Aquel es...

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Se dice que una vez existió un humano que desapareció...







-¡Ey, Nagisa!
-¡Waah! ¡Karma! Por favor no aparezcas de repente en mi cuarto, podrías enviar un mensaje antes de venir ¿sabes?
- ¿Eh~? Pero así no podría ver esa expresión tan adorable que pones cuando te sorprendes
-... Tonto...- susurró sonrojado
- Así me amas, Na-gi-sa- el demonio le respondió con un susurro juguetón en el oído
- Nunca dije que no lo hiciera

Al término de esa oración, el demonio y el humano se abrazaron.

-Nagisa, ¿tienes muchos deberes?
-Sí, por desgracia sí...
-Entonces es momento de ir...
-¿Por qué, Karma? ¿Acaso te aburro?
-Claro que no, por mí me quedaría todo el día pero tienes una vida que atender aquí y yo respeto eso aunque signifique no estar junto a tí cada segundo
-También te amo, Karma
-Pequeño ratón astuto, sí que sabes cómo alterarme
-Jeje... Karma, ¿crees que puedas ayudarme con matemáticas?
-Será todo un placer, querido...


















-¡...sa! ¡Nagisa!
-¿Eh? ¿Gakushuu, qué haces aquí?
-Vine a visitarte, Nagisa. A propósito ¿qué has pensado sobre mi oferta?
-Ya te he dicho que no volaré contigo hacia el paraíso
-¿Por qué? Tendrás todas las comodidades que tengas
-Gakushuu es muy lindo de tu parte pero no planeo abandonar a mi familia, a mis amigos ni a...
-Karma, sigo sin entender cómo es que puedes seguir con esas personas tan impuras que lo único que quieren es ensuciarte
-Ellos no quieren hacer eso, sólo exageras
-Esos impuros... ¿qué te dijeron?
-No me han dicho nada Gakushuu, el único que sabe de tí es Karma, y eso es porque eres un ángel
-¿No lo ves Nagisa? Él quiere arrastrarte al infierno, te quiere ensuciar... Yo te amo y no...
-¡Suficiente! Te voy a pedir que por favor te retires Gakushuu
-Pero, Nagisa...
-No quiero verte hasta que cambies esa mentalidad tuya, ahora por favor, sal de mi habitación
-Nagisa, yo...
-Por favor, Gakushuu

Sin más, el ángel salió por la ventana. Un sabor amargo en la boca lo llevaría a tomar la peor decisión de su existencia.

El tiempo avanzaba, tiempo en el que el ángel no visitaba más al humano y el demonio, como era su costumbre, visitaba al humano.

En una de sus visitas, el demonio decidió dar un paso más en su relación con el humano.



Ambos lo deseaban, querían pasar de los abrazos a los besos, y su primer beso debía ser especial. Por ello mismo, decidieron dar un paseo para luego ver el atardecer, todo iba de acuerdo al plan...

-Nagisa, ¿puedo besarte?
-¿Qué pregunta es esa? Karma, Claro que puedes

Con sus manos entrelazadas, intercambiaron miradas, las palabras ya eran innecesarias. Cerraron sus ojos al momento que acercaban sus rostros. ¿Cómo era posible que sintieran el pulso del otro, sincronizándose? Sólo existían ellos. Sus labios se tocaron temerosos, el beso, lleno de amor y cariño, se vió interrumpido por un grito...

-¡No! ¡Nagisa!

A ojos del ángel, el humano estaba siendo ensuciado.

Tal parece que el ángel dejó de visitar al humano para vigilarlo y, cuando llegara el momento, raptarlo.

Así, al ver que el demonio aprovechaba del humano, optó porque el momento hubiera llegado. Al estar en su forma humana, corrió hacia "su amado", con el fin de separarlo del sucio demonio.

Já, gran error, con el simple roce del ángel, el humano desapareció.

-¡Nagisa!

Llamaron en gritos al humano.

-¡¿Qué le hiciste a Nagisa, tú, demonio impuro?!
-Yo no le hecho nada, esto es tu culpa.

-Volveré...

Ambos escucharon la voz del celeste, como si de un susurro se tratara.

-¡Nagisa! ¿Dónde estás?

El ángel perdía la cordura cada vez más.

-Con que... así están las cosas...

El demonio sabía qué debía hacer.

-¿¡Entonces sabes dónde está Nagisa!?
-...
- ¡Responde maldito demonio!
-No, no sé en dónde está pero... sé que regresará.
-¿Cómo estás seguro?
-Olvídalo angelucho, no es algo que puedas entender.

Sin más que decir, el demonio regresó al infierno, a esperar al humano que ama.

Por su parte, el ángel voló por todas partes, buscando al humano con el que se obsesionó.






Se dice que una vez existió un humano que desapareció...

Aquel es... Aquel soy yo, Nagisa Shiota.

Se dice que una vez existí y desaparecí...

Pero no desaparecí.

Desde aquel día ya no soy un humano.

Desde aquel día me convertí en lo que todos conocen en la muerte y olvidan en la vida.

Aquel que es superior a ángeles y demonios.

Aquellos que me conocen, lo hacen por el nombre de "Dios de la Muerte".

Se dice... Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt