El golpe

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Este era su segundo día desde que zarparon ayer. Una vez el crucero estuvo navegando, recorrieron las instalaciones y se les presentaron todos los lugares a los que tenían acceso. En la noche fueron a la fiesta de bienvenida donde bailaron y disfrutaron de estar juntos un año más felizmente casados.

Por supuesto que se tomaron el tiempo de marcar para saber sobre sus hijos y al escuchar de voz propia de los niños que estaban bien, se sintieron más tranquilos, sobre todo, cuando en el teléfono al otro lado de la línea, se escuchó los balbuceos de su bebé Tao.

Sehun se sintió más aliviado que ninguno tuviese problemas por pasar su primer día en un lugar extraño. Y de esta manera ambos continuaron con su fiesta, con una noche muy apasionada en la habitación que se les fue asignada.

Ahora casi a medio día, Luhan estaba en la gran piscina que daba al aire libre disfrutando de la mañana. El clima era perfecto para salir a disfrutar de un agradable día. Por eso le había pedido a Sehun para que fuesen a desayunar y después salir un rato.

Sentado en su camastro, bajo la sombra de una sombrilla, vio salir de las puertas corredizas al hombre más perfecto del universo. Vestía un bañador azul marino y una camiseta blanca sin mangas que mostraba sus trabajados brazos y lo ancho que eran sus hombros.

Se mordió el labio inferior al imaginarse debajo de él mientras era penetrado una y otra vez, y gimiendo su nombre sin importar lo alto que pudiera decirlo. Tocar y besar esos fuertes brazos. Empezaba a sentir calor y no era gracias al bonito clima que hacía, sino que era el efecto que causaba ese ardiente hombre que se dirigía hasta él con una mirada que conocía perfectamente.

Le sonrió con coquetería y éste le guiñó. Luhan no creía apropiado seguir con esas imágenes indecentes en la cabeza, sobre todo por el lugar donde estaba. Pero es que le es imposible no mirar el atractivo de ese hombre. Mucho menos si conoce a la perfección.

Porque Luhan se considera la persona más afortunada del mundo por tener a ese hombre que viste bañador azul y camiseta sin mangas como esposo y padre de sus tres hijos. Por tener esos fuertes brazos alrededor de él todas las noches y recibir tanto tiernos como apasionados besos de esa dulce boca que ahora le sonríe.

Ama demasiado a Sehun que no se imagina una vida sin él.

–¿Qué hace un hombre tan hermoso como tú, solo en este lugar? –le preguntó su esposo con coquetería.

–Esperando a mi marido –le respondió Luhan mientras cruzaba sus piernas. Movimiento que no pasó desapercibido por el pelinegro.

–Debe ser una persona con suerte por despertar contigo todos los días –el chino sonrió al escucharlo, definitivamente Sehun era tan encantador. –Pero más afortunado usted por ver todas las mañanas lo guapo que su esposo está.

Se aduló así mismo y el rubio no pudo evitar reír al ver la actitud tan relajada y confiada con la que lo dijo y por el tono que éste le puso. Tomó la revista que traía en las manos y golpeó la pierna de Sehun haciendo que se sentara en el camastro de al lado y se inclinara para capturar esos labios tan seductores que siempre lo invitaban a probarlos.

El beso fue suave y delicado que duró poco para lo que estaban acostumbrados. Estas vacaciones eran la gloria.

–Te amo –le susurró cerca de los labios sintiendo la hermosa sonrisa de su esposo extenderse.

A unos metros de ellos y completamente metidos en sus asuntos, había una pareja que hablaba en susurros para que nadie más los oyera, y es que no querían armar una escena delante de personas desconocidas en la piscina.

–Mételo más –le dijo Minseok a su esposo. –Solo necesitas un poco más de fuerza.

–Pero es todo lo que puedo –Jongdae empujó una vez más, pero simplemente no cedía.

UNAS VACACIONES EN FAMILIA [HunHan]Where stories live. Discover now