veo con mis propios ojos, veo sus gestos, su fuerza, su personalidad, sus rasgos, ¡su presencia lo es todo! Pero, lo cierto, la realidad, es que no ves nada, absolutamente nada. ¿Una pantalla, una foto, es capaz de transmitir todo eso? No. Además, que lo que vemos, es tan solo una máscara, propaganda, marketing para vender, para seducir y tentar.

Inciso para explicarme, mis comentarios no buscan hacer una crítica, tan sólo una simple reflexión, que en muchas ocasiones queremos evitar. Evitar por miedo, por miedo de ser conscientes que aquel objetivo, aquella meta que tanto anhelamos es una utopía. Yo soy parte de esto más que nadie y lo admito, formo parte de este permanente estado de objetivos imposibles, con pensamientos inalcanzables y  poco probables para que se lleven a cabo.

Sé, puesto que escucho y veo la sociedad que me rodea, que no soy la única. Muchas personas se encuentran en una situación similar. En cierta forma, me tranquiliza.

Entonces, ¿podemos afirmar que la perfección existe? No, aunque algunos lo hagan. Podemos considerar a un actor, un cantante, una persona muy amiga tuya como a alguien muy brillante, con una belleza enriquecida por su talento natural, por su manera de expresarse ante la vida, pero eso es, tan solo la percepción de algunos.

Cada uno es libre de creer lo que quiere. Yo he llegado a afirmar que lo "no perfecto", las imperfecciones es lo que hacen perfecto a alguien. Y eso, no es más que una contradicción, una gran contradicción que se desmiente en la misma frase de manera bastante contundente.

Además, ¿qué necesidad de siempre obsesionarse con la perfección? Podemos aceptar, vivir con las carencias de alguien, de algo, admirar su no perfecto rostro, sus marcas, sus irregularidades, sus cambios constantes, ¡podemos llegar a admirarlos! Y una vez hecho esto, obtenemos una mayor recompensa, puesto que no lo estamos clasificando en alguno de tus ideales, sino, en lugar especial, que se aleja de las etiquetas, de los encajonamientos, un lugar único y libre.

Os invito a reflexionar sobre vuestros ideales, ¿cuáles son, en qué se caracterizan? Puede tratarse de modelos, de cuerpo y figura, de cara, de pelo, de color o forma de ojos, podéis pensar en vuestros ideales en el amor, en vuestros crush en famosos/as, ¿qué les hace tan atrayentes? ¿Por qué os han robado el corazón? 

Es muy interesante hacerse un análisis de este estilo, a la vez que es muy divertido. Yo, para seros sinceros, lo hecho más de una vez, y no me canso de encontrar sorpresas en mí. Parecerá una tontería pero plantearse un ideal dice muchas más cosas de nosotros de lo que podamos llegar a imaginar. Pensar que todo se ha basado en nuestro pasado, en lo que hemos vivido. Todo influye, absolutamente todo.

La perfección pues, es un inalcanzable del cual debemos despegarnos y dejar de buscarlo. Hay que aprender a hacerlo, pese a lo costoso que resulta. Yo, lo intento, lo intento una y otra vez, pero, no, no es fácil, para nada es fácil.

Aún así, es algo que se debe dominar si se quiere salir adelante en este mundo cada vez más influenciado por las imágenes supuestamente perfectas que encontramos. Hay que aprender a sobrellevarlo, ¿no?

Resumiendo, este es mi remedio: aceptar la "no perfección", simple pero en cierta forma efectivo, aunque tal vez no sea el mejor, no puedo juzgar ni definirlo cómo la forma más adecuada para solventar la situación, pero de momento, es lo más beneficioso con lo que me he encontrado. 

Y tú, ¿tienes algún remedio?

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⏰ Last updated: Jul 19, 2019 ⏰

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