Atrapada en el espejo

13. Tormentas dentro y fuera.

Salí a la calle.

Y llovía, por fuera y por dentro. Y dolía, el frio y las heridas. Y yo tan sólo corría contra el viento.

Pasé por el parque, soñando que tal vez, podria encontrarme con él.

Ni siquiera se bien, porque le había pensado, porque seguía intentando, después de tantos daños, encontrar algo por lo que valiera la pena continuar.

Tan sólo necesitaba un abrazo o una sonrisa, alguien incomprendido que me comprendiera.

Asi que me senté, en ese banco, mientras caía lluvia del cielo y retumbaban los truenos.

Mientras pasaba el tiempo, y yo me consumía, como el cigarro de cada dia.

Y esperaba, pero nadie aparecía. Lógico, ¿quién pasaría por un parque a las tres de la mañana, buscando a alguien que no vale nada?

Miré al cielo, y a mi alrededor. Tan sólo oía el ruido de las gotas estrellandose contra el suelo.

Como yo me estrellaba cada mañana cuando me levantaba y veía que no tenía nada.

Saqué a mi única amiga. Hacía un día perfecto para dejarlo marcado en las venas de mís muñecas.

La sangre se mezclaba con el agua, de mís lágrimas. Y el viento la movía mientras fumaba y me consumía.

Y al final ya no sabía de quien eran las cenizas, si del cigarro o mias.