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- Bien, esta todo en orden; eres responsable y trabajadora, por no hablar de tu expediente. El trabajo es tuyo.
- Muchísimas gracias. - no pude evitar emocionarme al escuchar al señor Jonson darme el trabajo en su pequeña librería. - podemos firmar el contrato cuando quieras, ¿te viene bien ahora?
Mi asombro no cesaba, quería saltar, gritar, e incluso besar y abrazar al hombre de avanzada edad que tenía en frente.
- Si, claro, ahora me viene genial.
En cuanto dije esto el señor Jonson me guío hacia su despacho, detrás del mostrador. Después de leer atentamente y firmar todo el contrato, visitar toda la librería y recibir las llaves me despedí del señor Jonson y salí corriendo hasta llegar a la heladería que se encontraba en la misma planta que la librería. Al entrar en esta pude ver Harrington tras el mostrador, lidiando con Erica y su sequito, las cuales exigían sus muestras de helado gratis. Al verme en el establecimiento el marinero paso de las réplicas de las niñas y fue directo hacia mí.
- ¿Te lo han dado? – ante esta pregunta mi felicidad no pudo resistir y corriendo le enseñe el contrato recién firmado, acto seguido nos unimos en un fuerte abrazo entre risas. - ¿Se lo has dicho ya a Liah?
- Harrington, acabo de salir de la librería, eres el primero en saberlo.
- Ohh, en tal caso; es todo un honor ser el primero en saber esta agradable noticia. - dijo mientras hacia una falsa reverencia.
--- Estaba acabando de colocar los últimos libros cuando de repente la luz se fue por todo el centro comercial. Joder, no había otro momento. A los pocos segundos la luz volvió y cuando acabé de recoger un poco la trastienda y de atender a 2 niños que venían en busca del último volumen de Superman salí de trabajar. Como aún era pronto decidí ir a visitar a mis queridos marineros; Robin y Steve.
- Hola marineritos, ¿cómo estáis? - dije entrando en la heladería y apoyándome en el mostrador donde Robin estaba haciendo los últimos arreglos antes de cerrar.
- Hola Summer, genial ¿y tú? ¿Lo tienes? - me recibió Robin con una gran sonrisa. Ante la última pregunta asentí y de mi mochila saque el último tomo de Capitana Mavel que nos habían traído a la tienda. - sigo diciendo que Wonder Woman es mejor.
Mientras seguía atendiendo a las réplicas que hacia mi amiga frente a mi defensa de la mejor superheroína miraba toda la heladería en busca del chico.
- Esta dentro y, por cierto, me debes 5 dólares, he ganado.
- ¿Cuantas esta vez?
- Siete. - ponía los ojos en blanco mientras sacaba mi cartera. - Este chico me va a arruinar. Debería de dejar de intentar ligar con cualquier chica que se le acerque.
Cuando entré en la parte de atrás del local vi la pequeña pizarra dividida en 2; Campeón y Pringado. Debajo de esta había 7 palitos, ante esto no pude evitar soltar una risa.
