Symphony (One-Shots Noremma)

Un dulce sentimiento

Aun cuando volvieron de hacer la promesa la siguió amando. La siguió amando con intensidad aún cuando pensó que la perdería, si ella moría él moriría con ella y así podría acompañarla nuevamente. Para su felicidad Emma volvió pero esta vez no a sus brazos.

Sonrió alegremente al verla despertar. Sonrió amándola con dolor. Fue aquel día que decidió velar por la felicidad eterna de Emma y Norman, aun cuando él debería quedarse en soledad por siempre. Procuraría antes de su bienestar, el de sus amigos.

Amo lo que entregas, lo que escondes

Amo tus preguntas, tus respuestas

Yo amo tus dudas y certezas

Te amo en lo simple y lo compleja

Sonrió con amargura al darse cuenta del embarazo de Emma, aun así la acompaño en todo el proceso, y sin dudar le dió las posibilidades que Norman seguramente no le daría, como era informarle que su embarazo podría ser riesgoso no tan solo para el bebé sino para ella también. Pero Emma siempre se mantuvo un paso adelante de él y le dijo que ya lo sabía, aún peor, le dijo que prefería morir antes que perder la oportunidad de dar vida. Aquella noche lloró con tanta frustración, ¿Por qué debía tener aquellos sentimientos tan difíciles?, ¿Por qué simplemente no podía arrancarlos de adentro suyo y dejar de sentirse miserable de una vez por todas?

Estaba tan cansado, agotado de saber que jamás sería feliz a su lado. "Que tonto fue él al pensar aquello, pero estaba bien, después de todo jamás se había permitido sentirse enamorado. Esa era su primera vez"

Su primera experiencia con la tan llamada plenitud, antes de tener a sus propios hijos o casarse con Anna, fue ver nacer a James, dándose cuenta que entre tanta oscuridad y dolor, la luz lo arrasaba todo y se coronaba reina. James era tan pequeño y tan frágil igual a sus mejores amigos, sonrió lleno de un sentimiento de alegría, "Jamás podría dejar el mundo, mientras sus amigos aún estuvieran allí"

Un tiempo después se daría cuenta que había dejado de velar por la felicidad de sus amigos, para ahora velar por la de su hijo y claro bromear un poco en el proceso.

— Tu papá es un monstruo, ¿Lo sabías? —le susurro Ray en la oreja al pequeño de cinco años, quien ahora se encontraba con los ojos abiertos y lleno de sorpresa, su ceño estaba igual de arrugado al cómo se le hacía a Norman cuando algo le molestaba.

— Ehhh ¡Eso no es cierto! —balbuceó el pequeño viendo de reojo a su padre trabajar en su escritorio. Norman brevemente levanto su mirada, y le devolvió una sonrisa gentil al percatarse de su mirada sobre él.

— No me crees ¿Entonces... por qué piensas que tu madre está así de enorme? —inquirió riendo al ver la cara de confusión del pequeño.

— Po-porque espera a mis hermanitas —dijo James entrando ahora eb pánico. Eso le habían dicho sus padres cuando había preguntado por el cansancio repentino de su madre.

— ¿Pero sabes cómo llegaron allí? —dijo levantando una ceja.

— ¡Claro! fue por el amor y respeto que se procesan mi mami y mi papi —respondio seguro de sus palabras, y evocando la respuesta que le había dado sus padres.

"Cuando dos personas se aman y respetan mutuamente, se juntan para unirse y de esa unión nace un bebé, como tú lo fuiste James"

Había sonado tan dulce y lleno de coherencia para el pequeño, que luego de aquello había buscado el caluroso abrazo de sus padres.